martes. 23.04.2024
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La realidad que ha traído la nueva normalidad derivada de la pandemia de Covid-19, con confinamientos, cierres temporales de establecimientos y otras duras medidas como las limitaciones de aforo, supone un gran desafío para los centros comerciales. Prueba de ello es la difícil situación que enfrentan los principales gigantes del sector como Unibail-Rodamco-Westfield (URW), Klepierre y Carmila que están sufriendo con especial virulencia el impacto de la pandemia de coronavirus, especialmente en España donde la caída es superior a la del resto del mercado. De hecho, los efectos de la pandemia han sido tales que URW, el mayor propietario de centros comerciales en Europa, ha anunciado la adopción de un plan denominado ‘Reset’. A grandes líneas, el plan consiste en la ampliación de capital por 3.500 millones de euros para hacer frente a las consecuencias de la pandemia Covid-19. Un plan al que se oponen los ‘rebeldes’ de Unibail, un consorcio de activistas liderados por el multimillonario francés de las telecomunicaciones, Xavier Niel y el el ex CEO de Unibail, Léon Bressler, que en el papel poseen solo el 5% de las acciones.

Mientras Europa se enfrenta a una segunda ola de Covid-19, los accionistas minoritarios de Unibail-Rodamco-Westfield proponen un plan alternativo, al que han denominado ‘Refocus’. Como su nombre lo indica, dicho plan consiste en reenfocar el negocio de URW, haciendo de Europa el único mercado de la compañía, mediante la venta de la cartera de Estados Unidos. Para lograr su cometido, han puesto en marcha una campaña cuyo fin es convencer a los accionistas de votar contra el plan ‘Reset’ propuesto por la dirección, en la próxima junta general que se celebrará el 10 de noviembre. Para concretar su plan, los ‘rebeldes’ necesitan poner de su lado a más del 35% de los votantes presentes.

Más allá de imponer su visión, a través de su plan, el grupo de accionistas también busca satisfacer sus propias ambiciones personales. Tanto Niel como Bressler persiguen puestos para sí mismos en el directorio de URW. Lo que podría llevar a pensar que a través de su plan, los ‘rebeldes’ están actuando como inversores activistas al intentar llegar a la dirección para luego imponer cambios sustanciales en la compañía. 

La estrategia de los accionistas de centrar el negocio principal de la compañía en el mercado europeo de centros comerciales, resulta sumamente riesgosa considerando el contexto actual. Sin ir más lejos, el mercado español ha sido considerado recientemente como uno de los peores para los gigantes de centros comerciales, debido a las duras consecuencias de la crisis del Covid-19. Basta con tomar un ejemplo como el de Klepierre para comprenderlo. La compañía francesa registró en junio de este año, una caída del 26% en las ventas de sus centros en España y Portugal, frente a un 13% en Francia y Bélgica. 

Teniendo en cuenta el duro momento que atraviesa el sector, proponer que URW se desprenda de sus valiosas ubicaciones en Estados Unidos para enfocarse íntegramente en el mercado europeo, parece una idea prematura. Pero eso no es todo. Según la dirección de la compañía, el contraplan ‘Refocus’ también es ineficaz debido a que no aborda la necesidad inmediata de fortalecer la estructura de capital, que es en definitiva, el objetivo más urgente al que se enfrentan. Dicho plan también dejaría a la compañía en una posición delicada con una liquidez reducida y en dificultad para refinanciar las facilidades bancarias debido a un acceso limitado a los mercados de créditos, frente a un escenario de crisis. 

Es por ello que la dirección de URW insiste en la necesidad de implementar un plan que no esté basado en la incertidumbre, como sí lo está el que plantean los accionistas minoritarios. Por el contrario, consideran que el proyecto ‘Reset’ es el adecuado ya que “reforzará la empresa a largo plazo en beneficio de todos sus accionistas”. 

Más allá de la ampliación de capital, el plan presentado por la dirección incorpora una hoja de ruta con objetivos y medidas concretas para hacer frente a la crisis del Covid-19. Entre las disposiciones se contempla, por ejemplo, la inyección de 9.000 millones de euros para fortalecer su balance a través de la venta de activos, ampliación de capital y del congelamiento de las inversiones previstas. También prevén reducir en 800 millones el gasto de capital operativo no esencial. Lo que se traduce en acciones inmediatas para garantizar la flexibilidad operativa y financiera. Tal como ha explicado el director ejecutivo de URW, Christophe Cuvillier, se debe “tomar la acción decisiva y proactiva ahora, en lugar de esperar y tener un exceso de incertidumbre”. 

A pesar de la similitud que guardan los nombres de ambos proyectos, las estrategias planteadas detrás de cada uno de ellos son bien diferenciadas. El plan ‘Reset’ engloba mucho más que una idea de “reseteo”. El proyecto apunta a un “rediseño”, “rearrendamiento” y a una “recomercializaión” de los activos de la empresa para poner en valor el atractivo de las ubicaciones de las oficinas y centros comerciales de Unibail-Rodamco-Westfield. A diferencia de lo que proponen Niel y Bressler que para muchos, puede considerarse como un salto a lo desconocido. Teniendo en cuenta la situación actual en la que reina la incertidumbre, un “antiplan” basado en lo desconocido, resulta verdaderamente inoportuno.

Unibail-Rodamco-Westfield: un plan de reseteo vs un salto a lo desconocido