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Rubalcaba sitúa a Valenciano al frente de su campaña electoral

Por primera vez en diez años, José Blanco no liderará el Comité Electoral socialista en unos comicios generales

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

Es el germen del nuevo poder dentro del PSOE. La investidura de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato ha supuesto una transformación interna en el Partido Socialista, que ayer se trasladó al segundo escalón en la cúpula dirigente, alternando el cambio y la continuidad que el propio Rubalcaba se comprometió a combinar al asumir su nueva tarea.

Rubalcaba trasladó a la dirección del partido los nombres que integrarán su núcleo duro, que estará liderado por Elena Valenciano, responsable de Política Internacional, número dos del Comité Electoral en las últimas convocatorias y muy ligada políticamente al candidato. Esta afinidad, su perfil político con esencia feminista y europea y su larga experiencia en la maquinaria electoral socialista han avalado a Valenciano para dirigir el Comité Electoral al servicio de Rubalcaba.

Caldera coordinará el programa electoral y Narbona, la Conferencia Política

Este primer anillo de confianza alrededor del candidato se completa con otros dos nombres rescatados del fulgor con el que el PSOE evoca la primera legislatura de Zapatero. Jesús Caldera, responsable del laboratorio de análisis del PSOE la Fundación Ideas y exministro de Trabajo, será el responsable del programa electoral. Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente y acomodada como embajadora de la OCDE en París, coordinará la ponencia de la Conferencia Política, un papel clave en una cita relevante con la que el PSOE quiere catapultar a Rubalcaba, y que se celebrará del 30 de septiembre al 2 de octubre.

El número dos del PSOE, José Blanco, permanecerá fuera de la visibilidad de este triángulo decisorio. Blanco, que ha dirigido el Comité Electoral en las últimas campañas con excepción de las europeas de 2009 que comandó Leire Pajín trabajará en un 'área de estrategia' en el futuro organigrama, ligado a grandes ejes más que al día a día de una campaña, según revelaron a Público fuentes de su entorno.

Los ministros Jáuregui, Gómez y Garmendia entran en el núcleo duro

El vicesecretario general socialista ya adelantó a Zapatero tras el 22-M la dificultad práctica de compatibilizar el timón de una campaña con la elevada exposición pública que exige cada esfuerzo electoral.

Blanco, arquitecto de las dos victorias de Zapatero, no tentará a las urnas una tercera vez, reforzando su autonomía frente a la posición de proximidad que se le ha atribuido en el proceso que culminó en la designación de Rubalcaba.

Centrarse en esa parte más visible de la campaña fue, precisamente, el argumento con el que el portavoz del PSOE, Marcelino Iglesias, justificó el cambio al frente del Comité Electoral, donde también permanecerá en un segundo plano el propio secretario de Organización socialista.

Valenciano trabajará como jefa de campaña asistida por otro dirigente muy en sintonía con Rubalcaba, el portavoz de Interior en el Congreso, Antonio Hernando, encargado de política municipal del PSOE. Su nombre encabeza el segundo anillo de elegidos alrededor del vicepresidente.

Los ministros de la Presidencia, Ramón Jáuregui, como responsable de políticas sociales, y de Trabajo, Valeriano Gómez, y Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, que mantendrán estas áreas, figuran también en el plantel que preparará la campaña. Junto a ellos está también la secretaria de Estado deInfraestructuras, Inmaculada Rodríguez Piñero, a cargo del capítulo económico. El diputado Daniel Fernández, miembro de la dirección del Grupo Socialista, realizará las propuestas del área institucional y Micaela Navarro, consejera andaluza de Igualdad, elaborará las de esta materia.

Rubalcaba ha tenido 'autonomía y mando' para elegir a su equipo, según las fuentes consultadas, que encajan dentro de la lógica del relevo emprendido en el PSOE con esta asignación de responsabilidades. El candidato había cambiado impresiones con los números uno, dos y tres del PSOE antes de anunciar cómo distribuirá el trabajo.

El propio líder socialista se encargó ayer de reforzar la soberanía del candidato, al reclamar a la dirección del PSOE 'apoyo cerrado' al trabajo deRubalcaba. Zapatero viene haciendo este llamamiento de forma reiterada en las últimas semanas para espantar los problemas inherentes a la bicefalia, que el PSOE conoce bien tras el fracaso del tándem Almunia-Borrell. A diferencia de entonces, Zapatero considera y así se lo dijo ayer a los suyosque el proceso de cambios que atraviesan ahora los socialistas 'está saliendo bien'.

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