José Palazón: “En La Purísima no ha habido ninguna mejora desde hace dos años”

José Palazón
José Palazón

Álvaro Bravo (AlvaroBravo4)

  • "En esta ciudad llevan diez años sin construir un colegio o un hospital. No es sobrecarga del sistema, sino falta de recursos"
  • El Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas presentó en febrero un recurso contra el gobierno español por no proporcionar el derecho fundamental a la enseñanza a niños de Melilla

José Palazón lleva casi tres décadas alzando la voz por los derechos de los menores sin escolarizar en las calles de Melilla, una de las ciudades con mayor desigualdad de nuestra geografía y un lugar de tránsito de personas con el norte de África. Una fotografía de Palazón cargada de simbolismo dio la vuelta al mundo para denunciar la desigualdad norte-sur. En ella un grupo de inmigrantes escalan la valla de su ciudad mientras en un primer plano unos golfistas continúan ajenos al drama.

El veterano activista de Prodein habla sobre las dificultades que tienen los más jóvenes, que en muchos casos han nacido en Melilla, para ir al colegio y sobre cómo en la ciudad fronteriza sigue existiendo segregación de comunidades enteras. De verbo ágil, habla cercana, a Palazón no le importa arrojar dardos al Gobierno actual por no cumplir con sus obligaciones.

Pregunta: Nos llegan imágenes durante esta crisis sanitaria del CETI de Melilla al límite ocupación. Algo que choca con las decisión del cierre de los CIE para evitar el peligro de contagio en espacios ya de por sí en condiciones inhumanas. ¿Se ha tomado alguna medida excepcional tanto en el centro de acogida como el Centro de Menores la Purísima?

Respuesta: No me consta que en ninguno de los dos centros se hayan hecho pruebas de detección del Covid-19, ni que se confirme algún positivo entre trabajadores e internos o se hayan tomado alguna medida especial estos días. En el caso de La Purísima no ha habido ninguna mejora desde hace dos años y sigue siendo un edificio con graves deficiencias de higiene, falta de mantas o actividades para los internos. En cambio por lo que he podido hablar con los chicos sí que están entendiendo la situación, renunciar a salir a la calle y están teniendo un comportamiento ejemplar en circunstancias difíciles de privación de libertad. 

La Purísima sigue siendo un edificio con graves deficiencias de higiene, falta de mantas o actividades para los internos.

Desde hace varios días ya alerté de la necesidad de descongestionar el CETI de Melilla porque hay hacinadas más de 1.700 personas en su interior, superando el límite de su capacidad, lo que genera tensiones entre las personas que allí se encuentran hacinadas. Como no hay un contacto con el exterior salvo a partir de los trabajadores del centro, el riesgo de que se propague el famoso virus es por ellos cuando van y vienen cada día de sus casas al trabajo. Conozco casos de población de riesgo como el de una mujer que es tratada contra la tuberculosis o quienes sufren de asma. Pedimos que puedan trasladarse de manera temporal a la península porque en muchas ocasiones los internos tienen familia en otra ciudades del país, así se podría contener la propagación de la enfermedad.

P: Esta semana llegó un buque hospitalizado de la Armada al puerto de la ciudad. Es común que helicópteros transporten enfermos a la península porque algunas patologías se tratan en la península. ¿Es una ciudad con carencias sanitarias?

R: Afortunadamente a día de hoy solo hay 80 casos confirmados de coronavirus y tres muertos en Melilla, por lo que la enfermedad, por el momento, está siendo menos grave que en otras regiones del país. Sin duda hay riesgos de que empeore por estar aislados, por falta de camas y de médicos.

P: Estos últimos meses desde Prodein iniciaron una activa campaña de denuncia de la situación de los niños sin escolarizar. ¿Cuál es su situación actual?

Foto del interior de La Purísima (Melilla) filtradas el pasado 10 de marzo por voluntarias que atienden a menores
Foto del interior de La Purísima (Melilla) filtradas el pasado 10 de marzo por voluntarias que atienden a menores

R: Hay más de 160 niños en Melilla sin escolarizar a día de hoy sin que nuestro país cumpla con su obligación de ofrecer el derecho humano básico a una educación a todos sus ciudadanos. En muchos casos estos niños provienen de familias de aquí, tienen un arraigo completo en la ciudad y como puedes ver en los vídeos los chicos hablan como cualquiera de Madrid. No es común que aquí la Policía lleve a los chavales que están en la calle a un instituto, como sí ocurre en el resto del país, sino que van directamente a un Centro de Menores. Desde nuestra organización hemos presentado denuncias al Juzgado de Melilla para que el Ministerio de Educación tome cartas en el asunto, pero hemos recibido la respuesta de los jueces de que hay un riesgo importante de sobrecarga de las aulas de alumnos y que esto retrasaría el aprendizaje del resto de la clase. Ese es el motivo que dan para que no puedan asistir a clase.

Hay más de 160 niños en Melilla sin escolarizar. La Policía no lleva a los chavales que están en la calle a un instituto, como sí ocurre en el resto del país, sino que van directamente a un Centro de Menores.

Una justificación que se parece mucho al discurso que ha mantenido desde hace décadas la ultraderecha local, con un sistema educativo que segregue, que hable de ciudadanos de primera y de segunda. La educación debería ser justo lo contrario, un motor que ofrezca oportunidades a todos y reduzca la desigualdad. En esta ciudad llevan diez años sin construir un colegio o un hospital. No es sobrecarga del sistema, sino falta de recursos. Hacen falta más recursos, colegios, aulas, profesores y libros.

P: El pasado 21 de marzo la Cadena Ser tituló "un centenar de niños en Melilla podrán ir por fin al colegio en Melilla". ¿Considera que el actual gobierno está aportando soluciones al problema?

R: No han sido un centenar de niños, solo ha afectado a cuatro familias por el momento, ya que cada caso se estudia individualmente. Así que queda un largo recorrido por hacer para corregir esto. El Defensor del Pueblo ha presentado varios escritos denunciando la falta de escolarización obligatoria frente al Ministerio de Educación, aunque no tienen sus escritos un poder vinculante y se trata de recomendaciones de gran fuerza moral y política. En cambio si lo tiene cuando el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas el pasado 11 de febrero obliga a España a escolarizar a los jóvenes si empiezan a escuchar lo que nosotros y otras organizaciones llevamos diciendo desde hace dos años. Esto sí que ha tenido una fuerza mayor, aunque ahora con el confinamiento los niños que iban a ir a la escuela no podrán hacerlo hasta el curso siguiente y el estudio legal de los casos individuales va ser más lento. La suspensión de las clases sin duda genera mucha inquietud de los chavales confinados en sus casas, sin poder seguir el curso a distancia, ni poder salir a la calle en una etapa de gran vitalidad.

P: ¿No parece entonces que esto sea una prioridad para el Ministerio de Educación que dirige Isabel Celaá?

R: Sin duda me sorprende mucho que un gobierno del PSOE y de Unidas Podemos no tenga una mayor sensibilidad frente a los derechos de la infancia. Te diré algo, en la época de Aznar como presidente se logró la escolarización de 200 niños aunque tuviera al frente de Educación a alguien de su cuerda ideológica. Me parece una bajeza que el Ministerio de Educación pase por alto la escolarización obligatoria de todos los niños de Ceuta y Melilla.

P: ¿A nivel local nota cierta mejoría en vuestra relación con el gobierno de Eduardo Castro?

En el nuevo gobierno hay personas de diferentes ideologías y un diálogo más fluido que en las dos décadas que estuvo Imbroda en el poder. Pero es difícil cambiar de la noche a la mañana una situación tan arraigada.

R: En cuanto el nuevo gobierno de coalición de la ciudad sí que observo una mayor preocupación por el problema. Hay personas de diferentes ideologías, experiencia profesional más cercana a esto y un diálogo más fluido que en las dos décadas que estuvo Imbroda en el poder. Por supuesto es difícil cambiar de la noche a la mañana una situación tan arraigada en la que tantos funcionarios tienen unas formas de trabajar que no entienden bien el problema. Por no decir que desde hace unos años se actuaba con dejadez institucional para disuadir a otros jóvenes que vinieran desde Marruecos. Era preferible para la anterior alcaldía lanzar el mensaje xenófobo de que eran un peligro para los vecinos por estar en la calle, cuando el verdadero peligro se encuentra en las autoridades públicas no cumplan con sus obligaciones.