Este artículo se publicó hace 12 años.
#Secuestropolicial en la cacerolada por la subida de la prima de riesgo
El movimiento 15-M ha vuelto a salir a la calle para señalar a los mercados como enemigos de las mayorías y reivindicar que no aceptan "el expolio ni la imposición de un escenario de guer
Mientras los mercados siguen calentando la prima de riesgo hasta elevarla durante el día de hoy por encima de los 500 puntos, el movimiento 15-M plantea su propia exigencia de un rescate ciudadano (#rescateciudadano), tal y como han difundido durante los últimos días en la redes sociales.
Alrededor de 400 personas han acudido a las 20:00 horas a Sol a la convocatoria de una cacerolada, siguiendo con la llama que fue prendida la noche del martes cuando miles de indignados marcharon por el centro de Madrid haciendo ruido para despedir el fin de las jornadas del aniversario del movimiento (ver especial). "Mientras la prima sube, nuestros derechos bajan", anuncia el comunicado del movimiento.
Al tiempo, en Barcelona han hecho lo mismo desde las 8:00 de la mañana y durante toda la jornada frente a los edificios de La Caixa de la Diagonal. El movimiento autodenominado OcuppyMordor de Barcelona (#occupymordor, como lo han llamado en la red social Twitter) ha decido en asamblea acampar en la sede de La Caixa hasta el día 22 de mayo, cuando está convocada la huelga de estudiantes y profesores contra los recortes en Eduación.
"El pueblo argentino saliendo a la calle con cacerolas consiguió que el presidente tuviera que escapar en helicóptero y que cayera el gobierno. Las políticas neolibiarales de allí consiguieron ser paradas por el pueblo, mediante la organización colectiva", explica Tomás, uno de los indignados que ha participado en las caceroladas. "Ahora que la prima ha roto la barrera de los 500, nosotras rompemos la barrera del silencio y volvemos a la plaza con nuestras cacerolas", anuncia la convocatoria.
"Nos hemos juntado a las 20:00 en Sol. Entonces, todos hemos empezado a golpearlas", relata Tomás. Una hora después, han decidido emprender la marcha y se han dirigido hacia la calle Alcalá por la acera, sin llegar a cortar el tráfico. Mientras se dirigían al Banco de España, "un gran despliegue policial nos ha cortado el paso. Cuando volvíamos a Sol, han aparecido cuatro furgones policiales y se ha desplegado otro cordón cortándonos el paso", ha señalado.
En ese momento, las cacerolas han dejado de sonar y los manifestantes se han sentado en el suelo y, frente a la presión policial, han decidido hacer una asamblea. A los que intentaban salir del cerco los agentes les pedían la identificación. En un gesto de desobediencia pacífica, "nos hemos agarrado por los brazos y hemos dicho que no nos iban a identificar y que estábamos todos juntos".
Durante la asamblea han intentado que no cundieran los nervios y se han explicado los protocolos en caso de detención y cómo resistir agarrado de forma pacífica. Después de una hora, los antidisturbios han abierto el cerco y han permitido que los manifestantes volvieran a Sol.
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