Este artículo se publicó hace 14 años.
El recuerdo del 11-M consigue unir a los partidos
El Congreso declara el 27 de junio Día de Homenaje a las víctimas del terrorismo
Ni las soluciones a la crisis económica ni las pensiones, ni los Presupuestos Generales del Estado. Sólo el recuerdo de la tragedia de los atentados del 11-M parece unir a los partidos españoles en torno al consenso. Ayer, cuando se cumplían seis años de los peores atentados sufridos por los españoles, el pacto se hizo visible entre todos los grupos del Congreso, que protagonizaron de común acuerdo un minuto de silencio en memoria de las víctimas y acordaron porunanimidad declarar el 27 de junio Día de Homenaje a las Víctimas del Terrorismo.
Los actos en recuerdo de la masacre en la que fallecieron 192 personas y que provocó heridas a otras 1.893 se llevaron a cabo a lo largo de todo el día. Según las propias víctimas, los más emotivos fueron los que tuvieron lugar en los escenarios de las explosiones. Allí, en las estaciones ferroviarias de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia se congregaron la mayoría de ellas y fueron"las únicas protagonistas".
En los actos institucionales en cambio, los que centraron la atención fueron los políticos. A las nueve de la mañana en la Puerta del Sol de Madrid, los fotógrafos se afanaron en buscar la imagen de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, juntos. La encontraron. Algo similar ocurrió horas más tarde en la Cámara baja con el frío saludo que se dedicaron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy. Fue el momento del Pleno que causó mayor expectación.
En la Cámara baja se puso de manifiesto que el acuerdo entre los políticos sí es posible. Los partidos acordaron una declaración institucional en la que destacaron que el dolor por la muerte "no es solamente un sentimiento íntimo, personal y exclusivo", sino que debe ser también "un sentimiento colectivo, un deber cívico, una reafirmación de dignidad frente a la indignidad de quienes matany frente al fanatismo".
En sede parlamentaria se unieron por la tarde los representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo y celebraron un emotivo acto en el que realzaron el valor de humano frente al terror. Con el presidente de la Cámara, José Bono, como anfitrión y la presencia de un único portavoz de grupo, el del PNV, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Pilar Manjón, y la de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVA), Maite Pagazaurtundua, leyeron parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Un grupo de niños, todos ellos hijos y hermanos de quienes murieron en los trenes aquel 11 de marzo de 2004 leyeron los nombres de todos y cada uno de los fallecidos sin poder evitar que muchos en la sala, la mayoría de ellos familiares de los muertos, contuvieran la emoción.
Pagazaurtundua aseguró que en el 11-M "el mínimo común denominador fue la condición humana de todas las víctimas, vulnerada por los terroristas". Bono afirmó que el acto servía para "beber de la fuente de la memoria", porque a su juicio, los atentados del 11-M, que han provocado "tanto rencor acumulado", hacen que los españoles tengan "más por recordar quepor perdonar".
El PP mezcla 11-M y FaisánY como cada 11-M, hubo quien pareció intentar sacar rédito político de lo ocurrido. La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, aludió a quienes los días posteriores a los atentados exigieron al Gobierno de José María Aznar conocer la verdad sobre la autoría de los atentados: "¿Cómo es posible que aquellos que decían tanto que querían un Gobierno que no mintiera están tratando ahora de que se archive el caso del bar Faisán?"
Cayo Lara, líder de Izquierda Unida, consideró que la mejor conmemoración para el 11-M sería que "el Gobierno diera instrucciones para que nuestras tropas se vinieran de Afganistán".
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