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El temporal arrasa la costa norte y deja dos muertos

El paso de la tormenta ‘Becky’ castiga la cornisa cantábrica con rachas de viento de 100 kilómetros por hora y causa numerosos destrozos. Un marinero permanece desaparecido

J. SALAS / G. MALAINA

Se cumplieron las previsiones que alertaban sobre el temporal que azotaría durante la jornada de este martes en toda España, en especial la costa del Cantábrico. Las rachas de viento cercanas a los 100 kilómetros por hora, las fuertes lluvias y la violencia del mar, con oleajes de más de diez metros de altura, se llevaron la vida de dos personas y provocaron que otra más desapareciera. Además, otro hombre murió ahogado tras arrojarse al agua en el puerto de Bermeo desnudo, en circunstancias que aún se desconocen.

Los daños materiales también fueron cuantiosos en numerosas localidades costeras, que vieron cómo el temporal destrozaba sus infraestructuras y el mobiliario urbano. Las ciudades más afectadas fueron Santander, Gijón (Asturias), Getxo y San Sebastián (País Vasco), y A Coruña y Lugo (Galicia). Hoy siguen en alerta 30 provincias de toda España por el efecto de Becky, esta nueva ciclogénesis explosiva, un tipo de tormenta que suele tener efectos devastadores.

Dos muertos y varios heridos

En el puerto de Burela (Lugo) moría por culpa de un golpe de oleaje un marinero jubilado apodado Supermán entre los vecinos de la localidad por su valentía. La víctima, de 74 años –muchos de ellos de trabajo en la mar– supuestamente cayó al agua intentando amarrar una lancha durante el temporal. Varios testigos vieron al ex marinero salir al puerto, al parecer con la intención de cambiar de sitio su embarcación para protegerla del oleaje. Su cuerpo fue hallado poco después flotando en el agua.

El oleaje provocó un socavón de 20 metros en el Paseo Nuevo donostiarraEn Chipiona (Cádiz), la Guardia Civil recuperó ayer el cadáver de un hombre de origen magrebí que se hallaba en el interior de una lancha que se estrelló contra las rocas de madrugada. Curiosamente, en el interior de la embarcación neumática se encontró además un alijo de 1.200 kilos de hachís.

Además, al cierre de esta edición, todavía no se había encontrado a un pescador desaparecido en Baldaio, en Carballo (A Coruña), a pesar de que Salvamento Marítimo lo buscaba desde primera hora de la mañana. Además, un pescador resultó herido en Castro Urdiales (Cantabria) al volcar su embarcación por el fuerte oleaje cuando trataba de sacarla del agua. En Almería, un hombre de 53 años tuvo que ser atendido después de que le cayera encima un cartel publicitario de grandes dimensiones.

Inundaciones y socavones

El temporal castigó en especial la costa guipuzcoana. En San Sebastián, el embate de las olas causó un socavón de 20 metros en el Paseo Nuevo, donde arrancó además varios bancos, tramos de barandilla metálica, pivotes, farolas y máquinas de parquímetros. Al otro lado de la bahía de La Concha, en la zona de Ondarreta y del Peine de los Vientos, las olas se llevaron 30 metros del muro del paseo y parte del pavimento. El mar causó también daños en los puentes de la Zurriola y del Kursaal, así como en el Paseo de Francia. El mal tiempo también causó daños en el muro marítimo del paseo de Hondarribia y provocó un desprendimiento de tierra en la carretera que une por la costa las localidades de Zarautz y Getaria.

El mar derrumbó 150 metros de balaustrada en A CoruñaEn Vizcaya, los principales daños se registraron en Getxo, donde las olas arrasaron también parte del paseo de Ereaga, y en un dique del puerto pesquero de Bermeo.

En A Coruña, las olas de diez metros de altura arrasaron el paseo marítimo, derrumbando 150 metros de balaustrada, farolas y varios bancos ubicados en la zona. En la costa de Lugo, otra de las zonas más afectadas, el temporal causó serios daños en el muro del puerto de Burela y empotró a un barco contra otro.

También sufrió el paseo marítimo santanderino de El Sardinero, donde se registraron olas de 13 metros de altura que se llevaron 50 metros de la barandilla que lo adorna.

El río Piles se desbordó cerca de su desembocadura en Gijón, donde los medidores de la autoridad marítima captaron olas de 11,5 metros, a pesar de lo cual el puerto permaneció operativo. Numerosas poblaciones asturianas, como Ribadesella, Luanco, Gozón y Candás, sufrieron inundaciones en comercios y viviendas.

Vuelos y barcos cancelados

Las malas condiciones obligaron a AENA a cancelar tres vuelos y a desviar otros cuatro. Además, se complicó de tal modo el paso en el estrecho de Gibraltar que se suspendieron las conexiones marítimas entre Tarifa y Tánger.

Las dificultades para navegar también obligaron a los marineros a aplazar por un día sus faenas. Así, las flotas pesqueras de Lugo, Pontevedra, A Coruña, Almería, Murcia, Ceuta y Cádiz permanecieron en puerto.

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