Dominio público

Un año de reforma laboral

Pepe Álvarez Suárez

Secretario General de UGT

Un año de reforma laboral
Dos obreros colocan una pieza metálica del cajón de obra durante las obras de ampliación del metrocentro de San Bernardo a Santa Justa en el barrio de Nervión, en Sevilla. — Joaquín Corchero / EUROPA PRESS

En España solo algunos éxitos deportivos concitan la unanimidad de la opinión pública. Al margen de ellos, nuestro país está poco acostumbrado a disfrutar de acontecimientos que nos unan como sociedad, de éxitos que nos hagan unirnos colectivamente. La reforma laboral, de la que celebramos un año de su convalidación parlamentaria, debería ser uno de esos momentos en los que estar orgullosos de las conquistas logradas por nuestro país.

Los datos del primer año desde que se aprobó la reforma laboral, que se recogen en el presente estudio, evidencian que el cambio legislativo ha logrado modificar radicalmente el mercado de trabajo en nuestro país. En diciembre del año 2022 las personas con contratos indefinidos eran el 76,3% del total de personas con un contrato. La afiliación de las mujeres a la seguridad social se ha aumentado en más de un millón de personas y también se ha mejorado sustancialmente la suscripción de contratos indefinidos por nuestros más jóvenes. Hemos subido la proporción de personas con contratos indefinidos y reducido la temporalidad más de 12 puntos en un año. Es, sin duda, un hito histórico.

La reforma es un éxito porque hace un año los interlocutores sociales sí supimos anteponer los intereses del país, de las personas trabajadoras y de las empresas, por encima de los intereses de las organizaciones negociadoras y, desde luego, de intereses personales. Apostamos por pactar una reforma en beneficio de los trabajadores y las trabajadoras. Un texto que recuperaba derechos por primera vez en la historia democrática de España. Optamos por revolucionar el modelo de contratación para abandonar la precariedad y para construir unas relaciones laborales estables y dignas que permitieran a las empresas de nuestro país ser más competitivas. Logramos conquistar derechos y construir una sociedad más justa y menos precaria.

Todos deberíamos estar orgullosos de una reforma laboral –que es de todos– que por primera vez en la historia ha logrado reducir los niveles de temporalidad en nuestro país, que ha reequilibrado las relaciones colectivas y devuelto el protagonismo al nivel sectorial, que ha incorporado el mecanismo RED y mejorado la regulación de los ERTES, el principal escudo que salvó a nuestros trabajadores y trabajadoras y empresas durante la pandemia. Todos deberíamos estar orgullosos de haber conquistado nuevos derechos laborales y de haber contribuido a construir una sociedad más justa y menos precaria.

Pero no podemos caer en la autocomplacencia. Aún queda mucho por hacer en materia de protección del contrato de trabajo, de políticas adecuadas de empleo que den solución al todavía excesivo número de personas desempleadas, y en dignificación de salarios. La reciente subida del SMI a 1.080 euros en 14 pagas, fruto de la insistencia sindical en acercarnos a nuestros socios europeos y cumplir con la Carta Social Europea en estándares de suficiencia y dignidad, nos marca la senda que debe suponer la recuperación de los salarios de las personas trabajadoras en nuestro país.

Para proteger las conquistas de la reforma de 2021 y seguir avanzando en la recuperación y conquista de derechos de las personas trabajadoras, la UGT en conjunción con dos de las más prestigiosas Universidades Públicas Madrileñas, la Universidad Autónoma y la Carlos III, crea un Observatorio de derechos laborales que se ocupará de detectar y denunciar fraudes en la contratación o en las extinciones de los contratos de trabajo, y con el objetivo  de detectar, vigilar, impulsar, y en su caso denunciar, la adaptación de los convenios colectivos, especialmente los convenios de empresa o los aplicados en contratas o subcontratas, a la nueva realidad, en la que se garanticen los niveles mínimos  salariales sectoriales.

Celebramos el año de éxito de la reforma laboral como se merece y sobre sus sólidos cimientos empezamos a construir juntos un nuevo Estatuto del Trabajo para el siglo XXI. Ese es el reto que debemos afrontar ahora.

Más Noticias