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Rajoy: "Aquí hay una alternativa"

El líder del PP aprovecha la cita para hacer campaña

MARÍA JESÚS GÜEMES

'¿A que le queda bien el fondo?', resaltó ayer una persona del equipo de Mariano Rajoy al abandonar la Moncloa. Se refería a la sala de prensa donde todos los viernes da cuenta del Consejo de Ministros la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de La Vega. Desde esa tribuna, el líder del PP se ha dirigido en más de una ocasión a los ciudadanos. Fue durante su etapa en el Gobierno de José María Aznar. Ayer volvió a ella, después de mucho tiempo sin utilizarla como forma de protesta, para explicar su reunión con José Luis Rodríguez Zapatero. Y, de paso, hacer campaña.

El dirigente conservador aprovechó la ocasión para colar su mensaje: 'Siendo como es la situación, difícil, aquí hay una alternativa dispuesta a asumir el reto cuando los españoles lo decidan'. También se sirvió del marco para vender la idea de que su partido tiene 'un programa claro y entendible' para afrontar las dificultades económicas. En el ambiente, teñido por la crisis, flotaba ya el aroma de los comicios de 2011 y los del año siguiente, cuando él se presente como candidato.

Exige reducir el déficit público y la reforma del mercado laboral

Tras más de dos horas de reunión, Rajoy quiso enfundarse el traje de hombre de Estado dando el visto bueno al plan de rescate a Grecia y con dos acuerdos bajo el brazo. Pero volvió rápidamente a su papel de líder de la oposición al reducir a la nada el consenso alcanzado. Rajoy se enfangó en el lodo electoral tachando el conjunto de 'insuficiente'. 'La política económica es un todo y las medidas aisladas no sirven', señaló.

Para el dirigente conservador, lo que se ha ido presentando durante todo este tiempo son iniciativas 'parciales, inconexas o contradictorias'. Lo que salió del palacio de Zurbano tampoco fue la panacea porque no logró centrarse 'en lo fundamental'.

Su frase más repetida: 'Se ha acabado el tiempo. Toca actuar, gobernar y ejecutar ya'. 'Ya llevamos mucho retraso', insistió. Cada vez que lo hacía, ahondaba más en la grieta que separa a ambos líderes, demostrando que es imposible que entre ellos se llegue a un pacto de Estado y logrando con ello mermar la confianza de los mercados internacionales.

Tras la reunión, Rajoy teme que Zapatero 'no haga nada más'

Para recuperarla, y con el objetivo prioritario de crear empleo, Rajoy defendió que para él es clave reducir el gasto y el déficit público. 'Es capital', mantuvo mientras ponía el énfasis en que ese había sido 'el principal problema de Grecia'. No fue su única demanda. También exigió a Zapatero que impulse de una vez por todas la reforma del mercado laboral. 'Llevan dos años perdiendo el tiempo los agentes sociales y el Gobierno', destacó.

En definitiva, la reunión se saldó con mal sabor de boca para el PP. En el marcador, más diferencias que coincidencias. Rajoy pidió al presidente del Gobierno 'un plan coherente' para salir de esta situación, que tachó de 'crítica'. Y le lanzó una retahíla de reproches. Entre ellos, volver a comparar las circunstancias de España con Grecia: 'Esperar a que escampe no conduce a nada y también demuestra que si tú no actúas, otros lo harán por ti'.

'La economía es un todo y las medidas aisladas no sirven', dijo

El presidente del PP repitió el guión que un día antes había expuesto en un almuerzo con afiliados en Puertollano. En la sede de Gobierno, lo único que hizo fue rebajar el tono de mitin.

Rajoy puso el punto final. 'La política de esperar y ver ya no puede continuar', sentenció. Y trató de combatir la etiqueta del dirigente que siempre acude a las citas con el único ánimo de poner la zancadilla. Para ello consideró 'positivo' que se fusionen las cajas antes del 30 de junio y su reforma legal. Además, dijo que esperaba que resultara 'útil' para generar certidumbre. 'Si el Gobierno hace lo que tiene que hacer, el PP lo apoyará', prometió. 'Pero también le he dicho a Zapatero que la responsabilidad de gobernar es de él'. 'Por sus obras los conoceréis', concluyó de forma bíblica.

Desde la sede nacional hicieron después balance. Sus colaboradores creen que lo logrado ayer es sólo 'una pata' que se queda 'corta' para resolver el 'drama' general. Dicen que Rajoy vio a Rodríguez Zapatero 'poco receptivo' y 'fuera de la realidad'. Por eso temen que no haga 'nada más'.

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