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Rajoy cuela a ETA en el debate del Congreso sobre Europa

FERNANDO GAREA

Hasta el último aliento de la legislatura, Mariano Rajoy mantiene como bandera de oposición parlamentaria la lucha antiterrorista. Ayer, en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso hasta después de las elecciones, el líder del PP se las apañó para sacar a relucir a ETA y eso que el debate se refería inicialmente sólo a Europa.

No había ninguna solemnidad ayer en la Cámara, pero, previsiblemente, se asistía al último cara a cara parlamentario entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, porque el que pierda el 9 de marzo se irá a su casa, tarde o temprano. Se trataba de dar cuenta del último Consejo Europea y por un error burocrático, Presidencia del Gobierno distribuyó un discurso inicial de Zapatero de hace justo un año para un Pleno similar y no fue fácil detectar el fallo, porque contenía los conceptos habituales de este tipo de debates, como la ampliación de la UE, Oriente Medio o la emigración, trufados de la habitual autosatisfacción.

Sólo faltaban las frases de balance de legislatura que Zapatero incluyó para la ocasión como las que hablaban de su orgullo por 'situar a España en el corazón de Europa'. También se recreó en felicitarse por la elección de Felipe González como presidente del Grupo de Reflexión que pensará el futuro de la UE. Asimismo habló del tratado que sustituye a la Constitución europea que él hizo aprobar en referéndum consultivo en 2005, adelantándose a todos, para nada. Puso tanto entusiasmo entonces en aprobarla como ahora en que se olvide lo innecesario de aquel esfuerzo.

Sólo faltó el 11-M
Rajoy cogió carrerilla en la rampa de lanzamiento hacia las urnas y le contestó con un trasunto de minidiscurso de Debate sobre el Estado de la Nación, en el que estaban todos los asuntos de los que ha hecho bandera desde marzo de 2004 como líder de la oposición: la política territorial, los peligros de pactar con independentistas, la inanidad de Zapatero en el exterior, sus relaciones con 'cualquier cacique', las alarmas por la situación económica, la subida de la inflación y, sobre todo, la política antiterrorista. Sólo faltó el 11-M.

Como Rajoy ha dedicado casi el 20% de sus iniciativas parlamentarias de la legislatura al terrorismo, ayer fue consecuente y dijo, por ejemplo, que Zapatero llevó a Batasuna al Parlamento Europeo e impulsó un 'vergonzoso proceso de negociación con terroristas'.

Si alguien pensaba que la fingida unidad tras el doble asesinato en Francia cerraba el debate sobre ETA, que abandone toda esperanza. Y así hasta las elecciones.

'Yo no me voy a cansar de reclamar que salga ANV de la vida pública española y a usted no le va a quedar más remedio que hacerme caso y lo que no le voy a pedir más es que cancele el aval de esta Cámara para seguir en tratos con ETA. De eso ya me encargaré yo con la ayuda de los españoles', advirtió.

La publicidad
Sumó el líder de la oposición la crítica por las campañas de publicidad del 'Gobierno de España' que, según dijo, han supuesto durante septiembre y octubre 'más de 100 millones de pesetas diarios' y que en noviembre y diciembre esta cifra subió a los '150 millones de pesetas'.

'Mucho dinero para el contribuyente y demasiado poco para tapar el fracaso de su Gobierno', dijo. De pasada habló de Europa para referirse a la irrelevancia de Zapatero y contraponer su falta de ideas sobre el asunto con las propuestas de González

En la réplica, Zapatero se limitó a reprocharle que quisiera repetir el debate sobre el Estado de la Nación que perdió en julio o adelantarse a los de la campaña y que 'una vez más haga oposición lamentablemente sobre la política antiterrorista'. No dijo más y eludió el debate sobre ETA.
Se mostró dispuesto a no emitir la campaña de publicidad oficial de Feliz Navidad y aseguró que el Ayuntamiento de Madrid hace una similar. En su último turno, Rajoy ya no hizo mención alguna al terrorismo.

Su pregunta en la sesión de control fue sobre economía y le sirvió para acusar al Gobierno de 'despilfarro' por las campañas de publicidad oficial y por gastar 11.000 millones de pesetas en tres meses. apatero le respondió asegurando que lo que hacen no es propaganda sino información.

El asunto del terrorismo lo recuperó luego Eduardo Zaplana, aunque preguntaba por otra cosa, y, sobre todo, el diputado Alejandro Ballesteros. 'ETA estaba arrinconada y ahora hasta decide el trazado del Ave', dijo el portavoz del PP y 'hasta el último día utilizan el terrorismo, es una vergüenza', le respondió la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

Mucho más virulento fue Ballesteros y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba le tachó de miserable' y le acusó de 'utilizar el dolor de las víctimas'.

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