La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, trató este jueves de reconciliarse con Javier Bardem, al que había desautorizado al asegurar que los artistas no no son expertos en el conflicto del Sáhara y que por lo tanto no deben opinar.

Para Sinde, Bardem 'es una persona que ha demostrado su seriedad y su compromiso con todas las causas sociales', según aseguró al ser preguntada por Público. 'No puedo más que respetar su criterio', añadió porque, como artista, reflexionar sobre la realidad política y social 'es su función'.

En una entrevista con el actor publicada por este diario, Bardem consideró 'de vergüenza' la pasividad del Gobierno, al que acusó de someterse 'a una dictadura como la marroquí'. La ministra de Cultura salió al paso invitando a Bardem y otros artistas que se han manifestado a favor de una condena a Rabat a que se mantuviesen en un segundo plano. 'Es un tema lo suficientemente delicado como para que los que no somos expertos no hagamos ese papel de opinar y de contribuir a la confusión en lugar de encontrar soluciones', aseguró en declaraciones a RNE.

En la mañana del jueves, tras participar en un Consejo de Ministros de Cultura de la Unión Europea, el tono empleado por Sinde fue mucho más conciliador. La ministra rozó la justificación de las críticas de Bardem al Gobierno asegurando que son este tipo de reflexiones llevan a alguien a 'sentir la vocación de dedicarse a la creación'. Para Sinde, la cultura es 'expresar' y 'contribuir al cambio de la sociedad'. De esta idea de cultura participan también el resto de ciudadanos, que 'tienen absolutamente la libertad de pensar y expresarse como quieran', recordó.

La ministra también aprovechó para criticar al diputado José María Lasalle, del Partido Popular, que la acusó de contribuir al 'apagón informativo' que según él está practicando el Ejecutivo. Sinde lo acusó, sin citarle, de 'aprovecharse y generar confusión' para desgastar al Gobierno.

Pese a esta nueva sensibilidad de Sinde hacia las críticas expresadas por los artistas, Cultura no mediará entre ellos y Moncloa para dar seguimiento a las 250.000 firmas fruto de una iniciativa ciudadana liderada por el propio Bardem para pedir una solución definitiva al conflicto del Sahara. Sinde anunció su disposición de mantenerse al margen porque, según ella, la responsabilidad recae sobre Trinidad Jiménez como ministra de Exteriores y Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente primero.