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Zapatero y Mohamed VI acuerdan pasar página de los últimos incidentes entre España y Marruecos

El presidente del Gobierno afirma que las relaciones bilaterales 'están en un buen momento'

GONZALO LÓPEZ ALBA

'Podemos decir que las relaciones con nuestro vecino, con Marruecos, que tienen una importancia estratégica decisiva para España, están en un buen momento y que nuestros gobiernos van a proseguir un trabajo fructífero y en beneficio de la estabilidad y de la seguridad para ambos países'.

Con esta declaración, realizada tras una entrevista de algo más de media hora con el rey de Marruecos, el presidente del Gobierno dio ayer por zanjados los incidentes del pasado verano con el reino alauí, que habían enrarecido las relaciones bilaterales en los últimos meses.

Zapatero subrayó que la reunión, que tuvo lugar en la sede de Naciones Unidas, adonde Mohamed VI acudió para defender el plan de autonomía que promueve para el Sahara Occidental, sirvió para 'reafirmar el principio de colaboración, de buena relación, de cooperación y de entendimiento' que ha caracterizado las relaciones bilaterales desde que él preside el Gobierno. La base de todo ello es, según apostilló, 'la sinceridad'.

La decisión de pasar página se plasmó en el acuerdo de convocar para comienzos de 2011 la reunión bilateral de alto nivel que corresponde celebrar en Marruecos. En esta cumbre se hará, según dijo Zapatero, un repaso de todos los temas que son de interés común (inmigración, Mediterráneo, Magreb...), con especial atención a 'los proyectos conjuntos' de carácter económico. Estos proyectos se concentran en el ámbito de las energías renovables.

La normalización de las relaciones se plasmará también en breve, según dijo el presidente del Gobierno, en la incorporación de los respectivos embajadores. 'Creo que se producirá en breve plazo de tiempo. Esa es la conclusión a la que puedo llegar tras esta reunión con el rey de Marruecos', señaló Zapatero.

Zapatero aseguró que 'no ha sido necesario descender a ningún detalle'

El Gobierno español está a la espera de que Rabat conceda el plácet a su nuevo embajador, Alberto Navarro, y también de la llegada de su colega marroquí, Ahmed Ould Souilem -un antiguo responsable del Frente Polisario-, que ya lo ha recibido por parte española, pero aún no se ha instalado en Madrid.

 

El presidente del Gobierno respaldó también un próximo encuentro entre los reyes de España y Marruecos, cuya buena relación elogió como un elemento que favorece el entendimiento entre los dos países. 'El rey de Marruecos y el rey de España tienen una muy buena relación que facilita la buena relación entre España y Marruecos. Desde luego, el Gobierno siempre ve con simpatía y ve como conveniente un encuentro', señaló el jefe del Ejecutivo. La concreción la remitió a lo que acuerden las respectivas casas reales, pero adelantó que 'el Gobierno lo ve positivamente y es probable que se celebre' ese encuentro entre los dos reyes.

En este contexto de soslayar las diferencias y rebajar la tensión, Zapatero aseguró que durante su entrevista con Mohamed VI 'no ha sido necesario descender a ningún detalle', a propósito de los incidentes del verano en Melilla. 'Hemos hablado fundamentalmente de la política migratoria, en lo que afecta en este caso a Melilla, y hemos expresado que, más allá de circunstancias concretas, los ministros de Asuntos Exteriores tienen que estar en permanente colaboración y trabajo, sabiendo que hay un principio de respeto y de buena voluntad para colaborar en todo lo que se produzca', señaló el presidente del Gobierno.

Esa colaboración permanente, que Zapatero hizo extensiva a otros ministros, con mención expresa a los responsables de Interior, se pondrá de manifiesto esta misma semana con la entrevista que tienen previsto celebrar los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Taieb Fassi Fihri, aprovechando que ambos se encuentran en Nueva York.

Lejos de hacer ningún reproche, Zapatero ensalzó la colaboración de Marruecos para superar situaciones difíciles en las fronteras de Ceuta y Melilla, como cuando se produjeron las oleadas de asaltos a las vallas por parte de emigrantes subsaharianos. 'Después de las graves crisis que tuvimos en estas ciudades, la cooperación de Marruecos ha sido determinante. Todos recordaremos lo que eran los asaltos de subsaharianos a las vallas de Ceuta y Melilla y la colaboración de Marruecos fue determinante para que hayamos estabilizado el control de nuestra frontera', destacó el presidente del Gobierno.

Sahara: 'Estamos  en una actitud constructiva y colaboradora con Naciones Unidas para una solución'

La conclusión última de Zapatero fue que 'todos los que temas que afectan a ese ámbito se abordan desde la buena voluntad, cada uno desde sus posiciones y con resultados prácticos, que es lo que nos interesa, tanto en inmigración como en cualquier otra circunstancia'.

En cuanto a la situación del Sahara Occidental, Zapatero aseguró que este asunto no se abordó durante su entrevista con Mohamed VI, por ser ya suficientemente conocidas sus respectivos planteamientos. 'Estamos siempre en una actitud constructiva y colaboradora con Naciones Unidas para que haya una solución final', señaló. El planteamiento de su Gobierno, según recordó, es: 'La solución es el acuerdo, sólo un acuerdo nos lleva a la solución'. Esta posición, según dijo, 'la conoce bien el rey de Marruecos'.

Zapatero recordó que los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países cooperan activamente en la aplicación práctica de ese principio, en colaboración con otros países, como Francia y Estados Unidos. 'Ahora vuelve a haber una ronda de diálogo y esperamos que sea positiva, sabiendo que se trata de un tema extraordinariamente difícil que lleva décadas pendientes de resolver'.

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