¿Te has sentido alguna vez agobiado porque alguien se ha acercado demasiado a ti o has dudado cuál es la distancia correcta para sentarte en una entrevista de trabajo cuando te ofrecen varias sillas? Tal vez no sepas que eso es de lo más normal, puesto que está relacionado con tu espacio personal y vital, aquel que te rodea y en el que los demás interfieren al relacionarse contigo.
Para comprender mejor esto de las denominadas distancias proxémicas y tu espacio personal, vamos a explicarte en qué consisten, cuáles son exactamente los centímetros que debes respetar en cada ocasión y qué implica que a los demás les dejemos acercarse más o menos a nuestro cuerpo.
Distancia proxémica
Durante la pandemia se ha hablado mucho de la distancia social, aunque no siempre se comprende a fondo este concepto, que tiene relación tanto con la comunicación no verbal como con el lenguaje corporal.
El concepto de distancia proxémica fue establecido por el antropólogo Edward Hall, en el año 1968. Con sus estudios y observaciones concluyó que nos relacionamos con los demás en base a cuatro tipos de distancias sociales, también conocidas como distancias proxémicas: la distancia pública, la distancia social, la distancia personal y la distancia íntima.
Distancia pública
La distancia pública es la de mayor longitud de todas, puesto que oscila entre los 3,5 metros, cuando es más cercana, y los 7,25 metros. Es la que suele darse en las conferencias y discursos entre el orador y los oyentes, pero también en otras situaciones como las relaciones formales.
Lo más importante en este tipo de relaciones, en las que se mantiene la distancia pública, es la voz y, en menor medida, la vista, puesto que a esas distancias tampoco tienen importancia los detalles más pequeños. En ningún caso se produce contacto físico. En estas situaciones no invadas el espacio del orador, conferenciante o profesor ni te acerques más de la cuenta, puesto que no solo estarás cometiendo una falta de educación, sino que se puede interpretar como una falta de respeto.
Distancia social
La distancia social es un poco más estrecha que la pública, puesto que se sitúa entre los 1,25 metros y los 3,5 metros. Esta es la típica que se mantiene en el entorno laboral, así como en reuniones con gente que apenas conocemos, fiestas de compromiso, actos de presentación o eventos de negocios. En este caso sí que existe cierto contacto físico, pero completamente breve y formal, como el hecho de dar la mano.
En las relaciones laborales es muy importante mantener esta distancia social, así que cuando tengas que sentarte en una entrevista de trabajo entre varias sillas en torno al seleccionador de personal, ten en cuenta que no debes hacerlo en ninguna que esté a menos de un metro de él, porque puede sentir que le faltas al respeto. Tampoco te sientes en la más lejana o interpretará que estás a la defensiva o que eres excesivamente tímido.
No obstante, aunque en la mayoría de los casos, los entrevistadores guardarán una distancia de más de un metro para que el entrevistado no se sienta agredido, puede que haya alguno que te indique precisamente que te sientes muy cerca para intimidarte y que no estés tan cómodo, estudiando así como te desenvuelves en situaciones no del todo favorables.
Distancia personal
La distancia personal es más fácil de averiguar y comprender. Se sitúa entre los 45 centímetros y 1,25 metros y es propia de los amigos y familiares. De hecho, si en el trabajo ves a algunos compañeros que conversan a menos de un metro o cuchichean entre ellos, uno al oído del otro, seguro que mantienen una amistad fuera del entorno laboral.
Aquí el contacto visual y físico es mayor, mientras que el lenguaje no verbal resulta una fuente de información inestimable. El tono de voz es más bajo que cuando se mantiene la distancia social y puede darse el caso de una palmada en el hombro o un codazo como muestra de confianza.
Distancia íntima
En aquellos casos en que la distancia entre dos personas es menor a 45 centímetros, nos encontramos con la distancia íntima, también denominada distancia mínima. Esta es la típica de las personas con las que mantenemos relaciones más estrechas: padres, hermanos, pareja y amigos íntimos. No dejamos a cualquiera que nos aparte un pelo de la cara, nos apriete en un abrazo, nos seque las lágrimas o nos huela el pelo, por ejemplo.
De hecho, esta distancia es muy reveladora para descubrir el grado de intimidad que alcanzan las personas de nuestro entorno, puesto que aquí no hay ninguna barrera física y el tacto también se utiliza para expresar sentimientos como amor, ternura o complicidad, entre otros.
Distancias culturales
Frente a todo lo anterior, hay que tener en cuenta que no todas las culturas manejan un mismo baremo de distancias proxémicas entre las personas, lo que puede dar lugar a malentendidos y enfados, por lo que lo más cauto es quedarse corto y pecar de comedido antes que excederse en una proximidad que puede indicar que te estás tomando confianzas indebidamente aunque tú no lo interpretes así.
Sucede de tal modo con los países del norte de Europa, que suelen mantener mayores distancias interpersonales, al contrario que los países del sur, en los que enseguida alguien te muestra camaradería y te pone la mano en la espalda. No solo ocurre entre los europeos, los latinos tienen también una cultura más próxima y cercana, y en el otro extremo nos encontramos a los países asiáticos.
De tal manera cuando se produce esa comunicación y lenguaje no verbal hay que ser consciente de la cultura de la que procede cada uno para cuidar las distancias, evitar el contacto físico y mostrarse en todo momento respetuosos.
