Este artículo se publicó hace 15 años.
Al menos 21 decapitados tras un secuestro masivo en sur de Filipinas
Las víctimas fueron secuestradas a punta de pistola en una oficina de la Comisión Electoral al sur del país. El Gobierno decreta el estado de excepción en la zona
Un total de 21 personas fueron hoy decapitadas por hombres armados en el sur de Filipinas por una aparente disputa política relacionada con las candidaturas a las próximas elecciones legislativas, informaron fuentes militares.
Entre 50 y 100 hombres armados irrumpieron a media tarde en una oficina de la Comisión Electoral en la provincia de Maguindanao e introdujeron a las víctimas a punta de pistola en tres furgonetas, según el coronel Jonathan Ponce, portavoz del Ejército filipino en la isla de Mindanao.
Tras conocerse los hechos, el Gobierno de Filipinas declaró el estado de excepción en la provincia de Maguindanao. "Debe terminar esta violencia sin sentido (...) todo el mundo debe ser desarmado", afirmó el asesor presidencial Jesús Dureza, quien había recomendado poco antes al Ejecutivo la adopción de inmediata de la medida de emergencia.
Los hechos ocurrieron por la mañana en la provincia de mayoría musulmana de Maguindanao, 950 kilómetros al sur de Manila en la isla de Mindanao, donde 30 civiles fueron asaltados por unos cien hombres armados que asaltaron las tres furgonetas en las que viajaban. Poco después, un grupo de soldados desplegado para perseguir a los secuestradores halló los cadáveres sin cabeza de trece mujeres y ocho hombres, entre ellos abogados, periodistas, y la mujer y otros familiares de Ibrahim Mangudadatu, vicealcalde de la ciudad de Buluan.
Los pistoleros eran mercenarios a sueldo del gobernador, Andal Ampatuan, conocido en la zona como "El Padrino" y uno de cuyos hijos estaba al mando de la operación, según fuentes militares. Algunos de los sicarios estaban empleados como escoltas y guardas de seguridad por la familia Ampatuan, cuyo patriarca quería impedir que Mangudadatu le disputase el puesto en las elecciones del próximo mes de mayo, afirmó el teniente coronel Romeo Brawner.
Situación habitualSe da la casualidad de que el alcalde de Buluan es otro hijo de "El Padrino". Desde hace años, los Ampatuan y los Mangudadatu llevan enzarzados en una disputa de clanes en la que hasta ahora casi siempre se ha impuesto la familia del gobernador, que tiene cuatro mujeres y 30 hijos en su calidad de "datu" o jefe tribal en el sur musulmán de Filipinas.
Ampatuan acusa a Mangudadatu de haber ordenado el asesinato de dos de sus hijos en 2002, mientras éste lo niega y le implica directamente en el asesinato de su esposa. "Hablé con ella antes de morir y me dijo que fueron ellos", declaró a una emisora local el rival del gobernador.
Sucesos de este tipo son habituales en Filipinas, donde las disputas políticas se solucionan a tiros y los responsables suelen eludir a las fuerzas de seguridad, especialmente en las provincias más pobres. El sur de Mindanao es uno de los lugares más peligrosos de Asia por la proliferación de asesinatos por encargo y secuestros llevados a cabo tanto por organizaciones terroristas como por bandas criminales a sueldo de alcaldes y gobernadores, y la violencia se incrementará a medida que se acerque la fecha de los comicios. La campaña para las elecciones legislativos del próximo año no arranca oficialmente hasta mayo, pero el plazo para remitir la documentación de los aspirantes a los cargos termina a finales de mes.
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