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Zapatero da por cerrado el desarrollo autonómico

'Conseguido el objetivo. Es una sentencia para la tranquilidad', proclama el presidente del Gobierno en su primer pronunciamiento sobre la el fallo del Tribunal Constitucional

GONZALO LÓPEZ ALBA

'Conseguido el objetivo'. Con esta rotunda afirmación, que choca abiertamente con el parecer público de los partidos catalanes, José Luis Rodríguez Zapatero reivindicó ayer que, gracias a la mayoría socialista que encabeza en las Cortes y con el fallo del Tribunal Constitucional en la mano, Catalunya tiene hoy 'garantizado el máximo autogobierno que ha tenido en su historia' y 'sin ningún riesgo para la unidad de España'.

El presidente del Gobierno decidió el lunes, cuando el alto tribunal emitió su fallo sobre el Estatut, esperar a la sentencia completa, pero cambió de opinión al saberse que el texto íntegro no se conocerá como pronto hasta el día 12, en la semana del debate sobre el estado de la nación. Ayer, aunque señaló que es 'bastante recomendable' tener 'la prudencia' de esperar a ese momento antes de hacer 'pronunciamientos definitivos', aprovechó la visita de Tony Blair para convocar a los medios de comunicación y adelantar su juicio.

Zapatero resaltó que la sentencia sobre el Estatut 'es el fin de todo un proceso de ampliación de la descentralización política y de reconocimiento de más identidad de Catalunya, dentro de la España constitucional y democrática'. Su vaticinio es que así se asumirá mayoritariamente 'cuando se serenen las aguas'.

El presidente argumentó que la sentencia 'es, ante todo, garantía de que ya ninguna otra mayoría, ninguna ley estatal o, en su caso, autonómica, podrá cuestionar el reconocimiento que el Tribunal Constitucional hace al autogobierno de Catalunya'.

A partir de este juicio, concluyó que se trata de 'una sentencia para la tranquilidad' de todos. 'Ha demostrado que la España constitucional es fuerte e integradora; fuerte porque reconoce amplias cuotas de autogobierno e integradora porque lo hace desde una perspectiva de vertebración del Estado'.

Zapatero confirmó su voluntad de recibir al president de la Generalitat 'para analizar la sentencia y, en su caso, si hubiera que tomar alguna iniciativa para reforzar lo que es el esfuerzo de desarrollo del Estatut que hemos hecho'. Echaba así también un capotazo a José Montilla confirmando su disposición a estudiar medidas que puedan compensar algunos de los recortes del Estatut dictaminados por el TC, sin entrar en más detalles.

El que se ha apuntado desde fuentes gubernamentales como más factible es el que se refiere al capítulo judicial, ya que la sentencia justifica su inconstitucionalidad en que se trata de una materia cuya regulación compete a la ley orgánica del poder judicial.

Pero Zapatero prefirió poner el acento en que, gracias a su Gobierno, se han traspasado competencias en inmigración, medioambiente o cercanías, se ha aplicado la disposición adicional para compensar el déficit de inversión en infraestructuras y, sobre todo, se ha acordado un nuevo sistema de financiación.

La evocación de lo ocurrido con esta negociación fue utilizada por Zapatero para avalar sus juicios. 'Se decía que no iba a haber acuerdo o, en todo caso, que sería insolidaria o no suficiente para Catalunya, y estuvimos un año así. Hubo acuerdo, fue solidario, se mejoró la financiación de Catalunya y al final están en el acuerdo todas las Comunidades Autónomas', señaló para avalar su pronóstico de que, cuando se observe con perspectiva, habrá un reconocimiento mayoritario al Estatut. La otra 'experiencia personal' que esgrimió fue el recuerdo de que cuando se empezó a negociar el Estatut 'había dudas de que se aprobara y cuando se aprobó, a algunos en Catalunya no les gustaba y otros dijeron lo de España se rompe, y hoy parece que todo el mundo defiende el Estatut'. Ahora cree que se está ante 'el tercer episodio' del mismo relato.

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