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Rajoy pide a Zapatero lo que el PP no cumple donde gobierna

Propone reducir organismos públicos y clarificar competencias, pero sus comunidades no lo hacen. No aclara si votará en contra o se abstendrá cuando el tijeretazo llegue al Congreso

MARÍA JESÚS GÜEMES

El presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer, en un acto del partido en Córdoba, 'una amplia reforma de las Administraciones Públicas'. 'Todas necesitan una dieta de adelgazamiento. Es inevitable. Hay que reducir organismos públicos', señaló ante los suyos.

El dirigente conservador denunció que sólo en Andalucía hay 317 empresas públicas y destacó que el resto de comunidades autónomas le van a la zaga. Rajoy propuso evitar duplicidades y lamentó que para el tema de la vivienda, por ejemplo, existan tres agencias: la estatal, la municipal y la autonómica.

Al líder de la oposición no le parece 'bueno' que repitan la 'misma estructura del Estado' y denunció que 'gastan mucho y mal'. 'Lo que no está escrito', proclamó. A su juicio, y más ahora que se le están haciendo 'recortes a los más débiles', se debería afrontar este asunto de una vez por todas. 'Les va a sentar muy bien y las va a convertir en eficaces', concluyó.

Rajoy también aprovechó para cargar contra el decreto del Gobierno. Los conservadores llevan meses exigiendo un recorte del déficit público pero ahora que se afronta difieren de la fórmula empleada. El presidente del PP lo tachó de 'estacazo' y considera que Zapatero ha impuesto 'sacrificios injustos a millones de españoles que no tienen la culpa de sus errores y que se han convertido en los paganos del presidente'.

Además, cree que con ello lo único que se logra es 'rebajar el crecimiento de España e impedir la creación de empleo'. Para él es la señal que revela 'la degradación a la que ha llegado el Gobierno'.

El PP, dijo, habría utilizado otro sistema. Volvió a hablar de fusionar ministerios, de suprimir la 'inútil' vicepresidencia tercera que ocupa Manuel Chaves y propuso una reducción de las ayudas a organismos internacionales y de 'todas' las subvenciones. 'Con esto se ahorraría una barbaridad', defendió.

Sin embargo, según los cálculos del Gobierno socialista, con las recetas que el PP llevó al Pacto de Zurbano, el pasado 5 de mayo, no sólo no se reduciría el déficit público, sino que se incrementaría en casi 15.000 millones de euros, es decir un punto del PIB.

Pero Rajoy sigue lanzando sus soluciones. Hace unos días habló del despilfarro de las embajadas autonómicas y reclamó la eliminación del 25% de los altos cargos. Ayer recuperó algunos de esos mensajes y, de paso, animó al Gobierno a presentar una ley que permita a las comunidades privatizar sus televisiones autonómicas.

Todas las propuestas de Rajoy suenan a melodía política a las que el PP le debe poner aún la letra. Los conservadores podrían llevar a la práctica muchas de las iniciativas que lanzan en Galicia, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Comunitat valenciana, Murcia y hasta en Canarias, donde gobiernan junto a Coalición Canaria. Rajoy, que se reunió hace una semana con sus barones territoriales, no les habló de dietas y no les dio orden de aplicar todo aquello por lo que aboga en público como ejercicio de ejemplaridad. Lo único que logró arrancar a sus presidentes fue el compromiso de reducir el sueldo de sus políticos en la misma cuantía en la que lo hagan en el Gobierno y en el Parlamento.

El PP se defiende. Sus responsables sostienen que lo que anunció Rajoy ayer era 'una idea' y explican que lo que pretende su formación es que se 'definan' los ámbitos competenciales y que, de una manera 'racional' se vaya reduciendo el conjunto de las administraciones públicas. Además, mantienen que allá donde gobiernan están haciendo 'esfuerzos importantes' de recorte.

Presumen de que Madrid cumple con la ley de estabilidad presupuestaria y que Galicia está realizando un 'esfuerzo de contención brutal'. Pero de la Comunitat Valenciana, con la deuda disparada, no hablan. 'Nosotros ya estamos poniendo en marcha cosas', aseguran. Pero no dan detalle. Para el PP, lo importante es que se 'ponga orden entre todos' y 'es el Estado el que tiene que propiciarlo'. Por eso ven bien una reunión de los dos partidos mayoritarios para alcanzar un consenso en este sentido.

Por otro lado, Rajoy afirmó ayer que el PP 'no apoyará' los recortes. El líder conservador no aclaró si su formación votará en contra o se abstendrá cuando el decreto llegue al Congreso.

Desde su entorno, algunos le animan a que proclame un no rotundo. Pero también hay quien le ha aconsejado que se abstenga porque lleva mucho tiempo exigiendo que se adopten iniciativas y ahora 'chirriaría' que se opusiera a todo. Rajoy dijo que no aceptará la subida de impuestos y, respecto a lo aprobado en el último Consejo de Ministros, que tampoco está dispuesto a tolerar la congelación de las pensiones. Pero no abordó el tema de la reducción del salario de los funcionarios.

El líder de la oposición aseguró que 'nunca' antes había visto 'un caso de travestismo tan espectacular' como el de Zapatero. 'Se ha convertido en la persona del mundo que menos resiste la comparación entre lo que dice ahora con lo que decía hace unos meses', criticó. Además, se quejó de que Europa haya convertido a España'en un protectorado' y se preguntó si habría sido necesario el recorte a 'pensionistas y funcionarios' si no se hubieran gastado 13.500 millones en el Plan E.

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