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El recorte del gasto social une a la derecha en Catalunya

El PP presenta un pacto con CiU para sacar los Presupuestos con su abstención

ALBERT MARTÍN VIDAL

'Intervenciones como la del cambio de sexo o la inseminación artificial ya no tendrán prioridad ante otras como las cardiovasculares'. Con estas palabras se refirió Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP de Catalunya, a la utilidad del acuerdo presupuestario alcanzado por su formación con el Govern en materia de sanidad. Posteriormente, Camacho matizó que lo expuesto era sólo un 'ejemplo', pero no aportó datos que prueben que eso ocurra actualmente. Tal vez era lo de menos. El PP celebraba ayer que vuelve a ser preponderante en Catalunya tras largos años de marginalidad.

La formación conservadora anunció un acuerdo definitivo con el Ejecutivo que preside Artur Mas para abstenerse en los Presupuestos de este año. De esta forma, las tesis planteadas por el Govern convergente para salir de la crisis podrán superar el filtro parlamentario y el recorte de 2.600 millones en el gasto ordinario que afecta también a los servicios sociales básicos será una realidad.

Sánchez-Camacho ve un ahorro de hasta 1.500 millones que el Govern no confirma

El plácet del PP a estas cuentas, que prevén un déficit del 2,6%, contrasta con las diferentes acciones parlamentarias llevadas a cabo por el partido que preside Mariano Rajoy para fijar un límite al gasto de las autonomías y respetar el 1,3% fijado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Pese a ello, el Govern puede reivindicar que estas cuentas son las primeras a la baja de la historia de la Generalitat y que ninguna otra Administración Pública española ha llevado adelante.

Sánchez-Camacho aseguró que, fruto del acuerdo alcanzado entre su partido y el Govern, la Generalitat se ahorrará una cantidad aproximada de entre 1.200 y 1.500 millones de euros. Esta cantidad sale principalmente de una reducción del 10% de empresas públicas que tendrán, además, un 20% menos de inversión pública y de la reducción del gasto farmacéutico.

La oposición critica la 'reedición' del Pacto del Majestic de Aznar y Pujol

Sin embargo, el Govern no confirmó ayer estas cifras y tampoco aclaró si estas cantidades servirán para hacer frente a la deuda pública de la Generalitat o se derivarán a otras partidas. El PP logró también un vago compromiso de que en las cuentas de 2012 sí se respetará el objetivo de déficit cero. 'No se gastará más de lo que se ingrese', aseguró Sánchez-Camacho, que recordó que el acuerdo incluye una disposición para que el gasto público no crezca en próximos ejercicios más de lo que lo haga el PIB.

Sin embargo, el Govern ha reiterado en esta legislatura que un déficit del 1,3% no es posible en el actual contexto.

El PP también quiso apuntarse el desvío de partidas del Departamento de Bienestar Social al de Sanidad, pero el dinero reorientado forma parte de un fondo de contingencia reservado para imprevistos y sólo se puede recurrir a él en caso de que no sea necesario.

El acuerdo incluye aspectos ya anunciados previamente por el Govern, como el fondo de 25 millones de euros del Institut Català de Finances para los autónomos o el pacto para destinar nueve millones a combatir el fracaso escolar.

Pero al margen de su libreto liberal y compartido con CiU, el PP ha logrado del Ejecutivo otras promesas más comprometidas para los nacionalistas. Así, el Govern se compromete a dar una nueva orientación a las oficinas de acción exterior de la Generalitat las llamadas embajadas para cerrar lo que Camacho denominó 'la etapa de los delirios de [Josep Lluís] Carod-Rovira', exvicepresidente del Tripartito con José Montilla.

El PP no logró el compromiso de ningún cierre en estas instituciones, aunque sí obtiene la garantía de que estas embajadas se limitarán a promover la actividad comercial con el máximo nivel de ahorro posible.

Tras el anuncio de Camacho, que no logró hacerse la ansiada fotografía con Mas por imposición del jefe del Ejecutivo, el resto de grupos se apresuró a criticar la 'reedición' del pacto del Majestic que a finales de los noventa rubricaron José María Aznar y Jordi Pujol. El PSC, que se desmarcó de los Presupuestos tras suprimir el Govern el Impuesto de Sucesiones a las rentas altas, lamentó que CiU acepte un pacto 'cocinado, preparado, evaluado, instado y requerido por el PP'.

Caprichos del calendario, cuando se cumple un año de la multitudinaria manifestación bajo el lema 'Somos una nación, tenemos derecho a decidir', la ley catalana más importante del año se aprueba de la mano del PP.

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