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Vandellós quiere que la central cambie de nombre

El municipio cree que la mala imagen de la planta afecta al turismo

JORDI SIRÉ

El enconado debate nuclear se permite momentos de humor negro como el protagonizado por el alcalde de l'Hospitalet de l'Infant i Vandellòs, el convergente Josep Castellnou, que ha reiterado una petición realizada hace ya cerca de seis años a los propietarios de la central para que le cambiaran el nombre en un intento de evitar la mala imagen que traslada del pueblo con sus continuos incidentes. La petición parecía de calado, pero ayer, una vez la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (que agrupa Endesa e Iberdrola) negara haber recibido constancia oficial de la exigencia, ya relativizaba el alcance de sus declaraciones afirmando que 'era una frase irónica, nada más', y quitaba hierro a la presencia de la planta.

La razón de esta suficiencia es que esta misma semana podría avanzarse el borrador de presupuestos municipales para el año próximo, que prevé ingresos por diversos conceptos a cargo de las compañías eléctricas propietarias de la planta de unos cinco millones de euros, según datos proporcionados por el propio alcalde. Y como afirma un concejal, 'no queremos que nos pase como a l'Ametlla de Mar, que hace unos años renunciaron al dinero de las nucleares y se encontraron sin un duro en caja. El follón que siguió fue de aupa y el alcalde tuvo que dimitir'.

Sin embargo, la misma fuente reconocía la existencia de bajas colaterales en el abrazo del oso de las centrales. En un municipio que ha hecho del turismo una de sus principales fuentes de ingreso al margen del monocultivo del átomo, 'no hay manera de que nos den una bandera azul para la playa de la Almadrava. Es la que mejor tratamos y en la que más invertimos, pero la fotografía de la playa con el reactor al fondo hace mucho daño', explica. Visto lo visto, parece mucho más fácil que quien cambie de nombre no sea la central, sino el pueblo...

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