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Seis muertos en un asilo por un incendio fortuito

La policía atribuye el origen del fuego en la residencia de Sevilla a un incidente eléctrico localizado en el cuarto de una mujer de 65 años, que murió calcinada

R. BOCANEGRA / O. CARBALLAR

Un incendio provocado por un incidente eléctrico originado de manera fortuita causó ayer la muerte de seis ancianos (cuatro mujeres y dos hombres) en la residencia para mayores Aurora, situada en la calle Marqués de Nervión, 98, en Sevilla. El fuego se inició al filo de las doce de la noche en la habitación donde dormía Lucía Miranda Gata, de 65 años y con la enfermedad de Huntington, una dolencia que le impedía moverse.

Miranda murió calcinada, mientras que los demás fallecieron intoxicados por el humo. Una de las víctimas fallecidas fue sacada aún con vida del asilo, pero murió en el hospital Virgen del Rocío.

La residencia era privada y recibió la orden de mejorar su plan antiincendios

En la habitación de Miranda, ubicada en la última planta de un edificio de tres alturas más una azotea, había conectados tres aparatos, un cubrecolchón, una cama articulada y un aire acondicionado, según la Policía Científica. Los investigadores descartaron intencionalidad alguna en el siniestro y aseguraron que había sido fortuito. Los agentes, tras peinar 'centímetro a centímetro' durante cinco horas la habitación carbonizada, avanzaron que necesitarán diez días para tener listo el informe definitivo. La falta de luz en la planta donde se inició el fuego impidió a los especialistas trabajar de madrugada.

El marido de la gestora de la residencia Aurora prima hermana de Miranda explicó que se escuchó una pequeña explosión, como un petardazo, y todo comenzó a llenarse de humo. La primera llamada de aviso llegó al 112 a las 23.55 horas desde el interior del asilo. Un minuto después se alertó a los bomberos, al 061 y a la Policía Nacional y Local. A las 00.05 horas comenzaron a llegar los primeros efectivos.

Se formó una cadena humana para evacuar por la puerta a los ancianos de la residencia. Las ventanas de la planta donde se originó el incendio estaban enrejadas. Los familiares de los mayores fueron avisados de madrugada y se produjeron escenas de angustia a las puertas de la residencia.

La Policía Científica peinó «centímetro a centímetro» el cuarto siniestrado

Cuatro policías tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo. En total, 24 personas resultaron afectadas. Cinco de ellas permanecían ingresadas, al cierre de esta edición, en los hospitales sevillanos Virgen del Rocío, Virgen de la Macarena y Valme. La Junta de Andalucía ofreció dos residencias públicas a los afectados para sus cuidados.

La residencia Aurora era privada y, según la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, que autorizó provisionalmente en 2002 su creación, tenía todas los documentos en regla. El centro cumplía con la ratio de residentes estipulada tenía capacidad para 22 plazas y mantenía los planes de emergencia en orden. Disponía asimismo de cámaras de seguridad instaladas en los pasillos y cumplía, según la Junta, con toda la normativa en materia acústica y las específicas de los Servicios Sociales de Andalucía.

Murieron dos hombres y cuatro mujeres, una de ellas en el hospital

No obstante, sus sistemas antiincendios no estaban adaptados a un real decreto de 2007 que les obligaba en tres años a, entre otras cosas, instalar un sistema de extinción automática de fuegos. Igualdad desarrolló en septiembre su última inspección y le había dado de plazo para adecuar el plan hasta el próximo mes de marzo.

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, decidió abrir una investigación de oficio con el objetivo de 'clarificar qué ha pasado y para ver si las administraciones han actuado como tienen que actuar'.

La dueña de la residencia, que gestionaba de manera familiar, acudió ayer al tanatorio Servisa visiblemente afectada. La mujer estuvo sedada buena parte de la jornada. Estaba destrozada. 'Ha venido y nos ha dado el pésame a todos los familiares, pero no hemos hablado especialmente del incendio ni de sus causas porque todos estamos destrozados y ella también', explicó Manuel Urbano, yerno de José Béjar, de 94 años, uno de los fallecidos.

Los familiares de las víctimas esperaban los resultados de las autopsias, cada uno en su sala del tanatorio, conmocionados por el accidente. La mayoría guardaba silencio.

Las autoridades se implicaron desde el primer momento en consolar a las familias. Al lugar del siniestro acudieron de madrugada el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la consejera andaluza de Igualdad, Micaela Navarro.

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, visitó por la mañana a tres heridos en el hospital Virgen del Rocío. Javier Arenas, líder del PP andaluz, y Juan Ignacio Zoido, candidato conservador a la alcaldía de Sevilla, también se acercaron al tanatorio. El Ayuntamiento hispalense decretó tres días de luto oficial por la tragedia.

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