Es posible vivir sin CIE

cie aluche
CIE de Aluche (Madrid). Fotografía de Diana Moreno

Marta Nevot (@MartaNevot10)

  • Un nuevo informe del SJM sobre los centros de internamiento de extranjeros documenta las irregularidades que se producen en estos centros, la falta de transparencia y problemas "impropios de un Estado democrático"

Jaime salió de su país, Chile, porque durante una manifestación una bala de la policía le hirió y perdió un riñón. Llegó a España como un turista más por el Aeropuerto del Prat con la voluntad de trabajar como pintor, su profesión. Un día cuando viajaba en metro en la Ciudad Condal le pidieron aleatoriamente su documentación, pero tenía la visa de turista caducada. Ahora cuenta su historia desde un centro de internamiento.

El testimonio de Jaime es uno de los muchos que incluye el undécimo informe anual sobre Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) que presentó recientemente el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM). Estos centros, ubicados en Algeciras, Barcelona, Las Palmas, Madrid, Murcia, Tenerife y Valencia, dependen del Ministerio del Interior, y sirven como cárceles en las que retienen a personas migrantes que no han cometido ningún delito.

España es el único país europeo que cerró los centros de internamiento durante parte del Estado de Alarma, algo que ha puesto de manifiesto que los CIE no son necesarios

España es el único país europeo que cerró los centros de internamiento durante parte del Estado de Alarma, desde el 6 de mayo hasta el 23 de septiembre. Este cierre temporal ha puesto de manifiesto que los CIE no son necesarios. En 2020, según el informe, 2.224 personas pasaron por estos centros de internamiento, 42 eran menores de edad. El tiempo de estancia medio en los centros fue de 30,3 días. 30 días de encierro, 30 días de privación de libertad por no tener los papeles adecuados, ni la información o los medios suficientes para conseguirlos. Es el caso de Kamal, un joven marroquí que desconcertado por su ingreso en el CIE explica "no haber hecho nada malo, salvo trabajar para enviar dinero a su familia".

Los motivos para el encierro

Ocho de cada diez personas internas en un CIE (1.767) estaban allí por motivos de devolución -es decir, que habían sido interceptadas llegando de manera irregular a España o habían sido expulsadas previamente-, de las que 1.661 habían llegado en patera. El 18,26% de los internos, 406 personas, tenían una orden de expulsión, y únicamente 13 estaban relacionados con la alteración del orden público o seguridad ciudadana. El 2,25%, 50 personas, tenían una denegación formal de entrada y el 0,04% restante, una persona, estaba obligada a salir de España.

CIE

Por otro lado, en cuanto a las salidas de los CIE, 1.248 personas fueron devueltas o expulsadas del territorio español, 1.039 personas internas fueron puestas en libertad y 369 salieron en otras circunstancias. El SJM declaró durante la presentación del informe que "fundamentalmente se devuelve a las personas en las primeras 72 horas desde la detención" y preguntaron abiertamente: "¿Para qué internar a tantas personas en un CIE si la inmensa mayoría de devoluciones se ejecutan antes del ingreso? El internamiento es innecesario".

Menores desprotegidos en los CIE

En su web, el Ministerio del Interior declara que, "no podrá acordarse el ingreso de menores en los centros de internamiento"; sin embargo el SJM identifica todos los años un elevado número de adolescentes menores que son encerrados.

El problema más común que denuncia el SJM con los menores es "la renuncia de la Policía y el Ministerio Fiscal a aceptar documentación identificatoria" expedida por los países de origen en la que se decreta su edad. Ante esto, los menores son obligados a someterse a pruebas de medición de edad, como la ósea, en la que se ofrece una "amplia horquilla de edades siendo frecuente que el Ministerio Fiscal opte por atenerse al margen superior para decretar la mayoría de edad", según vela en el informe.

La ONU ha acusado a España en múltiples ocasiones de vulnerar los derechos de los niños y niñas a través de las pruebas de medición de edad a menores

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha acusado a España en múltiples ocasiones de vulnerar el derecho de identidad, el derecho a ser escuchado y el derecho a la especial protección de los niños y niñas privados de su entorno familiar, a través de las pruebas de medición de edad a menores. El representante de la organización ya aseguraba en 2016 que "las técnicas médicas no pueden considerarse pruebas irrefutables de edad, puesto que determinan una probabilidad y no una certitud, adoleciendo de un margen de error muy alto".

El SJM ha denunciado durante la presentación del informe el caso de un menor que tras realizarle la prueba ósea fue sometido a un desnudo integral, violando su derecho a la protección como menor, un derecho fundamental y universal que debería prevalecer por encima de cualquier circunstancia. Además de este caso, España ha sido recientemente condenada por la ONU por realizar esta práctica a una niña víctima de violencia sexual.

Problemas médicos y de suministros dentro de los CIE

Samba Martine llegó a Melilla en 2011 desde la República Democrática del Congo. Tras pasar dos meses en un Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI), donde se le diagnosticó VIH, estuvo 39 días en el CIE de Madrid hasta que falleció. La familia de Samba Martine interpuso una demanda a los Ministerios del Interior y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y Pueblos Unidos-SJM una querella al Defensor del Pueblo. Casi ocho años más tarde, el juez ha hecho constar que faltó coordinación entre el CEI de Madrid y el CETI de Melilla, y que hubo deficiencias sustanciales en la atención médica. En octubre de 2020 el Ministerio de la Presidencia resolvió favorablemente la demanda interpuesta por la familia y ordenó que la indemnizaran.

Como cada año, el informe del SJM documenta los problemas de higiene y de acceso a la salud que se viven en estos centros. En una de las visitas que hizo Pueblos Unidos al CIE de Madrid alertó que muchas personas "se quejaban de que el frío les impedía dormir por las noches por falta de mantas y mudas suficientes". También denunciaban la suciedad del centro, los desperfectos en las instalaciones y el mal estado de ciertos alimentos. Algunas personas internas se quejaron sobre el servicio médico que suministraba analgesicos ante cualquier dolencia y no mandaba ni historiales ni partes de lesiones a los juzgados. En el CIE de Algeciras-Tarifa varias personas expresaron la falta de atención médica.

"No nos han dado ropa, ni tenemos detergente para lavarla. Llevamos con la misma ropa desde el viernes pasado: no es nada agradable. Al principio nos daban una mascarilla cada día, pero la que llevo ahora es de hace dos días", declara Ayyub interno en el CIE de Algeciras

Falta de transparencia 

Voluntarios del SJM acuden periódicamente a cuatro de los siete centros de internamiento que existen en España, para acompañar a las personas internas así como para documentar irregularidades y amparar el acceso a sus derechos. Consiguen así recoger información sobre los hábitos en los CIE y arrojar un poco de luz sobre el contexto en el que viven las y los internos en estos centros, a los que es muy difícil acceder. El informe remarca la falta de transparencia del Ministerio y de la Dirección General de Policía, un problema que año tras año se repite y que catalogan de "impropio de un Estado democrático".

La información recogida por el SJM es muy valiosa ya que, por ejemplo, la prensa no puede acceder a estos centros. Todo contribuye a que se acentúe el abuso de poder sobre las personas internas y se impida conocer casos como los denunciados en el CIE de Barcelona por malos tratos de agentes policiales, demostrando una vez más la injusta vulneración de derechos que supone estar en estas "cárceles".

Como Kamal o Jaime, muchas otras personas se encuentran en estos momentos en las "celdas" de un CIE. A la espera del dictamen de una jueza sobre su situación, viven un encierro que además de privarlos de libertad sólo prolonga su desconcierto e incertidumbre. Al final, sea cual sea la decisión de la magistrada, su estancia en estas "cárceles de inocentes" habrá supuesto un sufrimiento irreparable.