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Escenografía de:'Street Fighter 2' para los combates de Vega.
Escenografía de:'Street Fighter 2' para los combates de Vega.
'Call of duty' retrata el l cabo Vilán de Camariñas (A Coruña).
'Call of duty' retrata el l cabo Vilán de Camariñas (A Coruña).

Cinco videojuegos que no supieron representar a España

La industria del videojuego lleva décadas inspirándose en España para construir historias, personajes y localizaciones, pero a menudo estos proyectos reflejan una imagen distorsionada del país que tiene mucho que ver con los estereotipos. En este listado se fusionan conceptos como el flamenco, el acento latino, los toros y alguna que otra confusión histórica.

Aurora Muñoz

España es un país de sol, gazpacho, tortilla de patatas, fiesta y de buenos videojuegos. O al menos, así nos ven fuera de nuestras fronteras. En lo último, desde luego, no se equivocan. Según datos que recoge la web Statista, los ingresos de la industria del videojuego en España prácticamente se han duplicado en una década, de los 894 millones de facturación en 2009 a los 1.778 en 2019. Desde 2014, el crecimiento ha sido constante y se espera que las ganancias superen los 2.600 millones de euros para 2023. España cuenta con unos 16 millones de usuarios de videojuegos y es responsable de títulos como RiME, Metroid Samus Returns, Blasphemous, Castlevania: Lords of Shadow, La Abadía del Crimen, Praetorians o GRIS, entre otros muchos desarrollados por estudios afincados en el país.

Además, España es una localización recurrente en proyectos internacionales. No son pocos los estudios que, al igual que los turistas, ponen en su top de destinos apetecibles a ciudades como Barcelona, Toledo o Bilbao, que han servido de escenario a niveles de videojuegos o a juegos enteros. El valor icónico de lo hispano se acaba colando en las historias. Flamenco, corridas de toros, la Sagrada Familia, Cervantes, el Acueducto de Segovia, Velázquez y Alhambra de Granada son algunos de los referentes que podemos encontrar representados cuando nos ponemos a los mandos de la consola. Sin embargo, la sobreexplotación de estos reclamos, en ocasiones, acaba por dar mal fruto y la representación de España llega a ser dudosa. Se cuelan poblados con aldeanos de acento latinoamericano e incluso las antiguas pesetas. Algo así como cuando Misión: Imposible mezcló las Fallas con los Sanfermines y la Semana Santa en una escena de la segunda película de la famosa franquicia que aún escuece por el cóctel fallido de estereotipos españoles.

Eso no quita que, en ocasiones, apetezca asomarse a estos productos ‘made fun only’ y los disfrutemos con sus bugs emblemáticos incluidos. Aquí os dejamos uno listado con cinco videojuegos que transcurren parcial o totalmente en España, aunque probablemente sus creadores no hayan puesto jamás un pie en este país.

‘Street Fighter II’

Uno de los personajes españoles más conocidos de la historia de los videojuegos es Vega. El luchador de jaula que debutó en Street Fighter II con máscara y garra proviene de una familia noble española. Desde su privilegiada posición económica, decidió emplear su tiempo en convertirse en un excelente luchador de artes marciales entre las que se encuentran el savate, zipota, y del ninjutsu japonés. Por si esto fuera poco, combina estas habilidades con el toreo. Un cóctel rocambolesco que encuentra su máxima expresión en un ataque con nombre adaptado al país: «Flying Barcelona«.

Por supuesto, muchos de los escenarios que encontramos durante los combates nos trasladan a lugares tan manidos como los tablaos flamencos y el tema musical que lo acompaña en todas las entregas se basa en el famoso pasodoble español España cañí compuesto por Pascual Marquina Narro. Hasta aquí, puede gustarnos más o menos la recopilación de tópicos, pero daría para unas risas. Sin embargo, la versión original contiene un error histórico que cuesta más dejar pasar. Capcom utilizó la bandera franquista en lugar de la contemporánea. En Super Street Fighter II: The New Challengers, se rectificó por fin el diseño y se extendió el arreglo a posteriores revisiones hasta que con la llegada de SNES Mini nos llevamos una sorpresa. Al incluir la versión original del juego de peleas, regresa el icono con la bandera franquista, como si estuviésemos en el Día de la Marmota.

‘Call of Duty: Modern Warfare 2’

La saga ha hecho parada en nuestro país en varias ocasiones. En este shooter bélico, los protagonistas pasan por España cuando el ejército de no-muertos ya ha invadido casi toda Europa, en un mapa llamado Bodega Cervantes. Hay otra entrega, Call of Duty: Black Ops 4, en la que el itinerario se basa en localidades de la costa mediterránea como Altea (Alicante), Mojácar (Almería) o Ronda (Málaga). También hay un guiño a Madrid, en una de las estatuas. La ciudad en la que se encuentra está en ruinas, se suceden los tiroteos y la imagen de sus habitantes es poco realista.

'Call of Duty' tiene una mision ambientada en Galicia pero los carteles que hay por el escenario están en catalán.
‘Call of Duty’ tiene una misión ambientada en Galicia, pero los carteles están en catalán.

Sin embargo, en Modern Warfare II se superan. Durante la misión Reconocimiento por Fuego, los usuarios viajan hasta A Costa da Morte (Galicia) para infiltrarse en su faro. La recreación de la zona está bastante lograda, excepto por un detalle importante que no gustó nada a los gallegos. Dentro de la escena aparecen numerosos carteles en catalán y letreros con referencias a lugares de la Comunitat Valenciana. Menudo fallo de localización.

‘Assassin’s Creed Unity’

Gran parte de este juego se desarrolla en París. De hecho, el eurodiputado francés Jean-Luc Melenchon manifestó cuando se estrenó que el videojuego es tendencioso con la historia y da una imagen imprecisa de Robespierre. «Se trata de propaganda contra los miembros del pueblo, que son mostrados como verdaderos bárbaros, como sangrientos despiadados. El hombre que actuó como el liberador del pueblo en cierto momento es tratado como un monstruo», argumentó para apoyar su teoría de que el videojuego desprestigia la república.

Pero esa es harina de otro costal. Hoy venimos a hablar de una sección en la que se visita España, específicamente la ciudad de Burgos. Es difícil de adivinar, ya que el vestuario de los personajes los acerca más a la cultura mexicana que a nuestra tradición folclórica. Este error sorprende, sobre todo porque la saga incluye a un protagonista de la localidad. Se trata de Diego de Burgos que figura en la trama como un capitán de la Inquisición. En 1489, ganó a su socio comercial, Jaime del Rada, un conjunto de pinturas creadas por Leonardo da Vinci en una partida de cartas. La colección pertenecía originalmente al Gremio de Ladrones de España y, cuando cayó en su poder, la dividió entre sus acólitos en España: un hombre poderoso de los barrios marginales, García Galindo; su lugarteniente, Alfonso Caballero; el tesorero, Cristóbal de Merlo; el comerciante de armas, Gabriel Dominico y su confesor personal. Más tarde, la Hermandad Española de Asesinos recuperó las obras de las residencias y escondites de sus seguidores.

‘Resident Evil 4’

Aquella entrega va a cumplir diecisiete años, pero la antigüedad no excusa los fallos de documentación y eso que Capcom organizó un viaje a España para fotografiar texturas, ambientación y monumentos góticos. Quizás esa labor les despistó de la realidad y el resultado final fue de lo más estrafalarios. La aventura se desarrolla en una aldea de atmósfera lúgubre inspirada en la zona de los Pirineos. El primer patinazo se produce cuando Leon S. Kennedy es llevado allí por unos dos miembros de la la Benemérita que llevan flamenco en la radio de su Seat Panda.

El acento latino de todos personajes no es el único drama, aunque algunas de las frases que repiten son tan ridículas que dan para meme. «¡Ándale!» y «¡Sos cerdo!», son algunas de las que se quedan para la posteridad. No queda duda que los actores de doblaje no tenían mucha idea de su significado o de las variantes del español.

Otro de los gazapos es la moneda del juego: la peseta. Debe ser el único lugar donde la divisa sigue vigente porque ya había sido sustituida por el euro bastante antes, en 1999. También aparecen jeroglíficos en paredes de influencia mesopotámica y una inscripción de un sacrificio humano que podría conectar con los aztecas, pero desde luego no hay una justificación histórica en España.

‘Ultimate Marvel Vs. Capcom 3’

Este juego hereda la polémica que ya inició la editorial de cómics más importante de Estados Unidos al emplear una imagen del rey Juan Carlos I para dar vida a Magneto, uno de sus villanos. En aquella ocasión, Marvel pidió disculpas y evitó que el tebeo se distribuyera tanto en EE.UU. como en España con la imagen inspirada en el monarca emérito. Los responsables del universo X-Men emitieron un comunicado en el explicaron que sus ilustradores a menudo se valen de gente real como referencia para inspirarse cuando dibujan sus personajes, pero estos bocetos pasan siempre una revisión para asegurarse de que no pueden producirse una identificación directa que conlleve polémica. En esta ocasión, sin embargo, la compañía no detectó que Mike Mayhe había dibujado al personaje utilizando como base una fotografía de Alberto Schommer en la que el monarca emérito está vestido con el uniforme de Capitán General de los Ejércitos y luce el Toisón de Oro, máxima condecoración de la Casa Real española. La imagen es prácticamente exacta, con el mismo fondo del retrato oficial, aunque con el rostro del personaje de X-Men varía e incorpora un cabello poblado y canoso.

En la imagen, la fotografía oficial del Rey junto a la imagen del cómic de 'X-Men'.
En la imagen, la fotografía oficial del Rey junto a la imagen del cómic de ‘X-Men’.

En el juego, desarrollado por la empresa japonesa Capcom, el usuario podía vestir al antihéroe con varios trajes y uno de ellos es clavado al uniforme anteriormente mencionado. Este recurso no formaba parte de los vestuarios disponibles en el cartucho de lanzamiento, pero la compañía llegó a anunciar que se lanzaría de forma descargable. Al conocerse la noticia, la Casa Real manifestó su intención de dirigirse a la distribuidora del videojuego en España, Koch Media, para impedir el «uso indebido» de la figura del Rey y de un uniforme del Ejército español, y alertar también de que esa imagen podría vulnerar los derechos de autor de la fotografía oficial en la que se ha basado el diseño del traje de Magneto y que está protegida con copyright. No hizo falta más. El DLC retrasó su salida y, cuando lo hizo, no lo incluyó en el pack.

Bonus track:  ‘Harry Potter: Quidditch Copa del Mundo’

En este caso tampoco podríamos decir exactamente que se trata de una representación errónea de la realidad española, pero contiene tantos clichés sonrojantes que no podíamos dejar de mencionarlo. El videojuego, que salió en 2003, desarrolla una competición internacional de quiddit, ese deporte inventado en la saga de J. K. Rowling que combina el fútbol y el baloncesto con escobas voladoras. Entre los equipos participantes aparecía la selección de España, en la que los jugadores vestían como uniforme un traje de luces y, para sorpresa de nadie, nuestro movimiento especial tenía relación con los toros y el flamenco.

Por supuesto, el campo oficial de La Roja estaba inspirado en la arquitectura árabe y emulaba una plaza de toros. Además, nuestra bandera en el juego, roja y amarilla, incluía como escudo un sol, algo que se puede interpretar como una referencia a nuestro buen clima.