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Zapatero pide a la UE más esfuerzo en inmigración

En su primera comparecencia ante el Pleno Europeo

ANA PARDO DE VERA

El presidente del Gobierno llegó al Parlamento comunitario, en Bruselas, cargado de Europa. Con un discurso que no se sabía bien si era el del jefe del Ejecutivo de España o el de quien marca las pautas de la políticas de la Unión. A pesar de que era la primera vez que comparecía ante un pleno de esta Cámara, Rodríguez Zapatero habló ante un hemiciclo semi vacio y pidió una Europa solidaria, social, moral, ecologista, segura y de valores. En suma, una Europa que sea una referencia de progreso y bienestar.

No dio recetas mágicas, pero apuntó trayectorias a seguir. Sobre todo, subrayó la necesidad de 'fortalecer la política europea sobre inmigración', porque es una realidad que marca 'y marcará aún más' la agenda de Europa. Reconoció las bondades de dicha inmigración y puso como ejemplo a España, en donde, aunque la práctica ilegal de la misma supone un problema, trae consigo muchos elementos positivos: 'Aportación demográfica, dinamismo de la diversidad cultural o impulso al crecimiento potencial de la economía'.Solicitó a los miembros del Parlamento Europeo que favorezcan las políticas de integración, respetando derechos y exigiendo obligaciones.

En su opinión, 'una Europa que asegure esta integración será más digna, más libre y más segura'. Para el jefe del Ejecutivo, hay que fortalecer la Agencia Europea de Fronteras, mejorar la 'cooperación sobre el terreno' y desactivar a las mafias 'que se aprovechan de la urgencia vital de esos hombres y mujeres por salir de su entorno de miseria y frustación'.

Ambición

El jefe del Ejecutivo socialista también pidió ambición a los parlamentarios. Ambición para la economía, y puso como ejemplo la adopción del euro como moneda única, 'de extraordinario impacto'. Ambición para las políticas sociales, que permiten a Europa seguir creciendo 'con solidaridad y cohesión' y crear 'empleo estable y digno'. Ambición para prevenir y combatir 'el terrorismo internacional y el crimen organizado'.

España, dijo, 'por nuestra dolorosa experiencia, sabe de la necesidad vital de la acción solidaria y siempre estará en la vanguardia de esta política'. Por último, Zapatero pidió ambición para luchar contra el cambio climático: Europa se ha comprometido a reducir en un 20% las emisiones de gases para 2020, pero hay que ir más allá y convertirse en 'referente' de esta lucha: 'Podemos y debemos marcar una tendencia y facilitar un nuevo consenso' en las negociaciones medioambientales de Bali, que tendrán lugar en diciembre.

Zapatero contó, durante su discurso, con un buen número de aplausos de los suyos. La sorpresa vino por parte de los populares, que encabezados por Jaime Mayor Oreja, constituyeron lo inesperado de la tarde por su silencio y por la moderación de su mensaje. No así por las ausencias, mayoritarias en el grupo de los conservadores. Lo que se consideró como 'una falta de respeto institucional', según los socialistas europeos.

Los pocos que asistieron al discurso de Zapatero eran conocidos: Ana Mato, Luis de Grandes, Luis Herrero, el propio Mayor o Carlos Iturgaiz estuvieron presentes sin mostrar emoción alguna. Chocó el discurso de Mayor por enrevesado y falto de mensajes.

Fuentes del Parlamento Europeo indicaron más tarde que el presidente de la Cámara le habia pedido que moderase su declaración y no hiciese mención alguna a la política nacional. 'Jaime se desinfló', comentaban en el cóctel posterior que Zapatero concedió a los funcionarios españoles del Parlamento y el Consejo de Bruselas. En éste, buenas palabras del presidente a sus paisanos: saludos y agradecimientos.

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