El sindicato ATI ha criticado la actuación de la Gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, y demás gerentes de hospitales y atención primaria, con respecto a los profesionales sanitarios, que sufren un “ensañamiento desbocado e insensato” después de haberles “mandado a la guerra sin armas”. Asimismo, solicita “cordura y reflexión ante las actuaciones que está teniendo, y que claramente están perjudicando y dañando gravemente a esos trabajadores que exhaustos han salvado a la ciudadanía, sin medios de protección”, algo por lo que recibirán el Premio Princesa de Asturias a la Concordia 2020.
Como recuerda en un comunicado, “durante 3 meses estuvimos aplaudiendo, a los que decíamos eran nuestros héroes, nuestros valientes, a esos que en la lucha contra el coronavirus y sin medios de protección que les garantizase trabajar con seguridad” frente a la amenaza, “teniendo que hacerlo muchas veces a pecho descubierto, con estrés y con mucho miedo” de que se produjese un contagio a sus familiares. “El foco estuvo allí, en los hospitales y centros de salud, y por ello se fueron contagiando unos a otros”, ha señalado ATI, que critica que “ahora la gerente del Servicio Cántabro de Salud les comienza a dar pataditas en las espinillas”.
En concreto, señala varias situaciones vividas en las últimas semanas y en la actualidad, como la suspensión de la fiesta del Sector de Sanidad el pasado 7 de abril, por lo que “dejan de percibir el pago de ese día como festivo”.
También recuerda que los contagios “realizando su trabajo, porque no les han dado medios para luchar contra el virus”, lo que ha generado son “baja por enfermedad común”, no “por enfermedad laboral”, por lo que no se les ha derivado a la Mutua Montañesa, que “debiera haberse hecho cargo de las secuelas de esta enfermedad”. Además, “cuando el trabajador cae de baja, por contraer el coronavirus, no se le paga el sueldo en su totalidad. Los complementos les son retirados”, sostiene el sindicato.
ATI también denuncia que a los trabajadores sanitarios y no sanitarios del SCS, cuando han tenido que quedarse en casa, “de retén, localizados y a expensas de que en cualquier momento se les pudiera llamar”, se les ha pagado ese días “con días libres que ellos habían generado al no haber podido librar durante el año cuando les tocaba hacerlo” o, como ha ocurrido en la función administrativa, “tendrán que recuperar esos días”.
Para finalizar, recuerda que los test a profesionales “se les ha realizado hace bien poco”, por lo que han trabajado “y convivido sin saber quién había cogido el virus”. A esto se suma que las mascarillas “se les ha racaneado constantemente”, e incluso “las que se les han proporcionado en muchas ocasiones no cumplían normas”. “Las batas, ni qué decir que muchos profesionales han tenido que hacer uso de su inventiva para con bolsas de basura poder protegerse”, ha recordado el sindicato, que califica de "maltrato" lo vivido en estos meses.
ATI ha pedido, “ahora que se abren fronteras y se prevén repuntes”, que el SCS “comience a llenar sus almacenes del material necesario, para, en caso de llegar nuevos brotes, dotar a cada trabajador con su equipo al completo” para evitar “tanto contagio como estos profesionales han sufrido, como consecuencia de no proporcionarles medios para combatir a la COVID-19”.
