Otras miradas

Agua embotellada en España: ¿por qué el sector no para de crecer?

Ramón García Marín

Profesor Titular de Universidad, Área de Geografía Humana, Universidad de Murcia

Cayetano Espejo Marín

Catedrático de Universidad, Área de Geografía Humana, Universidad de Murcia

Shutterstock / Nomad_Soul
Shutterstock / Nomad_Soul

Desde finales del siglo pasado, España se ha convertido en un país de referencia en la Unión Europea por el volumen de agua mineral envasada que produce y consume.

El sector del agua mineral en España, en su conjunto, ha tenido una progresión notable en los últimos años. Es un sector dinámico, con una facturación anual cercana a los 1 000 millones de euros.

La calidad y diversidad de las aguas minerales ha sido un importante factor de desarrollo. Según la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas, ANEABE, España ocupa el cuarto lugar de la UE en producción de agua mineral, por detrás de Alemania, Italia y Francia, y el tercero en consumo, después de Italia y Alemania.

El agua mineral natural representa la mayor cantidad de agua embotellada consumida en España (97 %). El agua de manantial constituye una parte mínima del agua mineral comercializada (2 %) y el agua preparada representa una fracción exigua del sector del agua embotellada para consumo (1 %).

Tipos de aguas envasadas

Según el Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciembre, por el que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano, pueden distinguirse distintos tipos de aguas envasadas:

  • Aguas minerales naturales. Son aquellas microbiológicamente sanas que tienen su origen en un estrato o yacimiento subterráneo. Brotan de un manantial o son captadas artificialmente mediante sondeo, pozo, zanja o galería, o bien, mediante la combinación de cualquiera de estos sistemas. Se caracterizan por su contenido en minerales, oligoelementos y otros componentes, por su constancia química y por su pureza original.
  • Aguas de manantial. Son las de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie o se captan mediante labores practicadas al efecto. Sus características naturales de pureza se conservan intactas, dado el origen subterráneo del agua, mediante la protección natural del acuífero contra cualquier riesgo de contaminación.
  • Aguas preparadas. Son aguas distintas a las aguas minerales naturales y de manantial, porque pueden tener cualquier tipo de procedencia y se someten a los tratamientos fisicoquímicos autorizados necesarios para que reúnan las características de potabilidad.

España cuenta con una amplia variedad de aguas minerales, lo que se explica por los abundantes dominios hidrogeológicos existentes en su territorio (figura 1).

Desde hace más de 150 años, el IGME (Instituto Geológico y Minero de España) es garante del estudio de las aguas minero-medicinales. Desarrolla actividades dirigidas al conocimiento, protección y uso racional de los acuíferos, teniendo en cuenta su función geológica y ambiental.

Figura 1. Dominios hidrominerales en España. García Marín et al. (2020), Author provided
Figura 1. Dominios hidrominerales en España. García Marín et al. (2020), Author provided

Evolución de la producción de aguas envasadas en España

En un estudio que hemos publicado recientemente en la revista Water, analizamos la evolución del sector durante el siglo XXI.

El consumo de aguas minerales envasadas se expandió y generalizó a finales del siglo XX gracias al desarrollo de los envases de plástico y de la logística para su transporte y distribución. El sector alcanzó en España su cifra histórica de producción en el año 2018, con un volumen de más de 8 200 millones de litros.

En 2014 hubo un repunte en el consumo de aguas minerales, sobre todo, debido a la recuperación económica que vivió el país, al incremento del número de turistas y al mayor interés de los consumidores por las bebidas saludables. El incremento ha sido posible por la construcción de nuevas plantas envasadoras, que han pasado de 126 en 2001 a 165 en 2019, lo que supone un crecimiento del 30,9 %.

Un reducido número de provincias concentran la mayor parte de las plantas reconocidas por la Unión Europea (figura 2).

  • Destaca la provincia de Girona (Cataluña), que contabiliza 22; 15 de ellas localizadas en la comarca de La Selva.
  • Granada (Andalucía) tiene 10, de las que 8 están en municipios de Sierra Nevada.
  • En tercer lugar, están las provincias de Valencia (Comunidad Valenciana) y León (Castilla y León), que registran 9 cada una.
  • Castellón (Comunidad Valenciana), Las Palmas (Islas Canarias) y Mallorca (Islas Baleares) disponen de 7 en cada caso.
  • Huesca (Aragón), Jaén (Andalucía), Ourense (Galicia) y Toledo (Castilla-La Mancha) aportan seis cada una.
  • En Lugo y Pontevedra (Galicia), así como en Asturias, hay cinco plantas.
  • Lleida (Cataluña), Cuenca (Castilla-La Mancha), Teruel y Zaragoza (Aragón), y la Región de Murcia albergan cuatro plantas.

Otras provincias presentan cifras aún más bajas y algunas como Vizcaya y Álava (País Vasco), Ávila (Castilla y León), Cádiz, Sevilla y Huelva (Andalucía), y Alicante (Comunidad Valenciana) no cuentan con instalaciones de este tipo.

Figura 2. Localización de las plantas de envasado de agua en España. García Marín et al. (2020), Author provided
Figura 2. Localización de las plantas de envasado de agua en España. García Marín et al. (2020), Author provided

¿Cuáles son las plantas más importantes?

Los datos anteriores se deben leer con cautela, ya que lo más importante no es el número de plantas embotelladoras, sino su relevancia. Esta viene dada por las características del agua de cada surgencia o explotación, el prestigio de la marca con la que se comercializa y la capacidad de distribución por parte de la empresa propietaria de las captaciones y plantas envasadoras.

El Parque Natural del Montseny (Girona) y los Parques Nacionales de Sierra Nevada (Granada) y de la Sierra de Guadarrama (Segovia) son tres zonas referentes en la localización de plantas envasadoras de agua. Se trata de tres áreas montañosas de la España húmeda que reciben la mayor parte de las precipitaciones en forma de nieve, lo que permite un filtrado lento del agua que posteriormente es recogida a través de distintos tipos de captaciones.

A finales del siglo pasado, el próspero negocio del agua envasada en España atrajo a las multinacionales Danone, Nestlé, Coca-Cola y San Benedetto, que alcanzaron en poco tiempo posiciones líderes en el mercado español. Su entrada disparó las operaciones empresariales de compraventa de manantiales y la creación de nuevas plantas de envasado.

Existe un gran número de empresas dedicadas a la comercialización de agua mineral, pero solo 45 de ellas envasan más de 10 millones de litros. Suman una producción de 7 802 millones de litros, lo que supone el 91,5 % del total del agua envasada, con una facturación global que asciende a 1 283,6 millones de euros (equivalente al 10,4 % del conjunto de la Unión Europea).

Efectos del sector en el medioambiente

Las empresas dedicadas al sector generan impactos ambientales negativos: la fabricación de sus botellas produce un exceso de residuos y en el transporte se generan emisiones notables de CO₂. Además, el gasto energético es elevado en la producción de botellas o el tratamiento de residuos plásticos una vez utilizados.

No obstante, algunas empresas están tomando medidas para reducir estos efectos perjudiciales. Destaca el compromiso con la sostenibilidad ambiental y circularidad de las aguas minerales 2030 Naturalmente. A través de este convenio, el sector del agua mineral establece objetivos medibles en diferentes áreas de actuación: envases, energía, huella de carbono, agua, movilidad sostenible o protección de la biodiversidad.


Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation

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