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Nueva Zelanda celebra la primera boda legal de los creyentes pastafari

Los creyentes de la religión del Monstruo del Espagueti Volador o pastafarismo celebraron en Akaroa, la primera boda legal en un acto en el que los participantes iban vestidos de piratas.

Nueva Zelanda celebra la primera boda legal de los creyentes pastafari

EFE

Los creyentes de la religión del Monstruo del Espagueti Volador o pastafarismo celebraron hoy en Akaroa, en el sur de Nueva Zelanda, la primera boda legal en un acto en el que los participantes iban vestidos de piratas.

"Que el viento llene vuestras velas, que la brújula señale el camino verdadero y que tu compañero tallarín te mantenga caliente y feliz todos los días y las noches de vuestro viaje juntos", dijo Karen Martyn, la mujer que con un sable en la mano y una pistola antigua en el cinturón ofició el rito, según el medio neozelandés Stuff.

Los novios después comieron el "espagueti de amor" en una escena parecida a la que protagonizaron La dama y el vagabundo en la película de Walt Disney (1955) en la parte trasera del restaurante italiano.

Marianna Young y Toby Ricketts se dieron así el "sí quiero" en una ceremonia estrafalaria y llena de humor que los asistentes se tomaron muy en serio. El escenario elegido fue un barco anclado en un pueblo costero de poco más de 600 habitantes y situado a unos 75 kilómetros al sureste de Christchurch. Los desposados celebrarán la luna de miel en Akaroa antes de regresar la trabajo el lunes próximo.

La religión el Monstruo del Espagueti Volador o pastafarismo nació en Estados Unidos en oposición a la enseñanza en las escuelas del diseño inteligente, que defiende que ciertas características del universo y de los seres vivos se explican mejor por una causa inteligente en vez de por la selección natural.

El pastafarismo comenzó con diez principios de naturaleza laxa y, debido a ese relajamiento, perdió dos, aún así el doctrinario comienza con: "Realmente preferiría que no actuases como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. No pasa nada si alguien no cree en mí. No soy tan vanidoso, en serio. Además, esto no es sobre ellos, así que no cambies de tema".

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