Ante el número creciente de las agresiones homófobas en España, se alzan voces que cuentan su propia dolorosa experiencia para que no nos olvidemos ni demos por sentado ningún derecho. Estos testimonios tienen algo en común: visibilizar el mal para combatirlo.

No parece que hayamos dejado atrás los ataques al diferente en los parques, en las calles, en las redes. En este caso, el usuario @cleop_s narra en un largo hilo en Twitter una experiencia cargada de violencia y terror en un parque en València hace ya ocho años.

"Nosotros no vamos a ceder ni un palmo de la vida que ya mucho tiempo nos habéis negado, porque en nuestro amor incondicional por todo tipo de iguales se encuentra el odio y el desprecio a basura como vosotros", proclama.

Lean.

Voy a contar algo que escondí mintiendo en casa cuando llegó una citación judicial. Estaba en 2013 con un amigo en un parque de València al que solíamos ir gays. Yo tenía 22 años. Él vio algo raro en un grupo de 8 que se acercaban hacia nosotros. Era ya de noche. (hilo ↓)

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021

Nos fuimos pero nos alcanzaron caminando. Uno de ellos me pidió un cigarrillo, y antes de poder acabar mi frase se lanzaron sobre nosotros. Mi amigo llevaba una bicicleta y me gritó que corriera y salimos por lados distintos. Recuerdo una carrera de más de 200 metros hasta la(↓)

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puerta del parque con el sonido de sus zancadas a mis pies, y el grito de uno de ellos que decía "¡destrózale la cara al maricón!". Cuando llegué fuera había corrido tanto que los dejé atrás y solo recuerdo el sonido de mi carótida a punto de reventar y las ganas de vomitar. (↓)

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Mi amigo, que salió corriendo por otro lado, al llevar la bicicleta no tuvo tiempo de escapar. Estuvieron golpeándole durante casi 2 minutos, hasta que se levantó, zarandeó la bicicleta, se abrieron y logró escapar. Su complexión era muy robusta y musculado. (↓)

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Después de la paliza se pasó una semana en el hospital. Yo por aquél entonces pesaba poco más de 60 kilos y era un palo. Me imagino cómo podría haber acabado tras esos golpes, si él, que consiguió hacerles parar y escapar, pasó una semana hospitalizado. Se me quedó (↓)

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en la cabeza que podrían haberme matado perfectamente, o que hubieran parado cuando ya estuviera hacía rato inscosciente o en coma. No era la primera agresión en ese parque, pero sí mi primera. Pese a eso, lejos de darles el gusto, volví varias veces. Y unos meses más tarde (↓)

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volvió a ocurrir. En esta ocasión 15 personas entraron en el parque y se abrieron en abanico para abarcarlo de lado a lado. Empezaron a gritar "maricones" y nos fuimos yendo según se acercaban, pero cogieron a un señor de casi 60 años que estaba sentado (↓)

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con un amigo o su pareja, y de un solo puñetazo le abrieron el labio casi hasta el pómulo. Consiguieron detener a ocho de ellos en las inmediaciones, y como fuí yo quien llamó a la policía acabamos en juicio. Con nombres y apellidos. Varios de ellos eran menores de edad, (↓)

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de 17 años, que por lo que pude saber, acompañaban a un grupo de nazis, la mayoría de Mislata. Las agresiones al tiempo fueron cesando, y el parque, también vaciándose. Yo nunca dejé de ir en esos años, aunque estuve dándole vueltas a cómo defenderme para la próxima, (↓)

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barajando comprar gas pimienta, y hasta una pistola de fogueo se me pasó por la cabeza. Esto, que parece una locura, no es cosa mía, ni una idea violenta, sin antes ser fruto de no verme con la cara destrozada y en el suelo. (↓)

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Estas dos anécdotas son un milímetro en el ancho del mundo de la homofobia, y entre las que creció mi adolescencia después de haber pasado por todo lo demás, y todo lo que después vendría. Este hacerse en pie, esta legitimidad nuestra de amar, y la certeza de que no nos vais (↓)

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021

a robar jamás un solo ápice de nuestra inmensa dignidad, es lo que como colectivo en defensa, reconocemos como orgullo, y de esta materia se hila y se sigue tejiendo el orgullo LGTB, y además, con un corazón lleno de antifascismo. (↓)

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021

No hay que hacer un gran esfuerzo, una vez reconocida la naturaleza de la vida, tanto para imaginar un nuevo mundo por el que luchamos cada día, como para que la reacción se oponga al curso de la misma para negarla. (↓)

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Nosotros no vamos a ceder ni un palmo de la vida que ya mucho tiempo nos habéis negado, porque en nuestro amor incondicional por todo tipo de iguales se encuentra el odio y el desprecio a basura como vosotros. (↓)

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021

Que todas las luchas, aparentemente independientes, se sepan, cada día más, enemigas de la misma amenaza reaccionaria frente a la que nos van a encontrar hasta enterrarlos y levantar un mundo infinitamente mejor. (↓)

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021

PD: En ese mismo parque escribí este texto que publiqué años más tarde. Gracias por leer el hilo. La homosexualidad no era este marco de migajas, violencias, e imposiciones heteronormativas.https://t.co/5jwdX8DDmt

— CleopS (@cleop_s) July 7, 2021