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Rajoy: "Sin reformas, se hubiera intervenido al Reino de España"

Fuentes del Gobierno aseguran que la petición de ayuda a la UE se venía negociando 'desde hace tiempo', y antes de la crisis de Bankia. El presidente del Gobierno considera ahora que el rescate

IÑIGO ADURIZ

Se resistió, pero un día después de que el Gobierno solicitara el rescate a la banca española, su presidente se dignó a comparecer públicamente para explicar la medida, la más drástica e importante desde el estallido de la crisis. Mariano Rajoy ha desayunado este domingo con las innumerables críticas recogidas en medios españoles e internacionales a su desaparición de ayer, después de que el Eurogrupo pusiera a disposición de los bancos españoles 100.000 millones de euros. Y, a media mañana, ha decidido dar una rueda de prensa. Poco después, ha iniciado su viaje a Polonia para asistir al primer partido de la selección española en la Eurocopa.

El mensaje que ha transmitido durante su comparecencia no ha distado en lo esencial del trasladado ayer por el ministro de Economía, Luis de Guindos. Rajoy ha añadido que, de no haber aplicado la tijera, España hubiera sido intervenida. Ha sido, en definitiva, la 'confianza' de la Unión Europea hacia a España y hacia sus políticas de recorte la que ha permitido este escenario. 'Si no hubiéramos hecho en estos últimos cinco meses lo que hemos hecho, lo que se hubiera planteado ayer es la intervención del Reino de España', ha asegurado.

Como Guindos, Rajoy evitó la palabra maldita. 'No voy a entrar en debates nominalistas', le ha espetado a un periodista que le ha preguntado sobre las reticencias del Ejecutivo a calificar como rescate a la ayuda de la UE para el sistema financiero español. El presidente del Gobierno ha preferido calificarlo como la 'apertura de una línea de crédito europea'. Y, como ha insistido en que no habrá ninguna 'condicionalidad' a las políticas del Ejecutivo, todo lo sucedido ayer en la reunión del Eurogrupo es 'positivo' para el jefe del Gobierno. Pero sí habrá condiciones: no planes extras de austeridad, pero sí más supervisión de las políticas de ajuste.

Durante su comparecencia ante varias decenas de periodistas españoles y extranjeros, que ha tenido lugar en el Salón de Tapices de la Moncloa –reservado a acontecimientos especiales–-, y no en el edificio habitual del Portavoz, Rajoy se ha mostrado 'satisfecho' de lo conseguido ayer por el Ejecutivo durante la teleconferencia del Eurogrupo.

El sábado 'ganó', en su opinión, 'la credibilidad del proyecto europeo', pero también ganó 'el futuro del euro' y 'la solidez' del sistema financiero español que, sin embargo, necesita más de 16 billones de las antiguas pesetas para poder mantenerse a flote. Tras la reunión de los ministros de Economía de la zona euro ganó, según Rajoy, 'la posibilidad de que pueda fluir el crédito' a las familias y a las pequeñas y medianas empresas. Y, así, el rescate permitirá el desarrollo de iniciativas y la creación de empleo. 'Sin crédito no hay inversión y sin inversión no hay empleo', ha insistido.

El presidente del Gobierno no ha recibido ningún tipo de presión para solicitar el rescate. 'A mí nadie me ha presionado. El que me he presionado he sido yo porque quería una línea de crédito para solucionar un problema', ha recalcado. Lo cierto es que esta no era la fórmula preferida por el Ejecutivo hasta ahora. El equipo de Rajoy, como el PSOE, preferían que fueran recursos españoles los que sanearan la banca.

No obstante, fuentes del Ejecutivo han explicado que el plan para solicitar esos 100.000 millones a la UE se lleva gestando 'desde hace tiempo'. Que no se planteó después de conocer el agujero de Bankia. Sino que el Gobierno llevaba intentando convencer a los socios de la zona euro de la necesidad de la ayuda desde hace meses, y que se perfiló durante la cumbre de la OTAN en Chicago.

¿Por qué entonces ante la evidencia de un rescate inminente y tras las filtraciones a diferentes agencias internacionales sobre la posibilidad de que la reunión del Eurogrupo iba a tener lugar este fin de semana, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría mantuvo la incógnita tras el Consejo de Ministros del viernes? 'Hay cosas que se comunican cuando ya se ha tomado una decisión satisfactoria', ha justificado Rajoy.

El presidente considera incluso que el rescate a la banca tenía que haber llegado antes. Pero la responsabilidad, ha insinuado, era entonces de los socialistas. 'Otros lo hicieron hace tres años', ha señalado, en referencia a los países que solicitaron ayudas en 2009. Pero más vale tarde que nunca, ha venido a decir el jefe del Ejecutivo. Porque ahora se manda un 'mensaje nítido y claro' de que 'el euro es irreversible' y la ayuda que recibirán los bancos españoles 'es buena para Europa y para España'.

Sigue sin estar claro si los bancos llegarán al tope de 100.000 millones impuesto por el Eurogrupo. La cifra final se conocerá cuando los evaluadores que estudian la solvencia de la banca española hagan públicas las necesidades de capital de los bancos más débiles. La ayuda no supondrá, en ningún caso, un incremento del déficit, ha dicho el propio Rajoy, ni cambios de planes en las políticas del Ejecutivo, según  ha respondido a una periodista.

A la espera de que la reunión del Consejo de Europa de finales de mes perfile el mecanismo para recibir esos fondos fuentes del Gobierno han explicado que lo más probable es que sea el FROB el que ingrese el dinero de la UE a un determinado tipo de interés y que esta, a su vez, prestará a los bancos necesitados a otro interés. 'Es un paso más en lo que hay que hacer. Es un paso en la buena dirección', ha añadido Rajoy, porque el Gobierno 'sabe adónde va'. 

La expectación que ha rodeado la comparecencia del jefe del Ejecutivo era máxima. El acceso al palacio de la Moncloa por donde entra la prensa estaba literalmente colapsado poco antes de las doce del mediodía. Los trabajadores de la casa, que no recordaban una 'tan gorda' desde hace tiempo, habían recibido incluso la orden de acreditar a quien mostrara un documento de identidad, sin esperar a consultar la base de datos de Presidencia.

Al final de la rueda de prensa, los más inconformistas eran los periodistas de medios internacionales, a los que no les quedaba claro si el rescate de ayer descarta por completo la intervención futura de España. Los miembros del Gobierno se afanaban por explicar que, de hecho, la ayuda se planteó ayer para evitar males mayores. No obstante, reconocieron que a 'España le quedan meses de sacrificios'. 

Lejos de dar marcha atrás y de cancelar su viaje a Polonia para ver a la selección española, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo ha justificado. 'Me voy porque la selección española es la campeona del mundo, campeona de Europa, y es bueno que el presidente vaya al partido inaugural de un campeonato', ha recalcado. 

El rescate de la banca española no es razón para cambiar los planes, ni mucho menos, según el jefe del Ejecutivo. 'Debo ir', ha llegado a decir, porque 'la selección española lo merece'. En todo caso, ha asegurado que si la ayuda a la banca no hubiera estado solucionada 'no hubiera ido'.

Pero ha defendido, además, que su viaje responde a una invitación del primer ministro polaco, Donald Tusk, y que tan sólo va a pasar fuera de España siete horas. 'Me voy a las dos y vuelvo a las nueve', ha recordado. 

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