sábado. 20.04.2024

Quiero empezar retomando las palabras de River Jude Phoenix en voz del ganador del Oscar Joaquín Phoenix, su hermano, “Corre al rescate del amor y la paz vendrá después”.

Joaquin Phoenix poses backstage with the Oscar® for Actor In A Leading Role during the live ABC Telecast of The 92nd Oscars® at the Dolby® Theatre in Hollywood, CA on Sunday, February 9, 2020.Les confieso que este año no tenía ganas de ver los premios Oscar, para mí han sido mi predecibles. Pero quiero comentarles que no pude dejar de verlos y en momentos me sentaba frente al televisor. Y lo que vi, creo que fue muy rescatable. Desde el corto ganador Hair Love, hasta la gran ganadora Parásitos. Y esto no quiere decir que no me gusten los Premios Oscar, sin embargo creo que la estructura de este evento siempre es la misma, ahora con el plus de que se están convirtiendo en premios internacionales y esto me pone a pensar que la producción de cine por fin se ha globalizado y basta con ver esta entrega. Así que creo que, para el que sigue puede a ver un verdadero cambio en la estructura de este evento.

Pero bien, lo que más esperaba, como muchos, era el discurso de Joaquín y aunque para algunos pareciera exagerado su reflexión filosófica tiene mucho de cierto. Y qué es eso, el mundo está en constante cambio, cada vez somos más y a causa del sufrimiento, las carencias y la poca humanidad, nos vamos alejando del amor y la fraternidad. Sí, es correcto, que si amaramos cuidaríamos a cada ser vivo de este globo terráqueo. Que si usáramos adecuadamente nuestra imaginación y nuestra creatividad, todo lo que creáramos estaría enfocado en el bien de la humanidad. Les comento que uno de los desánimos de ver los premios de la academia, fue que la mayoría de las películas de este año reflejan la decadencia de nuestra sociedad. Y en lugar de tomar conciencia, nos divertimos con nuestra propias malas decisiones. Y en dónde esta nuestra capacidad de reflexionar. Recordamos que el arte se hizo para eso, para expresar lo inexpresable y aprender de ello. Bien por Joaquín, que desde su corazón y la interpretación de un personaje difícil logró llevarnos a la reflexión. Para así conseguir un poco de conciencia sobre nuestro entorno, nuestra vida y nuestra sociedad. Y detenernos y retomar el camino, uno que nos ayude a todos a amar al prójimo y de esta manera logremos una vida digna para todo ser vivo aquí.

Para terminar me gustaría comentar un análisis de la película ganadora del Oscar. Creo que el director Bong Joon-ho tiene un ojo especial, logró a mi ver, una composición casi perfecta, el manejo de encuadres, los colores y las actuaciones hacen de esta película una digna de llevarse todos los premios. Me recordó a lo que logró Almodóvar con Todos sobre mi madre. Y creo que las dos películas son muy similares, en diferente época, pero con la misma capacidad de asombro visual, es decir, encuadres, composición, fotografía y actuación. Aun así, aunque disfruto de la propuesta visual, para mí hay partes de las historias que están demás en ambas películas.      

Joaquín Phoenix rescatando el amor