Salud en positivo

Funcionando

Ilustración: Verónica Montón Alegre.
Ilustración: Verónica Montón Alegre.

Al servicio de la ciudadanía

- Yo no me voy a casa, Chus, yo me quedo aquí trabajando...
- Pero Marta, las personas que tenéis alguna patología complicada debéis ir a casa, vete a casa, por favor.

Dos días después Marta dijo, "Tengo miedo, Chus, me voy a casa".

El miedo llegó a todos los rincones, y las personas responsables de Tecnologías de los organismos de la Administración General del Estado, no estábamos preparadas para dar un servicio telemático seguro en el que los funcionarios y funcionarias pudieran trabajar desde casa.

Pero prevaleció el pundonor y las ganas de trabajar y de colaborar del funcionariado, de Marta y del resto de compañeros y compañeras, cada quien con sus dificultades particulares.
Se les pusieron conexiones y equipos, apoyados por la reducción de la burocracia para cumplir el objetivo de que todo el mundo que pudiera estuviera en casa. Se reorientaron las prioridades para dar soporte a quienes trabajaban en remoto y para mejorar la seguridad día a día.

Las trabajadoras y los trabajadores han compartido el objetivo de no reducir la productividad

Con las medidas de función pública protegiendo la situación económica del funcionariado, existía el riesgo de dejar pasar el tiempo y cubrirse las espaldas, pero esto no ha sido así, los trabajadores y las trabajadoras han compartido un objetivo común, que era no reducir la productividad y lo han hecho suyo. No solamente han mantenido el servicio sino que además han potenciado la evolución de los sistemas de información, dando seguridad y garantía a las distintas entidades y funcionarios que utilizaban dichos sistemas.

Ha quedado demostrado que la responsabilidad de las personas a la hora de atender un servicio prima sobre el miedo personal y que la capacidad de adaptación de una organización grande como es la Administración General del Estado es ilimitada.

Se necesita un gobierno responsable en todo momento que aproveche toda esa fuerza, básica para mantener la confianza en las instituciones públicas y ser un ejemplo para la empresa privada.

En menos de tres meses se ha recuperado el ritmo de la operativa diaria y nadie habla de las diferencias que existen en los medios de acceso al trabajo o de comunicación con el resto de equipos y cómo se hacía antes. La capacidad para gestionar y desarrollar servicios se ha multiplicado, porque las personas son conscientes del tejido tan robusto y flexible que se ha montado.

Es el momento de un salto cualitativo en la gestión de los sistemas de información

Es el momento de pegar un salto cualitativo en la gestión de los sistemas de información. La sensación profunda de ser una gota en el océano ha calado en nuestros huesos y ahora no vamos a caer en egocentrismos o megalomanías que lleven a un gasto económico innecesario. Es el momento de que los presupuestos generales del Estado se aprovechen al máximo y se orienten a resultados, todos a una, con la eficiencia que necesita esta gran maquinaria para dejar hueco a lo que ha quedado claro que es verdaderamente esencial, que son los servicios sanitarios y educativos.

Ya no vale con eliminar al profesorado de apoyo para los colegios en las Comunidades Autónomas, ya no vale con escatimar los recursos de orientación en los institutos, por poner algún ejemplo de escasos recursos que llevan a situaciones complicadas para los profesionales de nuestras escuelas públicas. Ahora hay que estar preparados para dar servicio presencial cuando toque, y para dar servicio on-line cuando toque, e incluso ambos a la vez según la zona posiblemente afectada. Ya no vale vender servicios médicos y ceder recursos y profesionales a otras áreas, países o dependencias privadas. Hemos visto que los servicios esenciales y vitales son esos, y qué es lo que le da importancia a nuestra sociedad, basado en el sentimiento de solidaridad que se ha compartido durante este periodo especialmente.

España tenía ya unos servicios de interoperabilidad para interconectar nuestras administraciones que ya quisieran otros

Ya éramos modernos antes, España tenía unos servicios de interoperabilidad para interconectar nuestras administraciones que ya quisieran otros. Pero nos faltaba, estar al servicio de la ciudadanía, de verdad de la buena, nos faltaba quitarnos la capa del yo y quedarnos en la almendra que es el «todos».

Hemos aprendido que tenemos capacidad de innovar, conocimiento y preparación suficiente como para lucir un Estado moderno tecnológicamente y ahora incluso organizativamente.

Nos hemos quitado lacras de un plumazo como el transporte en ciudades grandes y complicadas como Madrid o Barcelona, sin mayores planificaciones.

El gran reto es mantener el equilibrio entre la vida privada y las horas de trabajo, pero es una gran oportunidad para ahorrar gastos en aspectos menos necesarios y volver la cabeza hacia servicios sociales de apoyo a nuestros mayores, servicios de educación y de sanidad, ayudados por una gran capacidad de trabajo en equipo y orientación a resultados, cuando queremos podemos.

FIRMANTES DEL BLOG

  • Chús Macías. Funcionaria de la AGE.
  • Carmen Montón es embajadora observadora permanente ante la Organización de los Estados Americanos y ha sido Ministra de Sanidad, consumo y bienestar social y Consellera de Sanidad.
  • Ricardo Campos. Médico Oftalmólogo. Ha sido Secretario General del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y subsecretario autonómico de sanidad.
  • Rafael Sotoca. Médico de familia y activista sanitario. Fue director general de asistencia sanitaria de la Comunidad Valenciana.
  • Begoña Frades García. Psiquiatra y jefa del área de salud mental del Hospital Pare Jofre. Ha sido coordinadora autonómica de salud mental.
  • José Antonio López Cócera es enfermero especialista en salud mental y miembro de la comisión nacional de la especialidad.
  • Isabel González. Médica radióloga. Fue jefa de servicio y profesora asociada de radiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche así como Directora Gral. de la Alta Inspección y gerente de los departamentos de salud de San Juan de Alicante y La Ribera (Alzira)
  • Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia.
  • Antonia García Valls. Asesora coordinadora en la Vicepresidencia Cuarta, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ha sido diputada en el congreso de los diputados.
  • Pere Herrera de Pablo. Medico de familia y médico SAMU. Ha ejercido como director del Servicio Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana.
  • Roser Falip Barangué. Doctora en Medicina y especialista en medicina de familia y en análisis clínicos. Ha sido gerente del departamento de salud de Alcoy.
  • Aurelio Duque Valencia. Médico de Familia y Comunitaria y representante sindical. Ha sido presidente de la Sociedad Científica de Medicina Familiar en la Comunitat Valenciana.
  • Verónica Montón Alegre. Artista interdisciplinar. Ilustradora del Blog Coronavirus en positivo.
  • Juan Domene. Médico Inspector en el servicio de calidad asistencial y seguridad del paciente. Ha sido gerente del departamento de salud Arnau de VilanovaLliria.

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