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Sofía Cristo DJ,
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Sofía Cristo: «He renunciado al apellido durante muchos años para que la gente no pensara que me aprovechaba del nombre de mi familia»

La música electrónica estuvo dominada por el establishment masculino durante muchos años. Poco a poco, el sector está cambiando y muchas mujeres DJs están escalando posiciones en el Top 100 de DJ Mag, el más famoso del mundo. En la escena nacional, todavía quedan muchas barreras por derribar y Sofía Cristo es una de esas profesionales que lleva más de dos décadas a los platos demostrando que se han ganado su lugar en la cabina.

Aurora Muñoz

Hoy cierra la segunda edición del Fulanita Fest con una pool party en el Florida Beach Cala de Mijas que contará con podcast en directo de Maldito Bollodrama y DJs consagradas en el panorama nacional como Anni Frost, Mia Wallas, Bita y Rocío Saiz. Las cuatro se pondrán al mando de la mesa de mezclas para que la música no pare, después de que anoche se reunieran más de 6.000 personas para el concierto en el que Sofía Cristo puso el broche de oro con una sesión de música electrónica. La DJ llega al festival después de más de 22 años pinchando en las cabinas más prestigiosas. Quedan lejos aquellos tiempos en los que este género era un terreno ocupado exclusivamente por hombres. Las legendarias Pauline Oliveros, Meredith Monk, Laurie Spiegel y Delia Derbyshire fueron las pioneras y, ya en los años 50, demostraron que nosotras también dominamos el sintetizador.  Sin embargo, un informe elaborado por el International Music Summit (IMS), que se celebra en Ibiza, refleja que las mujeres siguen siendo minoría en el sector. Tan solo doce mujeres figuran en el TOP-100 de 2021 y en el cartel del icónico Ultra Music Festival de ese mismo año, nada más que una docena de los 175 actos incluían a Dj mujeres. Sofía Cristo es una de esas profesionales que rompen las ratios en el mundo de los beats y el scratch. No solo pincha mainstream, también produce, crea sus propias remezclas e incluso es promotora de un festival LGTBIQ+ en Madrid. Su poder de convocatoria en sala no deja lugar a dudas: las mujeres no solo lo están partiendo en el estudio, sus drops en directo te hará volar la cabeza.

 

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Solo uno de cada cuatro trabajadores de la industria de la música electrónica son mujeres, según una encuesta realizada por Female:Pressure, una red internacional de artistas femeninas, transgénero y no binarias de la industria. ¿Por qué crees que las mujeres siguen siendo una parte minoritaria del sector? ¿Consideras que la música arrastra una inercia machista?

Las mujeres han tenido, desde hace muchos años, menos oportunidades que los hombres y han estado en una red bajo represión. No solamente en la música, sino en todo tipo de profesiones. Por eso siempre se busca la igualdad, se lucha por nuestros derechos y hay un movimiento feminista. Hacer festivales con un cartel exclusivo de mujeres es una forma de darle mucha más fuerza a nuestro trabajo, sobre todo a figuras del panorama nacional, porque en los demás festivales, ya no es solo que haya más hombres, sino que también suelen llevar a artistas extranjeras. Creo que en nuestro país tenemos profesionales increíbles que hay que promover más y darles mucha más voz.

Sin embargo, podríamos decir que estamos viviendo una década de cambio. Seguimos en cifras muy minoritarias pero los últimos datos revelan un aumento de la proporción de mujeres DJs en festivales de un 9,2% en 2012 a un 26,9% en 2021. ¿Hay alguna compañera a la que admires especialmente?

Mi referente es DJ Marta. Fue la primera que me dio una oportunidad y me amadrinó, pero mucho antes de eso, siempre me ha flipado lo que hacía de remember y progresivo. También admiro a muchas empresarias como Ruth Franco, Lara Franco y Bea Fernández, que están consiguiendo cosas increíbles como este Fulanita Fest, pero si me tengo que quedar con una artista, siempre voy a tirar de mi madre, de eso no me cabe duda.

Natalia Piñuel demuestra en su libro Ellas hacen ruido que no faltan mujeres en la historia de los ritmos electrónicos, sino que están invisibilizadas y denuncia el sexismo en las cabinas. ¿La noche te ha descubierto diferencias de cachés injustificadas o manos largas?

Sé que hay mujeres que obviamente se habrá sentido pisadas por la figura del hombre, pero yo me siento muy valorada por ellos y nunca me ha pasado. Siempre he compartido cabina con mujeres porque hacíamos las Woman DJs y nos respetaban un montón. Después me ha tocado compartir con compañeros y nunca he vivido acoso laboral por ellos. Yo no me he sentido en un ambiente machista por estar rodeada de hombres. Sí, son mayoría, pero nunca me han echado a un lado por ser mujer. Me han apoyado mucho en mi carrera e incluso podría decir que los mejores trabajos y las mejores oportunidades me las han dado hombres. Creo que hay que decirlo, porque esa es otra manera de transmitir un mensaje de igualdad. A lo mejor, en la época de mi madre, sí que se vivía un machismo rancio en el mundo del espectáculo e incluso se podían dar casos de violencia de género durante la Transición y hay que contarlo. Por eso hay una serie muy buena [Cristo y Rey] que recoge la historia de mi familia. Ahí se habla de todo eso, pero yo he estado arropada y no he sentido esa diferenciación.

Tu carrera musical comenzó como productora, con Hard Screem, que te llevó a lo más alto de la lista de ventas y, después de años de colaboraciones, decides quedarte dos años fuera de las cabinas y meterte en un estudio a preparar tu música. ¿Qué propició ese giro?

Si quieres realmente alcanzar un nivel que pueda llegar a muchísima más gente, incluso a parte del extranjero, es un paso obligatorio. No vale solo con pinchar, también hay que tener destreza en otras cosas. Es muy importante no dejar nunca de hacer cosas, de producir y de sacar música. Para eso, es fundamental rodearte de buena gente y yo no produzco sola. Llevo muchos años con Seiken y hacemos un equipo increíble.

Háblanos de tu último trabajo con él, Tres Cosas (Salud, Dinero y Amor), que llega con dos remixes: una versión Tech House y una versión Groove. ¿Se puede tener todo?

Se puede. Yo lo tengo claro, pero para tenerlo todo, tiene que estar una bien, si no es complicado. Hay que buscar un equilibrio entre las tres cosas y tener presente que, cuando hablamos de amor, hablamos de muchos tipos de amor, sea como sea. Para mí, tener salud es estar al cien por cien, aunque nadie te quita de coger un resfriado, y tener dinero tampoco implica que haga falta ser multimillonario, pero sí tener una buena base para poder estar tranquila. Ese es el rollo.

 Además de este tema, lo estás petando en las pistas con un remix de Mi mundo sin ti, de Soraya Arnelas para celebrar que la canción cumple su mayoría de edad. ¿Te imaginabas hace dos décadas trabajando codo con codo con artistas de la cantera de Operación Triunfo?

Realmente es que jamás me imaginaba que iba a acabar pinchando ese estilo de música o que terminaría remezclando a artistas tan potentes como OBK o Soraya. La verdad es que para mí es un orgullo y es la demostración de que con constancia, perseverancia y paciencia se pueden conseguir todas las cosas. Yo he tenido muchos obstáculos, ya no ser por ser mujer, sino por venir de donde vengo y he demostrado que, a pesar de eso, tengo mi lugar y y trabajo con gente que me respeta, que cree en mi forma de hacer música.

Hasta encontrar ese sitio que te pertenece, ya habías recorrido toda la geografía española pinchando en numerosas salas y clubes bajo el nombre artístico de Sofía Dj, pero después del concierto de Pitbull en Gran Canaria de 2012, cambió tu nombre en los carteles. ¿Por qué decidiste que ya tocaba reivindicarte como Sofía Cristo?

Yo he seguido manteniendo el Sofía DJ durante mucho tiempo para diferenciar estilos musicales. El remember y el progresivo solía ficharlo con ese nombre, mientras que la electrónica comercial empezaba a hacerla como Sofía Cristo. De todas maneras, es verdad que durante muchos años he renunciado al apellido para que la gente lo pensara que me aprovechaba del nombre de mi familia, pero me retiré durante un tiempo y cuando volví a los escenarios, me di cuenta de que la música había cambiado y que yo también tenía que evolucionar. Fue entonces cuando decidí empezar a pinchar más estilos de música y a sentir la necesidad de no estar avergonzándome de dónde vengo. Mi apellido es el que es y estoy orgullosa. A quién no le guste, que no venga a verme a mis sesiones, pero yo no voy a dejar de ser hija de mis padres nunca y no es incompatible con ser una gran DJ o una profesional en mi trabajo. Eso no quita que haya quien quiera seguir poniendo los carteles Sofía DJ porque me conoce así desde hace 22 años. Me parece perfecto. Yo, encantada, porque es mi nombre auténtico como DJ.

Te refieres a la fama casi con pudor. ¿Qué te parece la reconversión masiva de influencers en DJs de una noche?

A mí no me molesta, como si se quieren poner a cantar. Cada cuál tiene que buscarse la vida como pueda, pero no es justo que nos metan a todos en el mismo saco. Yo llevo 22 años currando y siendo una superviviente en la música. No soy la mejor ni la peor, pero como mínimo me merezco respeto. No han parado de juzgarme por ser «hija de», aunque yo llevaba pinchando ya 16 años cuando todo el mundo se empezó a subir al carro. Lo que pasa es que gran parte de esa gente que opina no está metida en la industria y ni siquiera escuchan este estilo de música. Hablan sin saber.

En todo este tiempo de carrera, de vez en cuando, se te ha abierto una ventana de oportunidad de hacer otras cosas en la televisión, como por ejemplo el reality Secret Story o Supervivientes, y las has aprovechado. ¿En algún momento te ha dado vértigo que ese cambio de registro le pasara factura a tu trayectoria?

Yo he intentado que no fuera así y creo que lo he conseguido. Me parece que no es incompatible. Otros DJs compatibilizan su carrera musical con otros trabajos y hay que verlo así, como otra opción laboral. Lo que pasa es que a veces, aunque puedas simultanearlo, no es sobrellevable a nivel psicológico. Yo ya he aprendido, me he dado cuenta de lo que no quiero hacer y llevo dos años alejada absolutamente de ese tipo de televisión.

Dos décadas a los platos dan para mucho. Si tuvieras que hacerle una recomendación a una adolescente que esté pensando en dedicarse a esto, ¿qué consejo le darías?

Sobre todo, que se formen. La animaría a que reciba clases de DJ y de producción, pero también hay que ser autodidacta. En este mundo es muy importante estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado, hay que saber relacionarse y estar al día en la música. Así lo hice yo. Me preparé mucho. He estudiado un montón. He estado siempre buscándome la vida para poder pinchar, aunque no tuviera platos al principio. Me iba donde fuera. Me apuntaba cursos. Me presentaba a todos los concursos, me iba a ver a la cabina a los DJs que me gustaban para ver cómo lo hacían. Empecé desde cero, cobrando muy poco y le seguí echando ganas, porque quería estar ahí.

Déjanos con los dientes largos. ¿En qué proyectos andas inmersa? ¿Tienes un as debajo de la manga para lanzar después de este festival?

Pues sí, el día 29 de junio hago mi primera fiesta oficial grande en el Orgullo y no te puedo desvelar todavía quién va a actuar, pero va a ser una noche tremendamente increíble y con novedades que van a hacer alucinar a la gente. Ahora mismo, no puedo contar más.