Este artículo se publicó hace 14 años.
Al menos 93 muertos en un atentado suicida en Pakistán
El terrorista se inmoló durante un partido de voleibol en el noroeste del país
En Pakistán nada cambia con el nuevo año: la muerte y los atentados suicidas siguen siendo algo cotidiano en la vida de sus ciudadanos. En este primero día de 2010 al menos 93 personas han muerto como consecuencia del atentado suicida perpetrado en un recinto en el que se estaba jugando un partido de voleibol en el distrito de Lakki Marwat (noroeste de Pakistán), según un balance de la Policía. Los heridos alcanzan los 100.
Al parecer, el terrorista suicida hizo estallar la carga explosiva que transportaba en un vehículo que conducía dentro del recinto. El objetivo del atentado fueron unos hombres jóvenes que jugaban al voleibol, ante la presencia de numerosos espectadores (incluidos ancianos y niños), y según las informaciones oficiales, más de 20 viviendas se han hundido a causa de la explosión. Los heridos ya han sido trasladados a un hospital cercano
El atentado tuvo lugar en el distrito de Laki Marwat, situado en la demarcación de Bannu, fuera de las áreas tribales paquistaníes pero fronterizo con Waziristán del Norte y del Sur, donde los talibanes tienen sus principales feudos.
Situación muy convulsaEl Ejército paquistaní lleva a cabo actualmente una ofensiva contra la insurgencia talibán en la vecina Waziristán del Sur y difunde a diario un parte militar sobre sus avances y las víctimas que se registran durante la operación, aunque también libra combates puntuales en otros distritos nororientales.
El mando militar considera que las tropas ya "han limpiado" casi completamente de insurgentes Waziristán del Sur, pero los analistas estiman que la cúpula de la insurgencia y muchos de los combatientes de base se han refugiado en distritos tribales cercanos.
En la limítrofe Waziristán del Norte, donde no han entrado las tropas, buscan refugio miembros de la red terrorista Al Qaeda e insurgentes comandados por un líder talibán, Hafiz Gul Bahadur, que centra sus esfuerzos en la lucha contra las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán.
El mando militar paquistaní ha llegado a un pacto de no agresión con Bahadur, así como con otros cabecillas insurgentes que no atentan en territorio paquistaní para facilitar su operación militar en Waziristán del Sur.
Por su parte, Waziristán del Norte colinda con la provincia afgana de Khost, donde hace dos días un suicida vestido con el uniforme del Ejército afgano se hizo estallar en una base de EEUU y acabó con la vida de siete empleados de la CIA.
Los talibanes ya advirtieron de que responderían con atentados a las acciones militares paquistaníes y extranjeras y, en los últimos tres meses, Pakistán está siendo escenario de una ola de violencia terrorista que se ha cobrado la vida de unas 700 personas, la mayoría civiles.
El último gran ataque tuvo lugar el día 28 de diciembre en la ciudad sureña de Karachi, en este caso contra una procesión chií que celebraba la festividad sagrada de Ashura, y acabó con la vida de más de 40 personas.
En vista de la situación, la ONU, que ha perdido este año a once trabajadores en el país y ha sufrido un ataque contra su oficina del Programa Mundial de Alimentos en Islamabad, ha anunciado que planea retirar gradualmente a parte de su personal destinado en Pakistán.
Naciones Unidas ha aclarado que esta retirada parcial será "sólo por un período limitado, a la espera de medidas de seguridad adicionales y de la evolución de la situación".
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