Este artículo se publicó hace 13 años.
El riesgo de privatizar el proceso
Una madre recibió un etíope enfermo del que no se podía hacer cargo
Victoriana de la Fuente fue madre durante apenas siete días. El 19 de noviembre de 2009 renunció a su hijo: un informe médico concluyó que el bebé que acababa de adoptar en Etiopía, Sidemo, de un año, sufría una atrofia cerebral. Victoriana regresó a España con las manos vacías.
"Durante el largo periplo previo, que arrancó en 2007, dejé clara mi postura de no estar capacitada, ni emocional, ni física, ni económicamente para hacerme cargo de un niño con enfermedades", asegura. Por ello, rechazó formar parte del proyecto Cielo Abierto a la diversidad, de la ECAI Cielo 133, que gestiona, entre otras, adopciones de menores con necesidades especiales.
La adoptante pide un examen médico independiente o los 9.000 euros gastados
Victoriana viajó a la casa de transición de Addis Abeba (Etiopía). Tras la entrega de Sidemo, el niño no reaccionaba, no lloraba... "Le pregunté al pediatra de la casa de transición y me dijo que tenía necesidades especiales, que yo debía de saberlo", asegura Victoriana. Pero el informe apenas advertía de una "severa malnutrición proteica".
Cielo 133, que ha gestionado satisfactoriamente cerca de 500 llegadas de niños desde Etiopía, explica que, a una edad tan temprana, es complicado detectar el problema. Especialmente, por la falta de recursos de estas entidades privadas. En su caso, sólo puede costear un pediatra en su centro de transición dos días por semana. "Si hubiese uno permanente, probablemente habríamos detectado el problema", reconoce la directora de la ECAI, Ana Pizarro.
Tras los retrasos de atención y aparato motor detectados por otro médico, se recomendó someter a un escáner cerebral al bebé en España. Pero Victoriana prefirió realizarlo cuanto antes y pagó uno en un hospital privado de Addis Abeba. Allí, le detectaron la atrofia cerebral. En Madrid, Cielo 133 puso en duda la veracidad del informe. De hecho, un segundo estudio, encargado por la ECAI, indicó que el bebé estaba sano. Pero Victoriana desconfía y reclama un tercero independiente, o que le devuelvan los gastos, más de 9.000 euros.
Mientras tanto, el niño ha cumplido 2 años en la casa de acogida. Desligado de Victoriana, Cielo 133 espera poder asignarle otros padres este mes, cuando la Corte de Etiopía reinicie su actividad. Pero ha surgido un nuevo problema: las autoridades del sur del país, donde se encuentra la casa de acogida, tienen bloqueadas las adopciones. "No sabemos si nos dejarán porque en los últimos meses nos han impedido la salida de otros diez".
Victoriana presentó el 4 de octubre una denuncia contra Cielo 133. La mujer critica que la Comunidad de Madrid "no sólo privatiza servicios que humanamente deberían estar sujetos a un control público y no medirse por parámetros empresariales, desatendiendo el interés del menor".
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