Otras miradas

No manipuléis la violencia de género

No manipuléis la violencia de género
Concentración feminista contra el fallo judicial de La Manada en la Puerta del Sol. EFE/Luca Piergiovanni

¿Pero quién ha dicho que las feministas odian a los hombres? ¿Pero quién ha dicho que las feministas no condenan la muerte de Yaiza, la niña de cuatro años asesinada por su madre? Es un despropósito lo que el negacionismo y determinados "comunicadores" han hecho estos días en redes sociales y en medios.

Insisto... ¿Cuándo el feminismo ha estado en contra de los hombres? Sostener eso, incluso por quienes se declaran "feministas" es faltar a la verdad y una ignorancia absoluta sobre el movimiento feminista. Desde nombres históricos como Stuart Mill (quien escribió La esclavitud de las mujeres ya en 1869) pasando por los hombres que sumaron como diputados a la defensa del sufragio femenino por Clara Campoamor. Justo porque el hombre históricamente ha ocupado los puestos de poder de todas las esferas, públicas y privadas, las feministas han tenido que convencerles de la igualdad de derechos en teoría y en práctica. 

¿Cómo alguien puede decir que vendemos un discurso de odio contra los hombres cuando hombres son nuestros padres, abuelos, parejas, hijos, amigos o compañeros de trabajo? ¿Se creen que las feministas no nos relacionamos con ninguno? A quienes sostienen ese discurso debe molestarles, y mucho, los hombres que contribuyen a no poner piedras en el camino y los que saben que las feministas están muy lejos del estereotipo que el machismo ha creado.

¿De verdad que para atacar al feminismo tenéis que usar a una víctima como la niña Yaiza? ¿Cómo que ninguna asociación feminista lo han condenado? Aquí, un ejemplo de la asociación feminista Clara Campoamor. Y lo condenamos porque justo el feminismo ha sido el que ha estado solo muchas décadas intentando honrar a unas víctimas que no tenían reconocimiento. Porque justo el feminismo, donde la maternidad y la paternidad ha tenido un análisis fundamental, es el que alertó de la violencia sobre los hijos e hijas cuando nadie lo hacía. Y porque justo  el feminismo es el que consigue que los hijos e hijas sean reconocidos como víctimas de violencia de género y el que ha exigido un reconocimiento a los huérfanos de esta violencia. Y para ello han estado solas décadas y décadas advirtiendo de todo esto como si predicaran en el desierto, hasta que las mayores desgracias han ocurrido. Y nadie les dedicada noticias ni post de Instagram.


Es sumamente irritante que las feministas tengan que estar bajo sospecha tras cada caso de violencia doméstica. Es tan absurdo e injusto como cuando se ponía en sospecha a todos los vascos cuando los asesinatos de ETA. Es tan absurdo como cuando hay un atentado del Daesh y se exige a todos los musulmanes que lo condenen. ¿Por qué no acudís a periodistas especializados en violencia doméstica a exigir que condenen la violencia de género? ¿Por qué siempre es al revés? 

¿Queréis saber por qué un caso como el de las niñas de Tenerife ha tenido más repercusión que el de Yaiza? Por el mismo motivo que las niñas de Tenerife ha tenido más repercusión que cualquiera de los más de 30 menores asesinados por violencia de género hasta ahora, por los que nadie ha preguntado jamás y que nunca fueron Trending Topic en las redes. Tampoco por ninguno de los que ahora usan a Yaiza y que callaron con todos los asesinatos anteriores. De la misma manera que el niño de 7 años de edad asesinado por su padre en Baleares el pasado 17 de mayo, o dos hermanos asesinados el 21 de marzo de 2019 en Madrid, por citar dos casos que toda la sociedad ignoró. 

Porque cuando los menores son asesinados por arma blanca de forma directa y no están desaparecidos pasan de largo en las noticias. Las feministas estamos cansadas de que así ocurra. Los casos de Bretón o Gimeno han trascendido porque esos menores desaparecieron y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tuvieron que hacer despliegues específicos en su búsqueda. Y es desde la criminología donde más se pone el foco.


El feminismo no está detrás de que la muerte de Yaiza a manos de su madre no abra informativos, como tampoco lo ha estado tras el abrumador silencio no solo de los 38 menores asesinados por violencia de género sino de casi los 500 menores que están en riesgo en contextos de violencia de género, según los datos de mayo de este año y por los que nadie se lleva las manos a la cabeza.

Usar a las víctimas y confrontarlas es jugar muy sucio. Manipular las cifras para hacer de lo excepcional, norma, es impedir la búsqueda de soluciones. Minimizar cifras que revelan un problema estructural es seguir ocasionando muertes. Y caer en discursos negacionistas es no reconocer a sus víctimas. Y ese es el mayor insulto a su memoria.

Más Noticias