Este artículo se publicó hace 15 años.
Rubalcaba acusa al PNV de buscar el voto radical
El ministro sostiene que Ibarretxe corteja los apoyos "huérfanos de Batasuna"
Gonzalo López Alba
El político global aterrizó este domingo en "la madre de todas las campañas". Cántabro de origen, madrileño de adopción, gaditano de conveniencia electoral y un "socialista vasco" más para los socialistas vascos, Alfredo Pérez Rubalcaba protagonizó el acto central del PSE.
Convencidos como están sus dirigentes de que el proceso de negociación con ETA fue la palanca que rompió su techo electoral hasta hacer posible que el PSE ganara al PNV en las tres provincias en las últimas elecciones generales, intentan que el manantial siga nutriendo el río de votos para repetir el hito en los comicios autonómicos.
La niebla obligó a desviar de Bilbao a Pamplona el avión en el que se desplazó el ministro del Interior, pero no le distrajo del objetivo primordial de su viaje. Los socialistas intentan evitar que la ausencia electoral de la izquierda abertzale vinculada a ETA desvíe sus votos hacia el PNV, como procura el partido nacionalista.
A este empeño se aplicó Rubalcaba, quien acusó al PNV de tergiversar lo ocurrido para barrer votos: "Me molesta especialmente escuchar a Ibarretxe decir que ha sido una decisión electoral del PP y del PSOE. Es rotundamente falso. El lehendakari parece mandar un mensaje a los votos huérfanos de Batasuna, ya que esta vez no los va a poder utilizar en el Parlamento, como ha hecho muchas veces. Eso sí que es electoralismo".
Los apéndices de ETARecibido con una gran ovación por los seguidores socialistas, que saludaron su llegada puestos en pie y a los que correspondió agradeciendo "vuestra existencia", el ministro sostuvo que la ausencia de la izquierda radical en los comicios autonómicos es consecuencia de "una decisión de los tribunales", en aplicación de un principio elemental: "En democracia valen las palabras, no las pistolas".
Rubalcaba destacó que "es importantísimo que digamos una y otra vez que no hay persecución a ninguna idea". Y predicó con el ejemplo, rechazando la tesis de que estas elecciones se celebran con "una suerte de pecado democrático" por la ausencia de la izquierda radical, cuando "los tribunales han considerado probado que las segundas marcas de Batasuna no son más que un apéndice de ETA".
Rubalcaba recordó el proceso de paz al señalar que "hubo años en que la democracia pensaba que Batasuna podía servir de cauce de integración", pero concluyó que ese es un tiempo pasado "para siempre". Desde su conocimiento como responsable de Interior, aseveró que "donde se decide lo que se tenga que decidir, no está Batasuna; y diga lo que diga ETA, Batasuna va a decir amén". Eso es, según su corolario, "lo que la hace incompatible con la democracia", de modo que: "Batasuna tiene sólo dos opciones: o rompe con ETA o convence a ETA para que deje la violencia. Mientras, no estará en las instituciones democráticas".
El Plan III y 'Arma Letal IV'Rubalcaba cerró el bucle con la guía de campaña del PSE, la que señala al candidato Ibarretxe como un Ibarretxe "travestido", en expresión de José Antonio Pastor. El ministro señaló que, si tiene ocasión, abrirá el cajón para, al día siguiente de las elecciones, "sacar el Plan III", a imitación de las sagas de cine, como una especie de Arma Letal IV. Eso, además, con "el PNV larvando una crisis".
"Y en esto llegó Patxi", dijo Rubalcaba, para enfatizar que "esta vez, parece que sí", que "con Patxi se adelantará la primavera en Euskadi", porque un Gobierno presidido por él es el único "que puede resolver el problema de convivencia". Pero, "el cambio hay que pelearlo".
Patxi López no rehuyó la pelea, "harto de la consigna barata de Sabin Etxea [sede del PNV] de decir que los socialistas no estamos preparados para gobernar". El líder del PSE puso sobre la mesa el aval de experiencia de sus gobiernos municipales, que alcanzan a 800.000 vascos, casi la mitad de la población.
"Ibarretxe habrá estudiado economía, ¡pues que se presente a unas oposiciones! Esto es política", clamó el aspirante.
EL CANTO DEL CAMBIO
"Distintas voces y una misma canción"
El Canto del cambio es una canción coral creada expresamente para la campaña de Patxi López, que responde a su mensaje central: “El pacto entre diferentes es lo único que garantiza nuestro futuro”.
Todos los dirigentes que participan en la campaña se están ateniendo a su estribillo: “Distintas voces y una misma canción”.
Ejemplo de ello es que si Zapatero postuló el sábado a López como “un lehendakari de Izquierdas”, ayer podía leerse en los carteles colocados en Barakaldo: “Un lehendakari de la margen izquierda”.
La unidad interna de que goza el PSE es uno de sus principales avales frente a un PNV con una crisis soterrada, un PP que aún vive sumido en el desconcierto por la espantada de María Gil, una Eusko Alkartasuna que se ha divorciado del PNV y una EB rota en dos facciones.
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