Otras miradas

Construir una región más allá del 28M

Carolina Cordero

Portavoz de Izquierda Unida de Madrid y candidata nº2 de Podemos - Izquierda Unida - Alianza Verde a la Comunidad de Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo durante el mitin en Getafe. Foto: EFE / Rodrigo Jimenez
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo durante el mitin en Getafe. Foto: EFE / Rodrigo Jimenez

Según avanza esta campaña electoral se van cumpliendo poco a poco todos los tópicos que las caracterizan. Anuncios de medidas sociales sin cesar, polémicas inertes, lapsus de los candidatos y candidatas confundiendo la región en que se encuentran. También ha habido ya algún momento carne de meme. Pero en esta campaña electoral también se está evidenciando claramente que existen dos modelos de Comunidad de Madrid.

Uno de esos modelos es el que están comenzando a denominar los periodistas como el del "ayusismo". Ese que aunque haya cambiado de liderazgo es en verdad en el panorama madrileño una suerte de día de la marmota. Consiste en una envenenada mezcla de regalos fiscales para los millonarios, con tramas corruptas locales y un hedor elitista. El modelo neoliberal de los 30 años de gobierno del PP madrileño, que da la espalda frontalmente a las necesidades de la mayoría social trabajadora, aderezado como siempre con polémicas que buscan construir una dicotomía entre nuestra Comunidad y el país en su conjunto.

Esta vez, como en las elecciones anticipadas de 2021, ese programa político al servicio de las élites tiene otro paladín. Una ultraderecha racista, que agita nuestra sociedad con el supuesto problema de la inseguridad ciudadana cuando los únicos que lideran una banda criminal, tienen escopetas recortadas y kilos de droga en casa es una de sus concejalas (a la que conozco bien por haber compartido pleno del Ayuntamiento en Parla durante cuatro años). Pero, aunque el chaleco cambie de color, defienden en esencia el mismo modelo que Ayuso y, como se evidencia en Castilla y León, PP y Vox son un matrimonio bien avenido.

El otro modelo, el nuestro, consiste en resetear por completo la Comunidad de Madrid. Apostar por que en la región más rica del país no haya ninguna persona viviendo en la pobreza. Garantizar el derecho a una vivienda digna en una comunidad donde anualmente los precios se disparan. Transformar el modelo productivo reindustrializando nuestra sociedad y revirtiendo el terrible desequilibrio territorial que sufrimos. Construir una región que nos cuide, que piense en las necesidades de nuestros mayores y en la educación de nuestros hijos e hijas. Depurar y enjuiciar de una vez por todas a las tramas corruptas.

Este modelo quizá no esté esbozado del todo. En ese sentido debemos hacer autocrítica la gente de izquierdas. A las elecciones concurrimos tres candidaturas que nos identificamos como progresistas. A algunas nos hubiese gustado que hubiese un mayor grado de unidad. Pero en la política madrileña persisten vicios que, por desgracia, no acabamos de desterrar.

Lo importante es que todas y todos debemos ser conscientes de que habrá un 29 de mayo. Y un 30. Llegará el recibo de la hipoteca, tendremos que pagar el alquiler, el agua y la luz. Y, poco después de que nos llegue la nómina, nuestra cuenta habrá vuelto casi a su estado de 10 días antes. Por eso, a quienes vivimos de nuestro trabajo, de nuestra pensión, nos urge que cambien radicalmente las cosas. Que digamos adiós al modelo reaccionario y caduco. Y que amanezca un Madrid progresista y esperanzador. En nuestra mano está.

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