Este artículo se publicó hace 12 años.
Willy Uribe: "No soy un suicida ni un héroe pero voy a ir hasta el final"
El escritor vasco encara su tercer día en huelga de hambre, convencido de que se logrará el indulto para el extoxicómano David Reboredo
El pasado día 11, el escritor vasco Willy Uribe llegó a primera hora en un autobús a Barcelona. Se fue al mercado de La Boquería y compró una barra de pan, unas lonchas de jamón, queso y unas piezas de fruta. Después de desayunar comenzó una huelga de hambre.
Uribe, instalado desde entonces en el local de 'Sigue leyendo', una asociación de escritores y periodistas situada en el barrio de El Raval, tomó la decisión ante la "injusta" negativa del Gobierno a conceder un indulto a David Reboredo, un extoxicómano rehabilitado que ingresó en la cárcel el pasado día 4 por intercambiar hace años dos papelinas de heroína con otro adicto. La noticia, sólo unos días después de la concesión de un doble indulto a cuatro mossos d'Escuadra torturadores, le hizo actuar.
Va a encarar ya el tercer día de huelga. ¿Cómo se encuentra?
Sólo acabo de empezar, pero aún no tengo hambre, es curioso. Sólo tomo líquidos con azúcar, Acuarius... Me encuentro bien físicamente y mejor anímicamente. Estoy muy bien acompañado, en el local de 'Sigue leyendo'. Me animan y me distraigo. Trabajo duro en las redes sociales y atiendo a los medios de comunicación. Se me pasa el tiempo muy rápido. Duermo aquí mismo en un saco. Para más adelante ya hemos contactado con un servicio médico y en unos días me harán el primer reconocimiento.
¿Qué apoyos ha recibido hasta ahora?
Sobre todo a través de las redes sociales. Además la Asociación de Escritores de Euskadi ha emitido un manifiesto apoyando los objetivos de mi iniciativa y ha sido firmado por mucha gente. Muchos correos electrónicos, llamadas, reacciones en Facebook y en Twitter...
¿Conoce a David Reboredo o a su familia personalmente?
No lo conozco. Ayer recibí un correo electrónico de su familia, muy entrañable. Me daban las gracias por mi acción, me llamaban compañero y me contaban las acciones que se están haciendo en Galicia, que es una tierra con la que tengo mucha relación. Fue una inyección de energía.
¿Qué lleva a una persona a hacer algo tan duro como una huelga de hambre en apoyo a alguien que ni siquiera conoce?
Sobre todo la sensación de injusticia ante un agravio comparativo tan grande, entre el caso de David y los indultos concedidos a mossos torturadores o al banquero Alfredo Sáenz. Además tengo 47 años y por mi edad he vivido la época de las drogas, en la que muchos amigos cayeron. Sé por ellos lo duro que es salir de la heroína. Siempre he procurado manifestarme contra las injusticias. He participado en protestas antidesahucios, en la huelga general... como tanta gente en este país. Pensé cómo hacer una acción directa y pacífica y creí que esto era lo mejor.
"Estoy muy fuerte. Voy a seguir hasta que David salga de la cárcel"
¿Qué le dicen su familia y amigos?
Me apoyan. Cuando tomé la decisión se lo dije en primer lugar a mi mujer y a mi hija, y me dieron su apoyo.
¿Se han puesto en contacto con usted desde el Gobierno?
No, nada. Aunque es muy pronto todavía. Acabo de redactar una carta dirigida al presidente del Gobierno y de colgarla en la web. Vamos a tratar de difundirla e invitamos a quien quiera a imprimirla y enviarla por correo al Palacio de la Moncloa.
¿Hasta donde piensa llevar su huelga de hambre?
Estoy muy fuerte. Voy a seguir hasta que David salga de la cárcel. Estoy convencido de que vamos a conseguirlo. No soy un suicida, no soy un mártir, no soy un héroe, pero voy a ir hasta el final porque el final va a ser la libertad de David, no va a ser un final necrológico.
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