A pesar de la filosofía con que afronta la brega política, Joan Saura ha envejecido visiblemente durante esta legislatura. Durante la entrevista concedida a Público evidencia quiénes son sus adversarios políticos: sigue por el rabillo del ojo la intervención de CiU en el pleno parlamentario y reprocha al PP su postura con el Estatut y las políticas de memoria histórica.

'Con el Estatut se ha cerrado un ciclo hasta después de las elecciones'

Dan por hecho que no habrá sentencia antes de las elecciones. ¿Beneficia eso al Tripartito?

Lo ocurrido hoy [por el pasado viernes] en el Tribunal Constitucional [TC] no beneficia a nadie. Pero no sería nada lógico que en periodo electoral se dictara sentencia. Se ha cerrado un ciclo hasta después de las elecciones. Como Govern, siempre hemos dicho que queríamos la sentencia cuanto antes. En todo caso, dada la incapacidad del actual tribunal, el fallo debería emitirlo otro TC.

José Montilla exigirá a José Luis Rodríguez Zapatero y a Mariano Rajoy que lo renueven. ¿Conseguirá convencer al líder del PP?

'La izquierda también confundió no venganza con amnesia'

Me temo que Rajoy sólo renovará el TC si Catalunya lo castiga en las urnas. Si el PP recibe un gran correctivo, quizás se lo plantee. Aquí pagarán su anticatalanismo, son los culpables de la degradación de las relaciones entre Catalunya y España. Y sin un buen resultado aquí, nunca gobernarán.

¿Teme que el conservador Guillermo Jiménez, que estaba en una posición intermedia, pacte ahora con Manuel Aragón una sentencia más dura que la de Elisa Pérez Vera?

Esperemos que el sentido común de los miembros del TC lo haga imposible. Sería un hechode una gravedad terrible. Este tribunal ha demostrado que no es eficaz, pero la responsabilidad es del PP y del Defensor del Pueblo. El PP votó artículos en Andalucía que aquí ha re-currido. Y siempre he dudado de la autoridad moral del TC.

El Govern sostiene que el Estatut se aplicará igual.

De momento lo hemos aplicado. Hemos renovado toda la arquitectura institucional de Catalunya. Nunca habíamos tenido una financiación así. Y en cuanto a los traspasos, hemos conseguido los cuatro o cinco más importantes que se desprenden del Estatut: Cercanías, Inspección de Trabajo, gestión del litoral, permisos de trabajo... No nos hemos frenado, como quería el PP.

¿Cree que el Gobierno se ha autocensurado con el Estatut, sea por prudencia ante el TC o por falta de voluntad política?

Puede que también se deba a la inercia de la Administración central. Para buena parte de ella, el Estatut es como si no existiera, incluso cuando llegas a acuerdos con un ministro, cuesta aplicarlos. Es posible que sigan esperando la sentencia, porque de las 30 leyes orgánicas que habría que modificar para cumplir el Estatut sólo se ha modificado una.

¿Falta lealtad institucional de Zapatero a Montilla?

No lo sé. A lo mejor se trata de cambiar inercias de cientos de años. Pero piense que el cambio que hemos producido es fundamental.

¿Cree que la resistencia más grande es la propia Constitución? ¿Se han planteado renegar del apoyo que le dio el PSUC?

Lo que estoy diciendo cabe en la Constitución. Quisiera otro tipo de Constitución pero hay que ser realista, es imposible cambiarla sin el PP. A nadie que se le escapa que con este PP, la Constitución actual no sería posible. Ahora están en contra de cosas que sí aceptó la derecha de la Transición.

¿Confía en una respuesta unitaria a la sentencia, el día que exista?

Hay un gran consenso político y social de que necesitamos el Estatut, lo comparte también ERC, que no lo votó.

¿Qué respuesta pedirán?

Depende de la sentencia, pero hay una idea de fondo: el Estatut no es sólo un texto legal, es un pacto de Catalunya con el Estado. Si el TC lo deshace o reduce, tenemos que exigir al Gobierno que rehaga el pacto. Si la sentencia dice que no se pueden hacer los Consejos de Justicia porque la Ley Orgánica del Poder Judicial no lo permite, Zapatero debe cambiar esa ley.

Con él pactaron la Ley de Memoria. ¿Se ha queda-do con la miel en los labios por la anulación de sen-tencia a Lluís Companys?

Me habría gustado que la ley hubiera planteado en su articulado la nulidad, pero el Gobierno no estuvo de acuerdo. Llegamos a un acuerdo que declara ilegítimos esos tribunales. ¿Es posible mejorar la ley? Seguro. Pero en 30 años CiU no planteó ninguna ley similar ni se hizo nada aquí ni en Madrid por la memoria.

¿Prueba lo ocurrido con Garzón que la Justicia no hizo la Transición?

Lo que se ha hecho es impresentable y denunciable. El otro día hablaba con un diputado europeo alemán que me decía en Alemania sería impensable que un partido pronazi llevara a los tribunales a un juez que hubiera juzgado los crímenes de Hitler.

¿El Gobierno debería tomar alguna medida?

Hace falta una modernización de la Justicia. Y una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que evite estas cosas. Espero que al final Garzón gane la batalla porque esto se ha convertido en un escándalo internacional.

¿Se puede seguir hablando de transición modélica?

Se hizo la que se pudo hacer. Los que apostábamos por ir a la ruptura no tuvimos la suficiente fuerza. Por eso hubo un pacto de no venganza, que las fuerzas políticas, también de la izquierda, han confundido con la amnesia. Han tenido que pasar 30 años para hacer políticas de memoria. Y eso es una crítica a los sectores progresistas, que durante mucho tiempo no quisieron hablar del pasado.