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Zapatero reclama para el próximo líder del PSOE "el apoyo de todos"

El expresidente del Gobierno dice adiós a la política activa con una defensa cerrada de los valores socialdemócratas y de sus políticas sociales.

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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha atribuido el cambio en su política económica a factores externos y ha realizado una defensa cerrada de los valores socialdemócratas, 'que no retroceden, crecen'. Su último discurso como secretario general durante el 38 Congreso del PSOE se ha prolongado durante una hora y recibido dos minutos de aplausos de los asistentes a su conclusión.

En su discurso, Zapatero no ha hecho el más mínimo guiño a ninguno de los dos precandidatos que mañana pelearán por sucederle, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. Tan sólo una petición: que 'todos democráticamente estén detrás de quien tenga el liderazgo' y que le den 'al menos el mismo el apoyo' que él ha recibido estos años.

A su juicio, el país necesita un PSOE 'unido y fuerte, con un liderazgo claro, que trabaje, que arrime el hombro, que sea alternativa cuanto antes al proyecto del PP'. En todo su discurso Zapatero sólo ha mencionado de forma explícita un nombre: José Bono, con quien disputó el liderazgo del PSOE en el año 2000 y con quien, ha recordado, fraguó 'una lealtad, un afecto y una amistad' que todavía hoy perdura.

Zapatero ha iniciado su  intervención, en principio una presentación del informe de gestión de su Ejecutiva ante el plenario que se ha convertido en un balance sobre los once años y medio de liderazgo socialista, agradeciendo el apoyo de los militantes socialistas y recordando que muchas de las decisiones que tomó como presidente del Gobierno, sobre todo en la segunda legislatura, estuvieron motivadas por la crisis económica. En este sentido, ha advertido al PP de que hay condiciones externas que hipotecarán su acción de Gobierno.

'Debilidades sí, pero no hubiéramos vivido la dificilísima situación económica y de empleo que tenemos si no hubiéramos tenido los acontecimientos globales y europeos que vivimos',  ha remarcado para abundar: 'Hoy, junto a este reconocimiento de nuestras debilidades y a los hechos que dieron origen a la crisis, es un buen momento para debatir y aprender sobre las lecciones de lo que hemos vivido: una lección global, una europea y otra española', ha dicho.

'Me han dado hasta en la ceja', se lamenta

En el terreno económico, Zapatero ha presumido de que hasta mayo de 2010 aplicó una política keynesiana, un rumbo que se vio obligado a modificar en beneficio del país, ha sostenido, porque en caso contrario se hubiera entrado en una 'situación de colapso económico y financiero' y se hubiera roto la cohesión social.

Zapatero ha asegurado que sus políticas evitaron una crisis de la deuda, una posible intervención de España y ha reconocido, una vez más, que tardó más de lo normal en reconocer la gravedad de la crisis: 'No tengo ningún problema de solemnizarlo ante vosotros', ha dicho. 'Pero no puedo asumir la crítica que se ha hecho con frecuencia de que trabajamos con improvisación. No', se ha quejado para proseguir: 'Trabajamos dando respuesta en cada momento a la situación que se producía'.

El expresidente del Gobierno, quien reconoce que 'vivimos en un momento difícil para España', ha asegurado que la oposición del PSOE 'tendrá sentido de Estado' porque no tiene como objetivo derrotar al PP, sino 'derrotar a la crisis y crear empleo'. 'El sentido de responsabilidad histórica del partido se pone a prueba y se va a demostrar en este tiempo', ha subrayado. 

En un encendido discurso en defensa de la socialdemocracia, Zapatero ha negado que se encuentre en crisis y, bien al contrario, lo ha defendido como la ideología que puede mantener en pie las patas que sostienen el Estado del Bienestar. 'Los valores de la socialdemocracia no retroceden, crecen', asegura.

'Fuimos pioneros en derechos que ahora están llegando a otros países'En su balance sobre las políticas sociales ha recordado la Ley contra la violencia de género y su combate, 'que hay que continuar con todas las fuerzas', o la asignatura de Educación para la Ciudadanía, una materia cuya eliminación, esta semana, por el Gobierno del PP ha criticado duramemente. 'No perdimos el tiempo', ha enfatizado Zapatero antes de insistir en que Ciudadanía es para él un derecho, porque 'no hay sociedad más fuerte que aquella donde los jóvenes y los adolescentes conozcan sus derechos y sepan qué es la democracia, el respeto y el pluralsmo'. 'Fuimos pioneros en derechos que ahora están llegando a otros países', se ha felicitado, como la Ley de matrimonio homosexual.

Asimismo, ha pedido al Gobierno del PP que reflexione y busque consensos con el resto de partidos antes de modificar la actual ley de interrupción del embarazo, una normativa que el PSOE aprobó para 'terminar con la hipocresía, la falsedad'. 

El secretario general saliente ha recordado a Isaías Carrasco, víctima de ETA, y ha asegurado que quizás 'haya que decirlo en voz baja, pero es muy probable que nunca más haya una muerte a manos de ETA', por lo que ha estimado que 'debemos estar satisfechos'.  'Los más intenso, pero también lo más gratificante es ver a los compañeros del País Vasco. Han aguantado, no ha descansado hasta alcanzar el fin de la violencia y ETA', ha dicho.

Tras contemplar los últimos años con retrospectiva, Zapatero ha llegado a la conclusión de que resulta necesario que España recupere ideales colectivos. 'Hemos llegado a discutir por Don Quijote de la Mancha en el terreno político', se ha lamentado. El 'mundo de la cultura' debe erigirse como catalizador de esos ideales colectivos, ha defendido, y ha recordado que por sostener esta idea 'me han dado hasta en la ceja'.

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