El PP le ha dado una nueva vuelta de tuerca a la pre campaña. Si todo comenzó girando en torno a la economía ahora el discurso de Mariano Rajoy ha encontrado otro filón que explotar: la inmigración. La idea de la nación y la de la lucha contra el terrorismo no están agotadas. Pero los estrategas del PP quieren captar nuevos votos. Lo último que se les ha ocurrido es alertar sobre la posibilidad de que se formen guetos en España como no se le ponga freno a la inmigración.

Ayer el líder de PP fue a presentar el programa electoral a Alcalá de Henares (Madrid). Pero, en ese sentido, no hubo novedad alguna. Con cuentagotas, el partido lleva meses vendiendo sistemáticamente sus propuestas y los ejes básicos de su oferta electoral...

Pero cuando ayer Rajoy lo tuvo que poner sobre la mesa y el Comité Ejecutivo Nacional darle su aprobación se supo que no se dará a conocer en su totalidad hasta dentro de unos días porque hay que 'darle el último repaso'.

En este tiempo el PP concretará algunos aspectos pero nada indica que vaya a retocar algún punto de lo que se ha convertido en su última cruzada.

A pesar de la polémica que ha suscitado su propuesta del contrato por puntos para la integración de todas aquellas personas que quieran entrar en España, el líder del PP cargó contra Zapatero por 'practicar la política del avestruz'. Es decir, 'esconde la cabeza debajo del ala y dice que aquí no pasa nada' con la inmigración cuando, a su juicio, existe 'un problema real'.

Defensa de sus propuestas

El líder de la oposición basó buena parte de su intervención en defender sus medidas en esta materia. Ante un auditorio bastante soliviantado reclamó una inmigración 'legal y ordenada'. Aplausos. Abogó por 'luchar con contundencia contra la inmigración ilegal'. Piropos. Y proclamó que no será él quien le dé 'la nacionalidad española a alguien que haya cometido delitos en España'. Ovación generalizada.

También impuso varias condiciones como 'la obligación de prometer y jurar nuestra Constitución' y la necesidad de que 'aprendan la lengua española'. Para Rajoy es fundamental exigirles 'que digan que van a cumplir las leyes y que es su voluntad integrarse'.

Además deben reconocer que 'la mutilación sexual, la poligamia y el matrimonio de conveniencia son delito'. Estas son las condiciones necesarias para evitar que en España se vaya 'irremediablemente hacia la creación de guetos, de países dentro de nuestro país'. De fondo, sólo se escuchaba ya a una enfebrecida masa que le jaleaba al grito de ¡¡presidente, presidente!! .

A cambio, Rajoy ha pensado ofrecer a los inmigrantes los mismos derechos que al resto de los españoles. 'Ni uno más ni uno menos', indicó. Las ayudas serán para que aprendan el idioma, encuentren empleo y mejoren su formación'.