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Ni de 15, ni de 30 días. Ni como hasta ahora, ni menos rígido. El PP se ha instalado en el no a prorrogar el estado de alarma. Su presidente, Pablo Casado a pedido a Pedro Sánchez que sustituya "de una vez el estado de alarma por una legislación básica tal y como aconseja la Unión Europea". Durante la sesión de control no ha hecho público Pedro Sánchez que piensa solicitar una nueva prórroga para un mes, pero algo ha adelantado de cómo sería. Según el presidente del Gobierno sería "un estado de alarma distinto porque, efectivamente, es muy distinta la situación". Se lo contaba a uno de sus socios, al PNV.  El Gobierno intensifica la negociación con todos ellos. Busca incluso que Esquerra vuelva al sí. Y Esquerra aprieta las tuercas mientras la vicepresidenta, en el centro de la negociación, se muestra conciliadora. Gabriel Rufián ha asegurado durante la sesión de control al Gobierno que "la gente no come ruedas de prensa. La gente no come esperanza. Come cumplimientos". Carmen Calvo no ha entrado en polémicas: "Reflexionamos sobre ello", ha respondido. Los socios de izquierda temen el acercamiento a Ciudadanos. El propio presidente del Gobierno ha querido despejar dudas. "El estado de alarma no es un proyecto político -ha insistido Sánchez-. El proyecto político de un Gobierno progresista es el reforzar el estado de bienestar. Sánchez y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, hablaron ayer aunque -aseguran en Ciudadanos-  ni de cuánto ni de cómo sería la prórroga. Los naranja ya acordaron un sí pero  -advierten-  no darán un nuevo paso sin negociar. El portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal pedía sentarse a negociar, "hemos demostrado que el acuerdo es posible". Quedan 7 días para una nueva votación. -Redacción-