Dominio público

Road trip por España en el ecuador de la campaña

Sato Díaz

Jefe de Política de 'Público'

Road trip por España en el ecuador de la campaña
Miguel Ángel Revilla, este jueves en Castro Urdiales. EFE/ Miguel Ramos

El viaducto de la A8 sobre la ría de Ribadeo se cruza con el limpiaparabrisas activado. Atrás, Galicia, delante, Asturias (Occidente, Centro, Oriente). No debería tener mucho problema la izquierda para seguir en el Gobierno asturiano la próxima legislatura, pero, según las encuestas, Adrián Barbón necesitaría a Podemos e IU, que se presentan por separado, para asegurarse la mayoría absoluta. Y es aquí donde se da una segunda batalla importante. ¿Qué resultado obtendrá la izquierda alternativa asturiana?

En cada comunidad autónoma se dirimen disputas secundarias, más allá de cada gobierno, que hacen el 28M todavía más interesante. La unidad de la izquierda asturiana es un imposible. Este 2023 concurren por un lado, IU, Más País e Izquierda Asturiana bajo el nombre de Convocatoria por Asturias, por otro lado, Podemos Asturies. Bien seguro serán leídos, con atención los resultados, que obtenga cada candidatura en clave interna, dentro de un espacio de la izquierda alternativa en recomposición en todo el Estado.

En 2019, Podemos duplicó en diputados a IU, 4-2, con un total de votos de 58.000 y 35.000 respectivamente. Además, las polémicas se han sucedido durante las últimas semanas entre la candidata autonómica morada, Covadonga Tomé, y la dirección estatal de Podemos. Los números siempre son susceptibles de ser arrojados a la cara del adversario político, muchas veces compañero de partido.

Cantabria aparece al cruzar el Deva por la A8 todavía con el limpiaparabrisas en movimiento. La gran disputa cántabra tiene que ver, curiosamente, con el segundo y tercer puesto. Parece claro, según los sondeos, que el PP será el ganador de los comicios del 28. Sin embargo, otra evidencia demoscópica es que el PRC va perdiendo terreno y el PSOE le pisa los talones, incluso algunos estudios dan ventaja socialista sobre Miguel Ángel Revilla.

El PSOE podría morir de éxito. Si los socialistas quedan terceros, la suma PRC con PSOE además de Podemos-IU podría mantener a Revilla en el Palacio de Peña Herbosa, en coalición con las izquierdas. Si los socialistas le adelantan, el PRC tendría dos opciones, ser muleta del PP y del PSOE. Teniendo en cuenta que el cantabrista es un partido veleta, que el PP sería la fuerza más votada y que para que gobernara el PSOE tendría que haber un entendimiento a tres (o cuatro) también con Podemos-IU... Quizás un buen resultado del PSOE en las urnas podría ser causa de que no gobernaran en los próximos cuatro años.

Al pasar Castro Urdiales nos adentramos en Euskadi, donde solo pararemos a repostar pues aquí no se celebran elecciones autonómicas en estos momentos aunque  sí municipales. Está en marcha la envestida de EH Bildu (fuerza política que se ha convertido en protagonista de la campaña en todo el Estado) al PNV, en un intento de pellizcar en el poder municipal y en las diputaciones de los abertzales a los jetzales. Dejamos atrás Euskadi...

Entramos en Navarra, donde seguramente se juega una de las partidas más relevantes de estos comicios. La campaña ha adquirido unos tintes oscuros. Se normaliza por una parte de la derecha española la posibilidad de ilegalizar partidos políticos, en referencia a EH Bildu. Son los partidos que, tal y como se ha comprobado esta legislatura, pueden descuadrar la aritmética de las derechas y el nacionalismo español para volver al Gobierno del Estado. La campaña se ha oscurecido con estas propuestas totalitarias, pero la verdadera batalla ideológica y mediática tendrá lugar tras las votaciones, en las negociaciones para formar gobiernos. Sobre todo en Navarra, sobre todo en Pamplona. Estarán en el epicentro de los relatos, los grandes medios de Madrid harán conexiones en directo con los aledaños de la Plaza del Castillo las próximas semanas. Veamos...

Si los sondeos no fallan más que una escopeta de feria, la socialista María Chivite volvería a presidir un gobierno progresista, pero para su investidura y la legislatura necesitaría de la acción u omisión de EH Bildu. La coalición independentista, por su parte, encabezaría el bloque de izquierdas que podría volver a hacerse con el Ayuntamiento de Pamplona, con una candidatura liderada por Joseba Asirón, quien ya fue alcalde desde el 2015 al 2019 en pleno fervor municipalista. Si Asirón necesita de los votos socialistas para ser alcalde, la presión sobre Ferraz en Madrid por las derechas políticas y mediáticas será enorme. Si el PSOE truncara los acuerdos de izquierdas en Pamplona y Navarra, daría alas al discurso que dice que algunos partidos no son legítimos para ejercer la actividad pública y que hay que ilegalizarlos. La habilidad en las negociaciones pamplonicas y navarras será muy importante para que no se marque el ritmo desde la capital del Estado.

Por la A12 salimos de Navarra y llegamos a La Rioja, donde la derecha, según las predicciones, podría sustituir en el ejecutivo autonómico a Concha Andreu. Son los menos los sondeos que auguran que el PSOE podría quedar por delante del PP. En todo caso, se observa una tendencia positiva en las izquierdas, que han recortado distancias con el bloque conservador en las últimas semanas. Muy relevante será el resultado de La Rioja ¡Ahora! (candidatura que une al Partido Riojano con la España Vaciada), que consiga superar el umbral del 5% y obtener representación en Logroño la próxima legislatura y que deshoje la margarita: ¿son de izquierdas o de derechas?

Por Valverde se va al Mocayo. Ya estamos en Aragón, donde los escenarios demoscópicos solo transmiten incertezas. Todo depende, según los números publicados, de Aragón Existe. Tras irrumpir Teruel Existe en el Congreso esta legislatura, y tener mucho que decir en votaciones con mayorías tan justas, puede jugar un papel determinante también en Aragón. Javier Lambán necesitaría de todas las izquierdas al PSOE (Podemos, IU y CHA) y también de los moderados del PAR, si consiguieran representación, para constituir un bloque heterogéneo que pueda seducir al turolense Tomás Guitarte.

La duda que se mantiene en segundo plano es si el conglomerado político de la España Vaciada persiste como una opción progresista o es capaz de entenderse con el PP y la ultraderecha de Vox. En Aragón se puede desvelar en las próximas semanas.

Por la A23, rumbo sureste, entramos en el País Valencià, de cuya importancia este 28M se han escrito ya ríos de tinta. No entramos en Catalunya, no se celebran autonómicas aunque sí municipales y dos grandes partidas. Por un lado, Barcelona y la reedición o no de la alcaldía de Ada Colau. Por otro lado, cómo aguantará la ERC de Pere Aragonès en su resultado global de votos en Catalunya y en alcaldía, en su pretensión de convertirse en fuerza hegemónica catalana, la cual se va truncando por el ascenso del PSC de Salvador Illa.

El resultado en el País Valencià puede ser el que decante quién parte como favorito en las próximas elecciones generales, Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo. Además, la cuestión valenciana tiene un alto valor simbólico: el Govern del Botànic fue la puerta de entrada del entendimiento entre distintas sensibilidades de izquierdas y la cultura de la coalición entre ellas.

Muchas son los planos en los que se puede analizar, por lo tanto, el resultado valenciano. También destacan nombres propios. Por un lado, el propio Ximo Puig. El president ha ejercido una forma de gobierno pactando con las izquierdas pero haciendo explícita su voluntad de entendimiento con la derecha política (cuando todavía era relevante Ciudadanos) y social (empresarios). Por otro, Mónica Oltra, desparecida de la política empujada por el lawfare era el icono de Compromís y tiene difícil sustitución, esta es la principal tarea durante esta campaña de Joan Baldoví, quien tiene un perfil y discurso político muy distinto.

Además, Héctor Illueca, pues de la entrada de Unides Podem en Les Corts depende, en gran medida la reedición del Botànic. Illueca, si salva los muebles, puede jugar un papel importante en la recomposición de la izquierda estatal. Es de Podemos y próximo a Pablo Iglesias en sus postulados ideológicos, pero también ha trabajado en el ministerio de Yolanda Díaz. Ella hará campaña por él.

Vamos hacia al sur, pasamos Elche y Orihuela por la A7 y llegamos a Murcia. Las encuestas son claras, el PP seguirá al frente del gobierno murciano como durante los casi últimos 20 años. La duda es la contundencia del resultado del PP, que dependerá de Vox. PP es asimilable a 'gobierno regional' en este territorio, el partido se ha internado en la administración hasta hacerse casi la misma cosa. Ideológicamente, la fuerza de la UCAM (Universidad Católica de San Antonio de Murcia) ha penetrado con éxito en la población. El desastre ecológico del Mar Menor o la lucha vecinal por el soterramiento del AVE en la capital son cuestiones puntuales que han generado focos aislados de oposición en los últimos años, pero que no han calado como alternativa política.

Por la A30 nos despedimos de Cieza y nos encontramos con Hellín. Es Castilla-La Mancha, provincia de Albacete. Las encuestas pronostican que Emiliano García Page seguiría al frente de la Junta con mayoría absoluta frente a la comunión de PP y Vox. Page se sitúa discursivamente en la derecha, pero los servicios públicos funcionan en una región con problemas de extensión y de grandes zonas de despoblación. Frente a esto, todavía se recuerda amargamente el Gobierno de María Dolores de Cospedal.

Los resultados de Castilla-La Mancha también tienen una lectura a la interna para el futuro del PSOE. Page es la voz más crítica con Sánchez dentro del partido. De su victoria o derrota dependerá también el juego de pesos y contrapesos en un partido que se la juega a finales de este 2023 en las generales.

Después de un buen rato de carretera nacional cruzando la inmensa llanura de La Mancha, nos adentramos en Extremadura, otro de los históricos feudos socialistas. Guillermo Fernández Vara fue perdiendo el perfil de 'barón socialista' conforme se incluyó en el equipo de Sánchez como secretario federal de Política Autonómica. Aún así, el extremeño sigue manteniendo parte de la estrategia de Page: confrontar con el independentismo y la izquierda alternativa y asimilar, en muchas ocasiones, el discurso conservador. Es por ello que será curioso verle gobernar con Unidas por Extremadura, la confluencia de Podemos e IU, si aciertan las encuestas.

Extremadura, y su paraje la Dehesa, se enfrentan trágicamente a la crisis climática. Existe una proliferación de minas a cielo abierto para extraer minerales preciados que amenazan con esquilmar el territorio. La confluencia de izquierdas se ha opuesto al crecimiento de estos proyectos que han contado con el visto bueno de la Junta. Si la candidatura de Irene de Miguel entra en el Gobierno extremeño, será un buen lugar donde medir la capacidad de influencia de la izquierda en lo autonómico. Por cierto, De Miguel también puede ser un perfil relevante en el proceso propio de la recomposición de la izquierda, pues forma parte de la ejecutiva de Ione Belarra, pero siempre se ha mostrado proclive al entendimiento con Sumar.

Nos vamos de islas, a dos archipiélagos reales, Illes Balears y Canarias, y una isla metafórica, la Comunidad de Madrid. En Balears y Canarias las encuestas indican un empate técnico. En las primeras, todo dependerá del Partido Ibicenco, neoliberal en lo económico, pero que tiene difícil pactar un gobierno de derechas con PP y, sobre todo con Vox por su concepción política territorial. En Balears también se puede encontrar una lectura para el juego de balanzas internas del PSOE. Francina Armengol, al otro extremo de Page, representa el ala izquierdista del PSOE y más proclive a entendimientos con la izquierda alternativa e independentistas, actualmente gobierna con MÉS y Unides Podem. Su victoria o derrota puede jugar en el futuro del socialismo.

Por su parte, Canarias tiene un ritmo propio y un complejo sistema de elección de diputados, por la insularidad, al Parlamento canario. Se percibe otro empate técnico entre la derecha (Coalición Canaria, PP y Vox) y la izquierda (PSOE, confluencia de Podemos e IU, Nueva Canarias, Agrupación de la Gomera, independientes del Hierro...). El proyecto Drago de Alberto Rodríguez tiene pocas papeletas, según los sondeos, de obtener representación. Un foco no principal de los resultados puede estar puesto en la desunión de la izquierda y las consecuencias que esta puede tener en la batalla política principal (derecha vs izquierda) cuando los resultados están muy ajustados. Veremos si entra Drago y si esto tiene consecuencias en la gobernanza canaria.

Por último, aterrizamos en la Comunidad de Madrid en un vuelo Binter. Aquí, como en la Región de Murcia, no hay duda de que el próximo ejecutivo será de derechas. La duda está en si Isabel Díaz Ayuso conseguirá o no la mayoría absoluta. La entrada de Podemos-IU, encabezada por Alejandra Jacinto, en la Asamblea de Vallecas puede frustrar las ansias de la actual presidenta de gobernar en solitario, según la demoscopia. Unas ansias que tienen dos causas. Por un lado, la dificultad de Ayuso de entenderse con alguien políticamente. Por otro, porque a la interna en el PP quiere tener tan buenos números como Juan Manuel Moreno Bonilla tuvo en Andalucía el año pasado, quien consiguió la absoluta. Sobre todo esto planea la duda del liderazgo de Feijóo.

Quién queda segundo en la Comunidad de Madrid, Más Madrid o PSM, es otra de las grandes disputas que se libran en segundo plano. Las predicciones demoscópicas señalan a Mónica García como la próxima líder de la oposición, lo que asentaría a Más Madrid como alternativa en la región durante cuatro años. Sería un salto cualitativo para la formación verde, pues tendría tiempo suficiente para construir un proyecto de forma más pausada. Las últimas autonómicas madrileñas fueron hace solo dos años.

Sin embargo, Juan Lobato, en esta disputa por el segundo puesto, tiene a su favor el empuje de los alcaldes socialistas de algunos municipios de la Comunidad. Si hace dos años solo había una urna para las autonómicas, en esta ocasión también estará la de las municipales, y no es tan habitual que alguien coja la papeleta de un partido para una elección y de otro para la otra. Aún así, las encuestas señalan a García como futura líder de la oposición madrileña, incluso ampliando su distancia con los socialistas.

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