El presidente de la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ha desmontado hoy los argumentos con los que el Gobierno de Mariano Rajoy pretende bajar el sueldo a los empleados públicos que estén de baja. Miguel Borra ha recordado que cuando un funcionario está de baja “es porque un médico ha ratificado y firmado que no está en disposición de trabajar”, sentenció.

Según el Programa de Estabilidad 2012-2015 que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas, esta medida (que los funcionarios no cobren su salario íntegro durante los primeros 90 días de baja por incapacidad temporal) tendrá “un impacto presupuestario muy positivo”. Según el equipo de Rajoy, el plan “contra el absentismo” de estos trabajadores “aumentará su productividad y disminuirá las necesidades de contratación”.

Sin embargo, Borra no lo cree así. Para el presidente de CSIF, el anuncio sólo transmite a los ciudadanos “la sensación de que los empleados públicos se cogen muchas bajas, cuando en realidad están equiparados a los del resto de Europa”, aseguró.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, por su parte, también reconoció que sólo “una pequeña minoría abusa de las bajas médicas”. “Aunque hay funcionarios muy eficientes y eficaces, como en todos los sectores, hay cierta tendencia al fraude y eso es con lo que pretende acabar el Gobierno”, sentenció en rueda de prensa.

Hernando considera que, debido a ello, los empleados públicos aceptarán “muy bien” el plan del Gobierno porque “son ellos los que tienen que trabajar más cuando se producen situaciones de fraude”, continuó.

 “Las medidas que se adopten para garantizar que en la administración pública se trabaje -como hace la mayoría- de forma eficaz y eficiente, suponen un mensaje positivo para el conjunto de los ciudadanos”, concluyó el portavoz del partido conservador.

Borra, en cambio, criticó que los recortes se dirijan a los empleados públicos. “El déficit público no es culpa nuestra”, se quejó a Efe el presidente del sindicato mayoritario de funcionarios. Además, pidió al Gobierno que se ocupe de “los verdaderos problemas como las duplicidades administrativas o la excesiva proliferación de empresas públicas”, en lugar de seguirles “apretando las tuercas”.