Desde siglos, diferentes civilizaciones han tratado de predecir eventos usando elementos de la naturaleza, arquetipos y símbolos. Cuenta la leyenda que las paredes de las pirámides del antiguo Egipto están pintadas con las 22 ilustraciones de los Arcanos Mayores. Quizás por eso los pioneros en diseño fueron los egipcios, quienes plasmaron un recorrido de toda la existencia del ser humano en etapas. Desde el nacimiento a través de El Loco (carta sin numeración, que indica el origen), hasta El Mundo, que significa la consumación final o éxito en la vida.
“Cada persona construye su propio destino, las cartas simplemente marcan el camino”
Más tarde, en Europa, algunos consejeros personales de reyes, duques y príncipes comenzaron a usar la baraja española de 4 palos (espadas, oros, copas y bastos) para alertar a sus amos sobre batallas y problemas. De esta forma, poco a poco se fue popularizando la práctica de la lectura de cartas como método adivinatorio. Luego, en la ciudad de Marsella, un artista rediseñó las ilustraciones egipcias y las convirtió de jeroglíficos a figuras humanas. A partir de entonces, se conoce como el Tarot de Marsella, del cual nacen los otros tipos de cartas y sus variantes.
Una fusión innovadora
No se sabe a ciencia cierta quien fusionó los Arcanos Mayores con los Menores, pero se cree que surgió de la cultura gitana. Debido a la expansión de esta cultura, el tarot se expandió como pólvora alrededor del mundo. Hubo países entre el siglo XV y XVI que prohibieron su uso, tildando estas prácticas como brujería. Incluso hubo intentos de quemarlas todas, pero un sacerdote judío y estudioso de la cábala rescató un mazo que volvió a reproducirse con el paso de los años. Así poco a poco fueron reinventándose ellas mismas, con un toque personas de cada persona, cada religión y cada civilización, dando origen a lo que hoy conocemos como cartas del tarot, y sus correspondientes divisiones.
Entonces, ¿qué son las cartas del tarot?
Las cartas del tarot son un mazo compuesto por 78 diseños. Se dividen en 22 Arcanos Mayores (numerados del 1 al 21, más El Loco) y 56 Arcanos Menores (oros, bastos, espadas, copas y sus respectivas sotas, caballos, reinas y reyes). Lejos de interpretarse como un asunto de magia negra o brujería, debemos entender que pueden actuar como un excelente método de autoayuda que nos muestra una determinada dirección.
A través de la lectura, podemos conseguir respuestas a interrogantes que nos aquejan, saber sobre los sentimientos de otra persona o incluso, aclararnos para tomar una decisión. Las cartas del tarot, sirven entonces para proyectar una situación en función a hechos presentes y a acciones que en la actualidad llevamos a cabo. Por supuesto que su función es predecir el futuro, pero en base a lo que nosotros muy personalmente hagamos y a las decisiones que tomemos.
Una película de tu vida
El mejor ejemplo para entender cómo funcionan las cartas del tarot es imaginarnos la película de nuestra propia vida. Si cada día nos levantamos y tomamos el mismo camino y hacemos las mismas cosas, nunca veremos un resultado diferente al actual. Sin embargo, si cambiamos nuestra percepción, nos rodeamos de personas distintas y empezamos a hacer verdaderos cambios, de seguro el panorama será diferente. Es así como trabajan las cartas - ellas nos hablan de lo que sucederá si seguimos en determinada dirección o si giramos y quizás hacemos algunos ajustes.
Hoy en día la interpretación de las cartas del tarot puede hacerse vía online sin necesidad de estar con el tarotista o psíquico en persona, puesto que puede llevarse a cabo la consulta a través de cualquier medio de comunicación síncrono gracias a las nuevas tecnologías. Lo importante es saber que no cualquier persona es capaz de hacer una buena lectura. Es importante entender las cartas, abrirse al lado intuitivo, y ver el proceso como una reflexión personal para poder utilizarlas de una forma fructífera.
Sobre la autora
María Cruz es la tarotista detrás de 7Tarot. Su visión es compartir la belleza del tarot y hacerlo entendible para todos como herramienta de reflexión para comprender nuestra vida.
