viernes. 19.04.2024
salud

Durante la última experiencia neoliberal argentina, encabezada por Mauricio Macri, la salud dejó de ser un derecho y se transformó en un objeto exclusivo al que apenas un porcentaje privilegiado de la sociedad pudo acceder. 

Una de las prioridades del gobierno de Cambiemos fue desmantelar las políticas de Estado y los programas impulsados de 2003 a 2015, que incluyeron a las mayorías que habían estado al margen de la salud y de los determinantes sociales de ésta: las condiciones socioeconómicas, culturales y medioambientales.

En los cuatro años de gestión macrista el área de Salud sufrió un monumental ajuste

En los cuatro años de gestión macrista el área de Salud sufrió un monumental ajuste que incluyó la suspensión de vacunas contra la meningitis para niños de once años. En el área de Detección Temprana y Atención de Enfermedades Poco Frecuentes y Anomalías Congénitas, que se ocupa de la formación de profesionales, de la asistencia técnica a las provincias y de la compra de hormonas de crecimiento para niños de todo el país, sufrió una reducción presupuestaria del 41,1 por ciento; al tiempo que el Programa de Atención de la Madre y el Niño fue reducido hasta el 76,4 por ciento.

Del mismo modo, y con la misma crueldad, el gobierno de Macri recortó las pensiones para discapacitados, eliminó la gratuidad de los medicamentos para jubilados, despidió a cientos de trabajadores de la Salud y llevó al mínimo el presupuesto destinado a insumos del Hospital Garraham.

El desfinanciamiento a la salud pública continuó. A principios de 2016, trabajadores de la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores denunciaron un desmantelamiento del área, a cargo de planes de prevención y control del dengue, zika, chikungunya, mal de Chagas y leishmaniasis. Como consecuencia de esto, sólo en 2016 hubo más de 40 mil casos confirmados y 73 mil sin confirmación, un crecimiento significativo respecto a años anteriores. Además, por la merma en la distribución de medicamentos para enfermedades de tuberculosis, muchos pacientes quedaron desprovistos de atención.

La visión de Mauricio Macri sobre la salud 

En junio de 2016, el presupuesto de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual se encontraba con una casi total subejecución, no registrándose compras de preservativos, insumos ni medicamentos que proveía el Ministerio de Salud. Al año siguiente se produjo el vaciamiento, subejecución, o en muchos casos cierre definitivo de algunos de los programas del Ministerio de Salud.

En 2018 el Hospital Posadas, ubicado en el conurbano bonaerense, sufrió despidos de personal. El 12 de enero de 2019 se anunciaron 122 despidos, entre ellos enfermeras y enfermeros con más de 10 años de antigüedad y técnicos especializados. Menos de dos meses después cesaron a 30 médicos.

Mauricio Macri contrajo una deuda con el FMI, con cuyo pago de intereses podrían haberse construido 3.200 hospitales de alta complejidad. Sin embargo entre sus prioridades no estuvo la salud, y Argentina sufre ahora la falta de personal médico, las condiciones paupérrimas de trabajo, la falta de aparatología diagnóstica, de insumos, de infraestructura. Un desastre que llevará tiempo reparar.

Neoliberalismo y salud en Argentina