Este artículo se publicó hace 12 años.
Rajoy se resiste a romper con Mas
El PP catalán advierte al presidente del Gobierno de que es incapaz de seguir apoyando a la Generalitat del líder de CiU. El Govern cree que los presupuestos catalanes pondrán fin a la legislatura
Los conservadores catalanes que lidera Alicia Sánchez-Camacho creen que el apoyo que han dado a CiU para la estabilidad del gobierno de la Generalitat es ya insostenible. Por mucho menos que los planteamientos independentistas de Artur Mas, recuerdan en Barcelona, Antonio Basagoiti rompió su pacto con el PSE de Patxi López y le obligó a adelantar las elecciones en Euskadi al 21 de octubre.
El presidente del Gobierno, sin embargo, ha adoptado una actitud muy propia de su forma de abordar la política y, aunque en privado no niega su preocupación por el respaldo que está cosechando en Catalunya el independentismo de CiU, prefiere que el PP catalán estire su pacto con Convergència lo máximo posible.
El president de la Generalitat exigirá a Rajoy respuestas concretasEste jueves por la mañana, Mariano Rajoy recibe a Mas en La Moncloa. No está previsto que, tras la reunión, el jefe del Ejecutivo salga en rueda de prensa a contar el encuentro a los periodistas. Nunca lo hace cuando recibe a mandatarios autonómicos. Sí lo hará el president y lo que pueda decir ha levantado una gran expectación, porque la actualidad política está pendiente de conocer si habrá apoyo al pacto fiscal por parte de Rajoy, muy improbable, y si habrá adelanto electoral en Catalunya, casi seguro. Además, los de CiU ya habrán calentado el ambiente de la cita con una pregunta a Rajoy en el Pleno del Congreso del miércoles sobre la independencia catalana.
Durante su primer encuentro en febrero de 2012, Mas no logró arrancar a Rajoy ningún compromiso firme sobre la financiación catalana, cuya última revisión data de 2009, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En esta ocasión, el presidente de la Generalitat pretende respuestas concretas, en positivo o en negativo. Sabe que, conociendo a Rajoy, es mucho pedir, pero los tiempos de su plan independentista apremian. Además, Mas recordará a Rajoy el último y reciente apoyo parlamentario de CiU al Gobierno, a la tercera reforma financiera. Las abstenciones o respaldos directos de los diputados nacionalistas han ayudado en muchas ocasiones al PP a sacudirse un poco de la sensación que proyecta de gobernar a golpe de rodillo.
"Si Sánchez-Camacho no secunda los presupuestos, habrá adelanto de elecciones", dice un conseller
A Rajoy le gustaría seguir contando con este respaldo para los próximos presupuestos, cuyo avance presentará el Gobierno el 27 de este mes junto a su plan de nuevos recortes. Sin embargo, el PP catalán no va a ser de gran ayuda en este sentido, pues se encuentran incapaces de apoyar la que serán las cuentas de CiU en Catalunya para 2013, las primeras de corte explícitamente independentista. De hecho, el Govern da por sentado que los de Alicia Sánchez-Camacho no secundarán su presupuesto y "esto nos llevará al adelanto de las elecciones", afirmó un conseller a Público.
El presidente del Gobierno no quiere, pues, mostrar públicamente el rechazo real que le produce la deriva independentista de Mas, con pesar de Sánchez-Camacho, y ha pedido moderación también a sus ministros en sus críticas a los postulados nacionalistas. Rajoy, incluso, ha mostrado su "respeto" por quienes piensan como CiU, sin otorgar a la manifestación de la Diada más categoría que la de ruido y "algarabía".
Mas ha puesto su carrera política a disposición de la causa por la República de Catalunya
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo sabe que la apuesta de Mas es mucho más que una simple reivindicación de equilibrios fiscales entre Catalunya y España y que ya no se conformará sólo con eso. El líder de CiU ha puesto su carrera política a disposición de esta causa por una República de Catalunya y está dispuesto a ganar o a morir políticamente. Los conservadores, pues, no tienen que recordar al president lo que le ocurrió a Juan José Ibarretxe, porque él lo tiene asumido y acepta el reto seguro de su ventaja.
De momento, Artur Mas lleva las de ganar: entre los catalanes cala cada vez más el mensaje de que, si se han visto obligados a recurrir al fondo de rescate autonómico del Estado, es por la deuda de entre 20.000 y 25.000 millones que éste tiene con ellos; o que, con el 24% de su dinero que se destina a sufragar las instituciones españolas, podrían crear las suyas propias. Se comparan con Finlandia, Dinamarca, Austria o Hungría, que existen perfectamente en el marco de la Unión Europea con coordenadas similares a las de Catalunya.
Además, los partidarios de la independencia consideran que si el PP ha emprendido una senda anti Estado de las Autonomías desde el Gobierno central, su situación nunca podrá ir a mejor, sino todo lo contrario. Artur Mas está seguro, asimismo, de que ampliará los resultados de su victoria en los próximos comicios catalanes, cuyo posible adelanto los sitúa en la primavera de 2013 como muy tarde. A partir de ahí, del órdago pasaría a los hechos.
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