Otras miradas

Un embarazo como Trending Topic

Ana Bernal Triviño

Periodista

Un embarazo como Trending Topic
Adriana Lastra en una comparecencia con el PSOE.- EFE

Dos días. Ya lleva dos días el embarazo de Adriana Lastra como trending topic en Twitter. Desde el principio ha recibido una avalancha de críticas por su decisión.

Podemos hacer una lectura en clave política y hacer especulaciones sobre la dimisión, sobre las elecciones andaluzas o que quizás su situación profesional no fuera la mejor y todo haya sumado... supongo que todo eso forma parte del debate político. El problema es la lectura personal. La propia Lastra ha señalado que necesita "reposo" y "tranquilidad". Y precisamente un año electoral como el que viene no es ni tranquilo ni de reposo, ni de lejos.

Entiendo, por los comentarios que he llegado a leer que ni el 90% sabe lo que es hacer reposo en un embarazo para evitar males mayores y el peligro que supone no cumplirlo.  Lo que está claro es que nadie ha entendido nada cuando se señala a Lastra de mala feminista por esta decisión. Además, los que menos se han preocupado por la igualdad son los que estos dos días se han alterado mucho con la decisión. Pelear por el feminismo es defender las leyes que nos hacen avanzar, dotarlas de presupuesto, ejecutarlas en lo que se debe y comprobar en los baremos esos avances o retrocesos. Eso es el feminismo.

Recuerdo que dimite de un cargo pero tiene su trabajo como diputada. Su decisión afecta a ella sola. Ser mujer y ser madre no inhabilita a la política, por supuesto. Pero no es igual un cargo directivo que un cargo político.

En estos años y décadas hay muchas más personas que han puesto piedras en el camino dañando al feminismo y su avance que Adriana Lastra, a quien se le acusa incluso de traicionar al feminismo. Quienes sabemos de ello tenemos una máxima de Celia Amorós: "El feminismo no cuestiona las decisiones individuales de las mujeres, sino las razones que las obligan a tomarlas". 

No sabía que ahora media España se dedica a la ginecología y, aún más, saben cuál es el diagnóstico exacto de Lastra. Como también otros parecían tenerlo con los embarazos de Montero, Arrimadas o Sáenz de Santamaría. A ver si nos entra de una vez que no hay dos embarazos iguales y las decisiones que tome cada una respecto a su maternidad son incuestionables. 

A veces me da la sensación que hay gente que cree que hay que parir y que una se recupera en dos días. Quizás también forma parte del feminismo contar la verdad de una gestación, de un parto, de una maternidad. Quizás está bien dentro del feminismo (sobre todo, dentro del liberal) dejar ya esa imagen de la superwoman que parece tener dotes espectaculares para llegar a todo, y apostar por autocuidarse y priorizarse. Es un mensaje importante cuando muchas veces pensamos más en los demás que en nosotras mismas.

Podíamos haber aprovechado este trending topic para hablar de las maternidades precarias, o de que España tiene una segunda condena ya por violencia obstétrica, o de la conciliación... es decir todo lo que hay detrás del sistema y que no tiene que ver con una decisión vinculada, en buena parte, a la salud personal. 

A ver si podemos asumir también que más allá de cargos, títulos y conquistas laborales, está que somos mujeres y que como cualquier persona no tenemos que ser heroínas y podemos reclamar una pausa cuando se trata de salud. Lo demostrado es que decidamos lo que decidamos se va cuestionar. Y no quiero imaginarme qué diría más de uno y una si supiera que ha habido juezas de violencia de género maltratadas o mujeres de asociaciones feministas maltratadas. Lo digo por aquello de creer que por ser feministas no nos afecta nada del resto del sistema y somos peores o mejores según las circunstancias personales.

A todo esto, que se hagan lecturas políticas. Desde si hay o no luchas internas, de si se ha visto rodeada de otras circunstancias, a si una dimisión política de una mujer debería de sucederle otra mujer. Pero qué bochorno da leer señalar que a una embarazada que debe guardar reposo y estar tranquila se la acuse de dañar al feminismo. Otra demostración de que la sociedad ni siquiera sabe de qué va esto. 

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