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Anhedonia o la incapacidad de disfrutar de la vida

La vida cotidiana suele estar salpicada de instantes gratos que se suceden en el tiempo con más o menos frecuencia e intensidad. Son pequeños o grandes momentos en los que disfrutamos de todo aquello que nos depara satisfacciones, como contemplar una puesta de sol, estar junto a las personas que apreciamos, escuchar música o saborear un manjar suculento.

Cuando alguien pierde la capacidad para gozar de las experiencias placenteras de su vida diaria, decimos que padece anhedonia. ¿Quieres conocer algo más acerca de este síntoma?

¿Qué es la anhedonia?

Es la dificultad severa o incapacidad para disfrutar de actividades, experiencias o situaciones que en el pasado sí resultaban placenteras. Supone para quien la padece la pérdida del interés, de la sensibilidad y de la motivación ante estímulos que antes resultaban gratificantes y generaban sensaciones de bienestar y satisfacción.

Para la Psiquiatría la anhedonia no es un trastorno en sí misma, pero sí es un síntoma que se presenta en algunas alteraciones de la salud mental. Es reconocida como un indicador claro y síntoma central de la depresión. También, en ocasiones, aparece en personas que padecen esquizofrenia, trastornos psicóticos, demencias o adicciones de distinta naturaleza.

Casi todos, en alguna ocasión, hemos experimentado puntualmente falta de interés hacia aquello que habitualmente nos gusta o nos hace disfrutar, por distintas causas. Solo hablaremos de este síntoma en aquellos casos en los que la insensibilidad al placer se prolongue en el tiempo. En todo caso, si posee alguna relevancia para nuestra salud vendrá acompañada de otros síntomas y será mejor siempre dejar el diagnóstico al saber hacer de un facultativo especialista.

Tipos de anhedonia

Podemos distinguir dos categorías diferenciadas:

  • Anhedonia social: es la incapacidad para gozar de las relaciones con otras personas y sentirse atraídos por las situaciones de interacción social.
  • Anhedonia física: quienes la sufren no pueden disfrutar de placeres físicos o sensoriales, como por ejemplo, las relaciones sexuales, la comida o la música.

Cómo identificar la anhedonia

Echar de menos, ¿por qué nos pasa?
Anhedonia

Es normal que de repente nos cansemos de algo que nos agrada y nos demos un respiro, por mucho que nos guste. La anhedonia es más intensa y duradera, que nos pondrá en la pista respecto de trastornos de mayor alcance. Acostumbra a mostrar:

  • Cambios en los comportamientos de alimentación: frecuentemente se registra una ingesta de alimentos muy superior o muy inferior a la habitual. Tanto en uno caso como en el otro, no se experimenta placer alguno con la comida. Se deja de comer por inapetencia o desinterés o bien se ingiere demasiado alimento para calmar la ansiedad. Todo ello se traduce en pérdida o ganancia significativa de peso en un plazo de tiempo más o menos breve.
  • Alteraciones en los ciclos  de sueño y vigilia: se padecen episodios de insomnio que se alternan también con otros de excesiva somnolencia. Frecuentemente se llega a las horas de la mañana con la sensación de no haber descansado satisfactoriamente.
  • Sensación de debilidad o ‘falta de energía’: se experimenta a menudo la sensación subjetiva de estar siempre cansado, con falta de fuerzas para afrontar cualquier actividad física sencilla, como caminar, ir a hacer la compra o simplemente levantarse de la cama.
  • Pensamientos y expresiones autodepreciativas: de forma recurrente, quienes sufren del síntoma de la anhedonia refieren su incapacidad o falta de competencia para realizar sencillas actividades de carácter físico o intelectual. El individuo se siente ‘inútil’ y con falta de autoconfianza para acometer acciones que antes ejecutaba con facilidad.
  • Muerte y enfermedad: en un buen número de ocasiones aparecen pensamientos repetitivos relacionados con la muerte y con la enfermedad.
  • Desinterés: se evita buena parte de las situaciones o actividades que antes resultaban atractivas y se percibían como fuentes de gratificación o satisfacción.

Origen de la anhedonia

Desde la óptica de la Neurociencia, la anhedonia aparece como consecuencia de una alteración o disfunción de los centros de recompensa de nuestro sistema nervioso, junto con la incidencia de factores genéticos y ambientales. Está relacionada con alteraciones en la producción de dopamina, un neurotransmisor vinculado a las sensaciones de placer y relajación.

Algunos investigadores han identificado un factor relevante de esta sintomatología en el exceso de galanina, una molécula de señalización neuronal responsable de la regulación emocional.



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