Nunca pidió a nadie que mataran a su marido, ni siquiera que se le diera un susto. Así se ha defendido la abogada acusada de encargar a un sicario el asesinato de su exmarido en Ciempozuelos (Madrid), que ha negado los hechos en la Audiencia Provincial de Madrid.

El juicio, que terminará en diciembre y en el que también se sientan en el banquillo otros dos procesados, ha dado comienzo hoy con la declaración de tres horas y media de la acusada, María Dolores M.P., para quien el fiscal solicita 39 años de prisión.

El interrogatorio ha comenzado después de que en la sala se escucharan unas conversaciones telefónicas en las que la Maria Dolores, tras conocer la muerte de su exmarido, dice a algunos familiares y conocidos que éste se puede 'pudrir bajo tierra' y que 'se lo coman las víboras'. 'Está siendo malo hasta después de muerto', afirma en otra conversación María Dolores, que también ha negado el principal móvil que maneja la acusación: el temor de perder la custodia de su hija, que entonces tenía 7 años.

Aunque la acusada ha sostenido que no supo de la sentencia que concedía al exmarido la custodia de la niña hasta después de su muerte, cuando, según ha declarado, se enfado 'muchísimo', el fiscal afirma que conocía el fallo antes de la fecha del crimen, ocurrido el 14 de marzo de 2007. María Dolores, lleva 3 años y medio en prisión, mientras que su hija se encuentra en régimen de acogida de la Comunidad de Madrid.

María Dolores, que afirma que fue ella quien decidió separarse, aunque su exmarido puso la demanda de divorcio, ha asegurado ser víctima de 'un complot judicial' urdido por el juez, contra el que ha interpuesto varias querellas por prevaricación, y ha dicho que por 'su culpa' piensa dejar de ejercer la abogacía. 

Entre los otros dos procesados se encuentra un antiguo cliente de María Dolores, que ha reconocido haberle llevado varios casos. Se trata de Eloy S.B., que también se enfrenta a 39 años de cárcel y que, presuntamente, contactó con el tercer acusado, que habría efectuado los disparos que acabaron con la vida del exmarido y que podría ser condenado a 43 años de prisión. Las defensas de los procesados han anunciado que pedirán la absolución de sus defendidos por falta de pruebas.

La acusada ha manifestado también que el crimen pudieron cometerlo Eloy y unos amigos suyos que se dedicaban a juegos de rol o la novia de la víctima, beneficiaria del seguro del fallecido. Unas afirmaciones un tanto contradictorias, ya que María Dolores también ha comentado que sabe que Eloy es confidente de la Guardia Civil y que 'ha vendido su cabeza' a cambio de que se le retiren denuncias pendientes por temas de drogas y otros.