Este artículo se publicó hace 12 años.
Rechazo general al primer tijeretazo del nuevo Gobierno
La oposición y los sindicatos se unen en contra de los recortes aprobados el viernes. Rubalcaba afirma que las reformas destruirán más empleos
Dos semanas después de llegar al poder, el equipo de Mariano Rajoy se ha quedado sólo en la defensa de su primer tijeretazo económico. El único efecto que han provocado por ahora sus primeras medidas ha sido, precisamente, un rechazo generalizado. Un repudio unánime a la subida de los impuestos en los términos que establece el decreto ley del viernes y una negativa, con algunos matices, a los fuertes recortes acordados en el segundo Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo.
En la negativa coincidieron todos los partidos de la oposición, incluso aquellos más cercanos a los postulados del PP en materia económica, como CiU o el Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos. También tomaron posición en contra los principales sindicatos. Los conservadores sólo encontraron una respuesta favorable en la CEOE, la principal organización de la patronal.
Pocas horas después de conocer el plan del Ejecutivo, el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, convocó "de urgencia" a su equipo económico para una reunión al día siguiente, en la que el PSOE confirmó su rechazo a los recortes de Rajoy. En su comparecencia posterior, el exministro consideró que, lejos de reactivar la economía, el plan del Gobierno "deprimirá" aún más la situación del país.
Las adoptadas son, a juicio de Rubalcaba, unas medidas "graves e injustas" para el conjunto de los ciudadanos, que van a llevar a España "probablemente a la recesión económica" y, por lo tanto, "a la destrucción de empleo". El presidente del Grupo Socialista en el Congreso subrayó el hecho de que las reformas no incluyen incentivos al crecimiento, sino una subida de impuestos que impedirá el consumo.
Los conservadores sólo han encontrado apoyo en la CEOE
Los socialistas sí respaldan aumentar la fiscalidad, pero la de los grandes patrimonios y las grandes corporaciones. No el IRPF, como recoge el decreto ley del Ejecutivo. Rubalcaba consideró que los cambios en este último impuesto no son "razonables ni justos" porque quienes más los sufrirán serán los trabajadores que cobran menos de 53.000 euros anuales.
El socialista también rechazó de plano los argumentos expuestos por el Gobierno para justificar la subida de impuestos. Acusó al Ejecutivo de "mentir" al afirmar que el déficit del Estado es mayor del previsto por el anterior gabinete socialista. Y es que, según él, los conservadores han utilizado un "truco contable", como poner como excusa un déficit procedente de las comunidades autónomas para realizar el ajuste.
El Grupo Socialista pedirá la comparecencia de Rajoy en el Congreso para que explique las medidasEl Grupo Socialista pedirá la comparecencia de Rajoy en el Congreso para que desglose a qué corresponde la desviación del déficit en dos puntos, al pasar del 6% que preveía el anterior Ejecutivo, al 8% que ha anunciado el PP.
Desde el Gobierno volvieron a utilizar ese mismo argumento para justificar el recorte y la subida de impuestos, una medida que en todo momento rechazó Rajoy durante la campaña electoral. El sábado, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sostuvo que el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero dejó "un país en la ruina económica y social". Sus declaraciones van en consonancia con las que pronunció el responsable de Comunicación del PP, Esteban González Pons, un día antes.
Los argumentos de los conservadores no justifican las drásticas medidas, en opinión de los demás partidos políticos. El sábado, el diputado del PNV Pedro Azpiazu manifestaba su "enorme preocupación" por el plan del Gobierno porque, como Rubalcaba, él también considera que los recortes "ahondarán en una profunda recesión".
Ese mismo día, el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, juzgó que los recortes del PP suponen "un inicio muy preocupante" en la gestión de Rajoy como presidente, ya que tienen un "claro contenido antisocial".
Recortes "inasumibles"Ayer, el presidente de Asturias y ex número dos del PP, Francisco Álvarez-Cascos, se situó también en contra de las reformas del Gobierno de su anterior partido. El también líder de Foro Asturias juzgó los recortes como "inasumibles" para su comunidad autónoma.
Cascos se sumó a los representantes de otras formaciones que ya expresaron su negativa el mismo día de la aprobación del decreto ley. El portavoz de CiU en la Cámara baja, Josep Antoni Duran i Lleida, que sí dio credibilidad a la cifra de déficit anunciada por el Gobierno, consideró entonces que la subida del IRPF "castiga especialmente a las clases medias y, lógicamente, a las rentas del trabajo".
Los sindicatos han amenazado con responder en las calles si el PP mantiene su política de recortes
Más contundente, el líder de IU, Cayo Lara, acusó a Rajoy de hacer "seguidismo" del Ejecutivo socialista por ir "recorte tras recorte", lo que en su opinión se ha demostrado como una deriva "injusta e ineficaz" porque carga la crisis en los más débiles y provoca "más paro".
Nada más conocer las reformas los sindicatos mayoritarios ya advirtieron de que si el PP mantiene su política de recortes convocarán movilizaciones en las calles. Unas protestas a las que bien podrían sumarse ERC, ICV, Amaiur, Equo o UPyD, a tenor de su contundente negativa al plan del Gobierno, que califican de "injusto".
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