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Rajoy aplaude la marcha de Saiz y calla sobre el futuro de Bárcenas

Evita responder sobre el tesorero del PP diciendo que 'no hay ninguna novedad'

MARÍA JESÚS GÜEMES

Mariano Rajoy consideró este jueves que la dimisión del director general del CNI, Alberto Saiz, era 'una necesidad nacional' porque la situación era 'insostenible'. Y calificó de 'error mayúsculo' que Zapatero lo nombrara hace un mes. 'Eso demuestra cómo se piensan las cosas en el Gobierno de España', sentenció.

El líder del PP asistía a un almuerzo con los representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y era el objetivo de todos los medios de comunicación. Tras más de un mes sin dar una rueda de prensa —la última fue el 28 de mayo en Gran Canaria, en plena campaña europea— era la ocasión perfecta para que se pronunciara sobre el futuro de Luis Bárcenas.

Precisamente por ello, el dirigente conservador no pudo evitar que ambos asuntos se entremezclaran. Saiz había dicho que renunciaba a su puesto para no deteriorar al Centro y no dañar la imagen del Gobierno. A Rajoy se le planteó si Bárcenas debería hacer exactamente lo mismo.

'No hay ninguna novedad sobre ese asunto y cuando la haya se la comunicaré', respondió secamente. Rajoy obvió que ya se han dado importantes avances en este sentido. El último, que el Supremo decidiera asumir la causa del tesorero hace una semana. El jefe de la oposición no se ha pronunciado jamás en público sobre esta decisión judicial.

Rajoy tenía prisa por cambiar de tema. Más cuando, desde lejos, escuchó como un periodista insistía en saber si él dimitiría de estar en el lugar de Bárcenas, tal y como había dicho el líder del PP vasco Antonio Basagoiti. Pasa palabra. 'No, no sobre ese asunto. Alguna cosa más', quiso saber buscando otro tema al que aferrarse.

Rajoy prefirió cebarse con Saiz. 'Es una decisión con la que yo estoy muy de acuerdo', señaló. Según él, era lo lógico por 'los escándalos personales' y también por 'la sensación que se transmitía de que lo que estaba ocurriendo, con reestructuraciones, cambios de personas y dimisiones, como ocurrió con la cúpula antiterrorista, eran acontecimientos de enorme gravedad'.

A su juicio el centro de inteligencia español no podía estar sometido 'a estos líos, vaivenes y polémicas'. Y recordó que las dos comparecencias de Saiz en el Congreso habían sido 'un espectáculo lamentable'.

También contó que el presidente del Gobierno le había llamado por la mañana para contarle lo ocurrido y comunicarle, de paso, quien iba a ser su sucesor: Félix Sanz Roldán. Rajoy criticó que el nombre del sustituto no se hubiese pactado con el PP y defendió que durante el Gobierno del PP sí se hacía. 'Este nombramiento, así como el del gobernador del Banco de España, deberían ser producto de un acuerdo entre los dos grandes partidos',exigió.

El resto de dirigentes del PP fueron en la misma línea. Para la portavoz del Grupo Parlamentario, Soraya Sáenz de Santamaría, comentó que le parecía que la dimisión 'era un tema obligado' y que había 'tardado demasiado tiempo'. Y dijo que su formación consideraba que la ministra de Defensa, Carme Chacón, debía comparecer para dar explicaciones de las investigaciones que activó.

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