Pasan las horas y poco se sabe de Mari Luz Cortés, la onubense de cinco años que desapareció el domingo tras comprar en un quiosco de chucherías próximo a su casa, en la barriada del Torrejón, el extrarradio de Huelva. El tiempo transcurrido y el poco éxito de la búsqueda, a la que se han ido sumando efectivos, incluidos los portugueses en zona lusa, engordan la angustia de la familia —que ya ha precisado ayuda psicológica— y alimentan la expectación mediática.

Tanto es así que el caso ha despertado ya el interés de medios extranjeros, desplazados en busca de similitudes con Madeleine McCann, la niña británica desaparecida el 3 de mayo en el Algarve portugués, a 180 kilómetros de Huelva.

La proximidad geográfica y la corta edad de las pequeñas —la inglesa tenía cuatro años cuando desapareció— han atraído a la zona a periodistas británicos. “La mayoría estamos en Portugal por Madeleine. Cuando hemos oído la historia hemos venido para ver qué comparación puede hacerse”, explicó un fotógrafo enviado a Huelva junto a compañeros del Daily Mirror, The Sun y el Daily Mail, entre otros.

Según el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, “no se puede descartar ninguna hipótesis”. Algunas se han abierto tras las primeras llamadas registradas. En una de ellas, una mujer asegura haber visto a Mari Luz llorando, en un autobús, en brazos de una mujer mayor, tesis que “no se puede descartar hasta no tener una certeza absoluta”, según López Garzón.

Amplio despliegue

Tampoco se escatima en despliegues. A la búsqueda se han unido agentes de Homicidios de Sevilla. La Unidad Canina de la Guardia Civil de Huelva ha seguido rastreando (más hipótesis) los vertederos onubenses. Y otra unidad, la de Buceo de los Bomberos de Huelva, se ocupará hoy de las Marismas del río Tinto y del Odiel, pegadas a la capital. Además, se sigue tomando declaración a quien pueda aportar alguna pista.

La familia, que pedirá la participación de los onubenses en una concentración prevista para hoy, guarda su propia versión. Su portavoz, José Fernández, ha clamado sin pelos en la lengua su particular mensaje: “A la niña se la ha llevado alguien. Que nos pidan lo que quieran, que se les da, sin policía de por medio ni nada, pero que digan dónde está”. Pero no ha sido la única petición: “Que la abriguen, que está haciendo mucho frío, y que le den su comida”.